Si el que te roba el bolso o el móvil es solo uno y no sale corriendo podemos actuar como la chica del video, patada paralizante en los huevos y cuando cae acabamos con patada lateral de talón en la cara, el resultado es demoledor y a nuestra criterio queda si continuar con la lección o darla por aprendida.
Se demuestra aquí el conocido dicho: “Desde que se inventó la patada en los huevos no hay enemigo pequeño” y también que si los buenos plantan cara a los malos, pueden ganar.