Y hablando de monos, que me dicen de Copito. Aquel orangutan estuvo mucho tiempo entre nosotros. Recuerdo la primera vez que le ví, en el zoo de Barcelona, rodeado de sus hembras y correteando por su jaula entre distraido y aburrido. Si buscais en internet, encontrareis toda su biografia. Llegó a Barcelona hacia 1966 de la mano del primatologo Jordi Sabater Pi y fue sin lugar a dudas uno de los simbolos de la capital catalana hasta su muerte en 2003, victima de un cancer de piel.
En aquellos años en los que nada hacia presagiar, el desarrollo que Barcelona gozaría tras la llegada de la democracia, Copito era una celebridad. Su particularidad albina le convirtió en una gran atraccion. Era único en su especie y por ello; una de las pocas cosas por las cuales esta ciudad podia ser conocida en el mundo. En aquellos dias, no habia nada por lo que esta ciudad pudiese vibrar. No habia proyecto, ni proyección, ni entusiasmo. Barcelona era un solar donde la unica nota amable la ponia Copito. El era en ese momento la unica referencia. Representaba la ilusion de una ciudad que pasaba por sus años mas grises. Fué, en 1967 portada de National Geographic donde le rebautizarían con el nombre que le haría famoso, «copito de nieve». Miles de niños de todo el mundo le conocían y muchos de los que ahora somos adultos, recordamos su imagen con nostalgia.
Ahora bien, que ocurrió tras su fallecimiento? cual fué el destino de los restos de Copito? La historia oficial nos cuenta que tras la necropsia se procedió a la reserva de tejidos para su posterior estudio y que sus restos fueron incinerados. El entierro de sus cenizas, se celebró un 24 de noviembre en el zoo que le vio crecer. Eso fué lo que contaron periodicos y noticiarios. De esta forma se cerró una pagina mas de la historia de la ciudad.Y punto.
No hubo oportunidad de despedida.No hubo posibilidad de expresar nuestro dolor por la perdida. Es que no se merecía algo mejor alguien que habia hecho tanto por la ciudad? No era acaso uno de sus personajes mas ilustres?
Toda la ciudad esperaba una ocasión para decirle adiós. Un lugar adecuado para ello habría sido el Saló de Cent, en el corazon de Barcelona, lugar reservado para grandes exequias, donde sus restos podrian haber sido expuestos en un apropiado ataud.Las colas para rendirle los ultimos honores y despedidas habrian inundado la plaza Sant Jaume y miles de barceloneses habrian expresado así su dolor por la perdida de un ser tan estimado.
Me imagino un multitudinario y emotivo funeral en memoria del que fué hijo predilecto de la ciudad.Llevando el feretro a hombros, una brigada de mossos de escuadra, oficiando el sermon el excelentisimo alcalde sr Joan Clos.
Quien le acompañó en su ultimo y furtivo viaje? Porque se privó a los ciudadanos de este duelo? No habria sido mas adecuado, un desfile por las principales calles de la ciudad en una comitiva funebre formada por sus veterinarios y encabezada por el ilustrísimo presidente por aquel entonces del zoo de Barcelona, sr Jordi Portabella?
Donde reposan sus cenizas en esta noche de lobos? En que húmedo rincon del zoo, descansan los restos del que fue nuestro mas insigne personaje en los oscuros años del tardofranquismo? Porque no se habilitó un mausoleo adecuado en algun lugar del parque de la Ciutadella? Todos los que lo recordamos podriamos rendirle alli nuestro mas sentido homenaje.
En fin, nos hurtaron el ultimo adios multitudinario que su figura merecia y me pregunto porque todo el proceso fue casi silenciado a los ojos del gran publico. ¿No fué acaso su contribución al conocimiento y difusion de la imagen de Barcelona, lo que le hizo digno merecededor de un funeral de estado? ¿Que les atemorizaba tanto? El era solo un mono, ¿fue por eso? A veces las comparaciones son odiosas para algunos. Sirvan estas lineas como una última y sentida necrologica; siempre permaneceras en nuestro recuerdo. Requiest in pace Copito.