Una vez, hace unos años, estuve en Budapest y perdí todas las fotos. Ocurrió con mi antigua camara Nikon coolpix 880. A la vuelta, visualicé las fotos por la tele y luego, unos dias despues,  pensé que ya las habia traspasado al ordenador y formateé la tarjeta flash. Un desastre que no me podía pasar esta vez.

En mi viaje de este agosto, hice todas las fotos. Mas allá de cualquier riesgo, decidí dejar la camara en el hotel en una cena de negocios, que sorpresivamente nos llevó a la ciudadela de noche donde se podían efectuar las fotografias nocturnas definitivas del viaje. Una vez mas los hados se confabulaban contra mí en esta ciudad.

Pero nada de esto me detendrá. Volveré a Budapest y finalizaré lo empezado.Ya os contaré. De todas formas, la ciudad, el ambiente, la comida, lo merecen.