Spiderman, 50 años ya del trepamuros.

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¿Que niño o adolescente de los años 60 podia resistirse a un superheroe tímido y acomplejado que era acosado en su escuela por los matones del lugar, y que por las noches recorria las azoteas de Nueva York, atizando a todos los enemigos que se cruzaban en su camino? Yo desde luego, no. Y spiderman se convirtió en mi superheroe preferido con diferencia.

Aun recuerdo con nostalgia aquella edicion cuadrada de las aventuras del trepamuros que me costo años reunir en librerias de compra venta de comics que y me vendí entera en un infausto dia a la edad de 14 años a un tal Vilaplana. Desde entonces todavia me doy de cabezazos al respecto, y ya han pasado unos años.

De hecho, no he vuelto a conseguir reunir nunca una colección completa del trepamuros y aunque guardo y atesoro comics desde los años 70’s, esta es una tarea pendiente que tal vez algun día deba completar.

Las aventuras de Spiderman son algo diferente de los superheroes al uso. Nuestro heroe tiene problemas de todo tipo y su vida no es facil. Cuando consigue sobresalir en su lucha contra el crimen en Nueva York, su vida personal se va al garete víctima de la imposibilidad de atender apropiadamente a las personas a las que estima.

Obsesionado por conservar su identidad secreta, Peter Parker vive una doble vida que deja en mantillas, cualquier otra doble vida que podais imaginar. En su caso, una fina tela de araña separa su vida personal, de sus responsablidades como superheroe.

Analizando la frase, «Un gran poder, conlleva una gran responsabilidad» vemos la honda preocupación que maneja su vida por ser capaz de dar lo maximo de sí, con los dones que se le han otorgado. ¿Acaso, no sentimos nosotros lo mismo? ¿Acaso no luchamos todos para evitar desperdiciar esta vida que nos ha tocado? ¿No luchamos para dar lo mejor de nosotros mismos en las circunstancias que nos ha tocado vivir?

Spiderman va mas allá y supera sus limitaciones  en un dia a dia lleno de peligros y enemigos que le ponen contra las cuerdas y le hacen explorar constantemente sus limites. Spiderman se aleja de su zona de confort y se arriesga cada dia contra nuevos adversarios, situaciones estresantes y dramas personales que se entremezclan de forma ininterrumpida.

No hay tregua ni descanso para el. Siendo su pasión extrema por llevar a cabo su misión en las calles de Nueva York, aun a riesgo de su propia vida personal, y por encima de cualquier otra motivación, la gran piedra de toque de las aventuras de un oscuro adolescente de Manhattan.

Quien no recuerda la muerte de Gwen Stacy cayendo desde uno de los pilares del puente de Broklyn. O el fallecimiento de su tio Ben, en el primer número, a manos de un ladronzuelo que casualidades del destino, Spiderman rechazó perseguir. Siendo uno de los comics mas inspiradores que jamas hayamos leido, Spiderman se convierte en un icono de esta cultura universal que trasciende hasta nuestros dias.

¿Y quien no puede recordar a sus enemigos? alter egos de los fantasmas que a todos nos ha tocado enfrentar, exagerados hasta su esencia máxima y convertidos en redundantes adversarios que vuelven una y otra vez. Ellos tambien contribuyen y se entremezclan con la vida personal de nuestro heroe. Como Octopus, que corteja a su tia May o el Duende Verde que conoce su secreto, pero que a pesar de morir, vuelve para atormentarle, o el Lagarto o la masiva presencia de Kingpin…

Luego vinieron el cine y las peliculas e incluso alguna serie de television de pobre recuerdo, pero yo me quedo con el comic, que espero reencontrar en alguna recopilacion con cara y ojos, que nos ofrezca la magia de este personaje salido una vez mas de la mente de Stan Lee y de un puñado de grandes guionistas y dibujantes como Steve Ditko, John Romita, John Romita Jr y mas recientemente Dan Slott, Humberto Ramos y Marcos Martin.

Y por encima de todo, las calles de Nueva York, de Manhattan. Sus tejados, sus depósitos de agua, la mezcla de razas y personalidades de sus gentes. Un continuo desfile de su paisaje e iconografía en unas tiras de comic que guardan la esencia de una ciudad inmortal, objeto de admiración para nuestra generación ¿Como no iba a atraparnos para siempre el trepamuros, en aquellos años grises de nuestra infancia? Felicidades Spìderman !!

 

 

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