Un hombre escribió a un hotel de campo preguntando si aceptaban perros.
Recibió la siguiente respuesta:
Estimado Señor, trabajo en hoteles desde hace treinta años.
Nunca he tenido que llamar a la policía para echar un perro borracho en medio de la noche.
Ningún perro ha intentado darme un cheque sin fondos.
Jamás un perro incendio una manta fumando.
No he encontrado ninguna toalla del hotel en la maleta de un perro.
Su perro es bienvenido.
Si el perro da garantías sobre usted, puede venir con él.