Citas.

«De todos modos, esto es la vida, una experiencia educativa detras de otra, y cuando terminas con todas las experiencias educativas te graduas y el diploma que recibes es la muerte.»

                                                                                                                                                         – Portico – Frederik Pohl.

Ray Bradbury (1920-2012)

RB: Leí Winesburg, Ohio cuando tenía veinticuatro años. Pensé “Oh, Dios, si algún día pudiera escribir un libro como Winesburg, Ohio… ¡pero poniéndolo en Marte!”. Con todos los personajes de Winesburg, Ohio allá en Marte”. Así que tomé algunas notas, y escribí un título, y algunos personajes, y después lo dejé y me olvidé. No hice nada con eso.

Durante los siguientes cinco años escribí una serie de relatos sobre Marte, todos separados. Cuando cumplí veintisiete años, me casé. Mi esposa hizo un voto de pobreza al casarse conmigo [risas]. Teníamos ocho dólares en el banco el día del casamiento. Puse cinco en un sobre y se lo dí al cura. Me dijo “¿Qué es esto?”. “Es su paga, por la ceremonia de hoy”. Dijo: “¿Eres un escritor, verdad?”. Dije “sí”. Y el dijo: “toma, lo vas a necesitar”, y me devolvió el sobre. ¡Y yo lo acepté! [risas]. Mucho más tarde, cuando gané algo de dinero, le extendí un cheque decente.

En los siguientes tres años, escribí más y más historias marcianas, sin saber hacia dónde iba. De repente mi mujer quedó embarazada… Ella tenía un buen trabajo en [¿?], ganaba cuarenta dólares a la semana. Yo ganaba cuarenta dólares semanales sólo cuando tenía suerte, cuando las historias se vendían. Esto me asustó muchísimo: de repente yo tenía que ser el proveedor de la familia, porque teníamos un bebé en camino.

Norman Corwin —el gran Norman Corwin, el más grande guionista de radio, productor y director de la historia—, un gran amigo mío, me dijo: “Ray, tienes que ir a Nueva York. Tienes que hacer que los editores te vean, que sepan que existes. Tienes mucho escrito, pero ellos no saben que estás en el mundo. Mira, voy a estar en Nueva York en junio con Katie, mi esposa. Ven, nosotros te respaldaremos, te mostraremos Nueva York y te presentaremos a algunas personas”.

Así que fui a Nueva York. Tenía veintinueve años de edad y cuarenta dólares en el banco. Llevaba una pila de cuentos en el ómnibus de la Greyhound. No podía pagarme otra manera de ir. ¿Alguna vez han viajado en un Greyhound hacia Nueva York durante cuatro días y cuatro noches? Bueno, no lo hagan [risas]. Especialmente hace cincuenta años, cuando no tenían aire acondicionado ni baños. El conductor tenía que parar cada dos horas. Corrías a los baños de una estación de servicio y luego corrías de vuelta antes de que se te escapara el maldito ómnibus.

Llegué a Nueva York. Me alojé en la YMCA, pagaba seis dólares a la semana: así de pobre era yo. Me encontré con todos los editores, y todos me decían: “¿No tienes una novela?”. “No, yo soy un velocista, escribo cuentos”. “Bueno, no publicamos cuentos. No se venden”.

Ya estaba listo para volver a casa vencido, pero esa última noche tenía una cena con Walter Bradbury —ninguna relación conmigo—, de la editorial Doubleday. Durante la cena, me dijo: “Ray, ¿qué hay de todas esas historias marcianas que has estado escribiendo? ¿Qué pasaría si las hilaras todas juntas en un tapiz, y lo llamaras Crónicas marcianas? ¿Crees que podrías hacer eso?”. Y yo pensé: ¡Dios mío! Winesburg, Ohio. Winesburg, Ohio… Ya lo había hecho, pero entonces no sabía que lo estaba haciendo.

Me dijo: “Hagamos lo siguiente: escribe un bosquejo del libro esta noche, tráemelo a la oficina mañana y, si me gusta, te daré un adelanto de setecientos cincuenta dólares”.

Pasé despierto toda la noche en la YMCA, escribí el bosquejo para Crónicas marcianas, se lo llevé a Bradbury al día siguiente y él dijo: “Listo. Aquí tienes, setecientos cincuenta dólares. ¿Tienes más material con el que podamos hacerle creer a la gente que está leyendo una novela?” [risas].

