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En una semana donde una otitis pertinaz me puso la oreja como un pimiento y mientras extraños líquidos pestilentes supuraban de mi oído, la búsqueda de la verdad en forma de LP se retrasaba.

Siempre hay que convencer al medico de que se requiere tratamiento. Su dogma actual, ya sabéis, es que hemos abusado de los antibióticos y como un mantra se lo repiten cuando se van a dormir, cada noche, murmurando su letanía infernal dictada por la OMS. Cuando os atienden en la consulta, sueltan sus salmos y os dan unas gotas que poco se diferencian de otros placebos, cuando la infección y la inflamación se apoderan y anidan en vuestros cuerpos dispersos.

Al día siguiente, cuando ya sois el pasto de una batalla por la supremacía bacteriana y visibles síntomas os convierten en monstruos de feria, entonces si, asustados recurren a los antibióticos con un sentimiento de culpa. Sabiendo que le han fallado al karma y que deberán hacer penitencia.

Luego vino la inteligencia artificial que va a convertiros a todos en carne de renta mínima universal. Y otros muchos menesteres me mantuvieron ocupado y transido. Por fin hoy fui capaz de cambiar el ciclo y ya me he hecho con el álbum en cuestión en mi tienda de discos mas cercana.

Habréis leído y oído muchos unboxings. Todo el mundo dice que es una maravilla. Es como si todos los cincuentones nos hallamos puesto de acuerdo. Sencillamente el disco es genial. Nunca se ha oído tan claro, tan preciso y tan límpido. Es como un primer regalo de cumpleaños. Han pasado también 50 años para ti, y si estabas vivo en el 67, esto se merece una celebración. No lo dudes, cómpratelo en cualquiera de las versiones. Hay de todos los precios.