
Pasarás por mi vida sin saber que pasaste. Pasarás en silencio por mi amor y, al pasar, fingiré una sonrisa como un dulce contraste del dolor de quererte… y jamás lo sabrás. Soñaré con el nácar virginal de tu frente, soñaré con tus ojos de esmeraldas de mar, soñaré con tus labios desesperadamente, soñaré con tus besos… y jamás lo sabrás.
Quizás pases con otro que te diga al oído esas frases que nadie como yo te dirá; y, ahogando para siempre mi amor inadvertido, te amaré más que nunca… y jamás lo sabrás. Yo te amaré en silencio… como algo inaccesible, como un sueño que nunca lograré realizar; y el lejano perfume de mi amor imposible rozará tus cabellos… y jamás lo sabrás.
Y si un día una lágrima denuncia mi tormento,—el tormento infinito que te debo ocultar—,te diré sonriente: «No es nada… ha sido el viento».Me enjugaré una lágrima… ¡y jamás lo sabrás!
José Ángel Buesa (Cienfuegos, Cuba 1910-Santo Domingo, República Dominicana, 1982)