Le contesté: “bueno, tengo un cuento sobre un hombre que tiene su cuerpo cubierto de tatuajes, y en medio de la noche, cuando transpira, los tatuajes cobran vida, y cada uno cuenta otra historia”. Y él dijo: “Aquí tienes otros setecientos cincuenta” [risas]. Así que en un solo día vendí Crónicas marcianas y El hombre ilustrado. Sin saber lo que estaba haciendo.

¿Se dan cuenta? ¡Sorpresa! No sabes qué hay dentro de ti hasta que lo pones a prueba. Has estado escribiendo conscientemente, intelectualmente, durante demasiado tiempo. El material más profundo, tu verdadero yo, no ha tenido tiempo de aflorar. Has estado demasiado tiempo pensando comercialmente —qué es lo que vende, y ahora qué voy a hacer— en lugar de preguntarte: “¿Quién soy yo? ¿Cómo me descubriré a mí mismo?”.

Ray Bradbury
Conferencia, The Sixth Annual Writer’s Symposium by the Sea,
Point Loma Nazarene University, 22 de febrero de 2001 [min. 30:43 – 35:48].
Traducción: Martín Cristal.

Fuente: El pez volador

American Girl performed by Tom Petty

American Girl by Tom Petty, illustrated with photographs of beautiful, yet unfortunately dead, American actresses: Ethel Barrymore, Mary Pickford, Lillian Gish, Norma Talmage, Louise Brooks, Mary Astor, Katharine Hepburn, Bette Davis, Joan Crawford, Ava Gardner, Jean Arthur, Helen Hayes, Gene Tierney, Carole Lombard, Barbara Stanwyck, Rita Hayworth, Donna Reed, Hedy Lamarr, Loretta Young, Rosalind Russell, Paulette Goddard, Audrey Hepburn, Susan Hayward, Natalie Wood, Grace Kelly.

Matrix

Hay una gran diferencia entre conocer el camino y andar el camino.

—¿Porqué me duelen los ojos?
—Por que nunca los habías usado.


No creo en el destino porque odio pensar que no soy yo quien controla mi vida

Esta es tu última oportunidad, después ya no podrás echarte atrás. Si tomas la pastilla roja te quedarás en el país de las maravillas y yo te enseñaré hasta donde llega la madriguera de conejos. Recuerda, lo único que te ofrezco es la verdad, nada más.

Matrix nos rodea. Está por todas partes. Incluso ahora, en esta misma habitación. Puedes verla si miras por la ventana o al encender la televisión. Puedes sentirla cuando vas a trabajar, cuando vas a la iglesia, cuando pagas tus impuestos. Es el mundo que ha sido puesto ante tus ojos para ocultarte la verdad.

Hay una gran diferencia entre conocer el camino y andar el camino.

—¿Porqué me duelen los ojos?
—Por que nunca los habías usado.


No creo en el destino porque odio pensar que no soy yo quien controla mi vida

Esta es tu última oportunidad, después ya no podrás echarte atrás. Si tomas la pastilla roja te quedarás en el país de las maravillas y yo te enseñaré hasta donde llega la madriguera de conejos. Recuerda, lo único que te ofrezco es la verdad, nada más.

Matrix nos rodea. Está por todas partes. Incluso ahora, en esta misma habitación. Puedes verla si miras por la ventana o al encender la televisión. Puedes sentirla cuando vas a trabajar, cuando vas a la iglesia, cuando pagas tus impuestos. Es el mundo que ha sido puesto ante tus ojos para ocultarte la verdad.

Eres un esclavo, Neo. Igual que los demás naciste en cautiverio. Estás atrapado en una prisión que no puedes ver ni tocar. Una prisión para tu mente. Por desgracia no se puede explicar lo que es Matrix hasta verla con tus propios ojos.

Quisiera compartir una revelación que he tenido desde que estoy aquí. Ésta me sobrevino cuando intenté clasificar su especie. Verá, me di cuenta de que, en realidad, no son mamíferos. Todo los mamíferos de este planeta desarrollan instintivamente un lógico equilibrio con el hábitat natural que les rodea. Pero los humano no lo hacen. Se trasladan a una zona y se multiplican, y siguen multiplicándose hasta que todos los recursos naturales se agotan. Así que el único modo de sobrevivir es extendiéndose hasta otra zona. Existe otro organismo en este planeta que sigue el mismo patrón. ¿Sabe cuál es? Un virus. Los humanos son una enfermedad, son el cáncer de este planeta, son una plaga. Y nosotros somos la única cura.

