Gertrude Stein fué una figura clave del ambiente artístico y literario de su tiempo. A través de un estilo marcado por repeticiones de palabras quiso traducir a la literatura el cubismo de la pintura abstracta. Sin embargo, críticos como Ernest Hemingway le reprocharon haber rehuido el esfuerzo de corregir minuciosamente sus textos y de posteriormente mejorar su calidad literaria. Con sus escritos, Stein pertenece al movimiento vanguardista del siglo XX. Su frase «Rose is a rose is a rose»(traducida habitualmente como «una rosa es una rosa es una rosa», parte del poema «Sacred Emily» contenido en el volumen «Geography and Plays», de 1913) acuñó su propio estilo, llamado «Litismo», una especie de tautología verbal.
Residente en Francia desde 1903, su casa se convirtió en centro de reunión de los movimientos de vanguardia con mayor influencia en las artes y las letras del siglo XX. En 1925 obtuvo notoriedad con Ser norteamericanos. Su obra, que abarca el ensayo, la autobiografía, la poesía y el teatro, se caracteriza por un alto nivel experimental y se la considera una renovadora del género memorialístico por textos como la Autobiografía de Alice B. Toklas (1933), y la Autobiografía de todo el mundo (1937). Fue una mujer de fuerte personalidad, feminista y lesbiana, que convivió más de 25 años junto a su pareja Alice B. Toklas (30 de abril de 1877 – 7 de marzo de 1967).
El Retrato de Gertrude Stein (1906, Metropolitan Museum, Nueva York) marca el final del período rosa y el comienzo de una nueva época. Picasso lo había iniciado en primavera, pero no estaba satisfecho con él y, después de más de ochenta sesiones, lo dejó inconcluso. Tras las vacaciones de verano, pasadas en Gósol (Lleida), inesperadamente y sin modelo, modificó el rostro y lo dio por concluido. La dureza de los rasgos de la cara de Gertrude Stein en este retrato marca la transición de la época rosa hacia el incipiente cubismo. Parece que Picasso recibió muchas críticas por este cuadro, pero su respuesta se ha hecho célebre: «Todos creen que no se parece en nada a su retrato; pero no os preocupéis, al final logrará parecerse exactamente a él.» Lo que quería decir Picasso es que el arte modifica los hábitos perceptivos, siendo la familiaridad con el código de representación lo que permite establecer una identidad entre la imagen y su modelo. La anécdota ilustra las palabras de Apollinaire cuando afirmaba: «Los poetas y los artistas determinan de común acuerdo el aspecto de su época, y el porvenir dócilmente se amolda a sus deseos.» Efectivamente, hoy nos resulta difícil no reconocer en el cuadro a Gertrude Stein.
Fuentes: Wikipedia y Biografias y Vidas. La foto es la que hice del cuadro en el MET en 2008.
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