Olympus perspective playground. Barcelona 2017.

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Con la tontería del cambio de hora, llegamos sobre las 11:45 de la mañana, junto a una marabunta de ciudadanos Barceloneses y de turistas interesados. Es lo que pasa en esta ciudad. Existe una enorme tribu de aficionados a la fotografía, y a la marca Olympus en particular.

Con la invasión de ultracuerpos, comienzan las colas y la masificación y con ello, las cuatrocientas cámaras disponibles se acaban, y debes decidir si quieres esperar, o bien usar sin complejos tu propia cámara y disfrutar de la magnifica exposición sin mas contratiempos.

Eso es lo que hicimos nosotros y aquí están las fotos para demostrarlo. No son Olympus pero tampoco pasa nada. Algun dia, tal vez caiga en mis manos una olympus pen F. En cualquier caso, recordad que esto se acaba el dia 4 de abril, por lo que todas las huestes de prejubilados que también inundan la ciudad, pueden realizarlo todo sin esperas, por ejemplo, mañana lunes.

Pero al final, esa pared me cautivó y este es el resultado que traigo. Luego poco mas. Nos saltamos algunas exposiciones. Todo estaba petado de zombis con cámaras profesionales de la marca Olympus. 😉 Pero no dejéis de ir, es una experiencia. Luego esta el hospital modernista de Sant Pau. Es un lugar incomparable que requiere una larga visita si o si. Otro día pongo mas fotos…

 

Casablanca. Morocco 2017.

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Enero da para mucho y un viaje a Casablanca es una ocasión especial para disfrutar de un buen hotel y un par de cenas en los lugares mas típicos de la ciudad. Por supuesto, estuvimos trabajando duro y nos merecimos una tarde de asueto buscando una medina que nunca encontramos. En su lugar visitamos una mezquita, paseamos por calles donde encontramos el tipismo de talleres anclados en tiempos pasados y donde tomamos te en la típica tienda de alfombras, entre otras cosas.

Lo especial fue visitar el café de Rick, donde esperábamos encontrarnos con la magia de la película Casablanca. No estaban Rick, ni Sam ni cantamos la marsellesa, pero el lugar rezuma encanto y calidad gastronómica. Probamos y degustamos las mejores especialidades y sin duda el local se merece que lo visiteis, en lugar de cualquiera de los tugurios a los que los guias locales os quieran llevar. Cenamos de maravilla por un precio muy asequible para un europeo.

Las fotos fueron casi robadas en las pocas horas que pasamos allí. Espero que reflejen un país y una ciudad de cuatro millones de habitantes que crece a un ritmo sin igual y donde los negocios con las cercanas metrópolis, proliferan.

Aeropuerto de Moscu. Diciembre 2016. Vodka y Matrioskas.

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Esa semana venia de Perm. A dos horas de vuelo al este de Moscú. Había ido por trabajo, pero no podía irme sin gozar de la experiencia Rusa completa. El vodka forma parte importante de su cultura y a menos 20º centígrados, ni te enteras del numero de chupitos que llevas. Pero no lo toman solo. Lo acompañan con un pescado marinado que le da cien vueltas al mejor sushi. Por eso se puede decir que esta gente controla bastante. Si se equivocan a esta temperatura, no hay solución.

Llegue al aeropuerto moscovita durmiendo unas cuatro horas en total y sin ninguna resaca. El alcohol se evaporó en los cinco minutos de vuelta al hotel. Tenia una misión que cumplir relacionada con unas matrioskas. Al final lo consegui y pude volver satisfecho de mi viaje. Y de regalo unas fotillos preciosas con la Sony RX100-IV. Un lujazo de cámara que me acompaña a todas partes. Modo automático. Aunque hace de todo, los controles me aburren y no son comparables a los de la Ricoh GR… Nadie es perfecto. La subo a toda la resolución de 5472 x 3648 pixels. Si os la bajáis, hacedle un zoom y leeros las lejanas matriculas. Flipante.