Matrix te posee. Tú te crees dueño de tu vida, de tus acciones, de todas esas pequeñas o grandes cosas que haces cada día, pero… ¿Cómo podrías demostrar que todo esto no es una ilusión? ¿Nunca has tenido un sueño que pareciera muy real? ¿Cómo sabrías entonces diferenciar sueño de realidad? El hacer creer que se vive una existencia normal es un poder muy grande, una forma de control terrible.

Libera tu mente

Sé lo que estás pensando, porque ahora estoy pensando en lo mismo. De hecho, lo he estado pensando desde que llegué aquí. ¿Por qué no elegí la pastilla azul?

No pienses que lo eres. Sabes que lo eres

¿Acaso crees que el que yo sea más fuerte o más rápido puede tener algo que ver con mis músculos en este lugar? ¿Crees que lo que respiras ahora es aire?

Yo sólo puedo mostrarte la puerta, tú eres quien la tiene que atravesar

Sé que tenéis miedo. Nos teméis a nosotros. Teméis el cambio. Yo no conozco el futuro. No he venido para deciros cómo acabará todo esto. Al contrario, he venido a deciros cómo va a comenzar. Voy a colgar el teléfono y luego voy a enseñarles a todos lo que vosotros no queréis que vean. Les enseñaré un mundo sin vosotros. Un mundo sin reglas y sin controles, sin limites ni fronteras. Un mundo donde cualquier cosa sea posible. Lo que hagamos después, es una decisión que dejo en vuestras manos.

Bienvenido al mundo real

Parece que usted ha estado viviendo dos vidas. En una, usted es Thomas A. Anderson, programador de una compañía respetable de software. Usted tiene un número del seguro social, paga sus impuestos, y ayuda a su dueña a tirar su basura. La otra la vive en computadoras, donde usted es conocido como el hacker «Neo» y es culpable de virtualmente cada delito informático que nosotros tenemos en la ley. Una de estas vidas tiene futura, la otra no…

Digame Sr. Anderson ¿De qué sirve hacer una llamada telefónica cuando usted es incapaz de hablar?

—¿Oye eso Sr. Anderson? es el sonido de lo inevitable, es el sonido de su muerte.
—Mi nombre es… ¡Neo!


No estoy de acuerdo, Trinity. En mi opinión Matrix puede ser más real que este mundo. Aquí lo único que hago es desconectar el enchufe. Pero allí, tienes que ver cómo Apoc muere.

Si tengo que elegir entre esto y Matrix, ¡Elijo Matrix!.

(Morfeo a Neo) ¿Qué es real? ¿Cómo defines lo real? Si estás hablando de lo que puedes sentir, lo que puedes oler, lo que puedes saborear y ver, entonces lo real son simplemente señales eléctricas interpretadas por tu cerebro.

(Morfeo a Neo) Tienes que comprender que la mayor parte de estas personas son todavía parte del sistema y que eso las convierte en nuestros enemigos. Tienes que comprender que la mayoría de la gente no está preparada para ser desconectada. Y muchos de ellos son tan inertes, tan desesperadamente dependientes del sistema, que lucharían para protegerlo.

(Cifra al agente Smith) Ya sabes, sé que este bistec no existe. Sé que cuando lo pongo en mi boca, Matrix le está diciendo a mi cerebro que es jugoso y dulce. Después de nueve años, ¿sabes de qué me doy cuenta? La ignorancia es la felicidad.

«La esperanza es la quinta esencia de la debilidad humana»

Pink Floyd – Another Brick In The Wall (HQ)

Lifted from «Pink Floyd The Wall» film, this video is actually comprised of two songs: «The Happiest Days Of Our Lives» and «Another Brick In The Wall Pt. 2» This video became the official video of «Another Brick In The Wall Pt. 2» after the release of the film in 1982.

This single is by far Pink Floyd’s greatest ever mainstream success, instantly attaining classic status, and is perhaps their most famous piece of work.

ABINTW Pt. 2 even became the protest song of a group of South African students during the apartheid regime, the song was subsequently banned in South Africa.

The song itself is a protest against the rigidity of British schools, and in particular, the boarding school system Waters would have been part of as a young boy.

The poem read out by the schoolteacher is a direct reference to «Money».

The schoolteacher in this video was portrayed by the late, great, Scottish actor Alex McAvoy who passed away in June 2005.

If you haven’t seen «The Wall» I would Highly recommend you to do so.