Desde el 1989, veinticuatro años de historia contemplan la masacre y las matanzas que se produjeron un 4 de junio de ese año en la plaza Tian An Men. Aquellos jovenes que reivindicaban mas democracia y libertad, y que hicieron de esa plaza su lugar de protesta y de reivindicación contra un regimen opresor que solo supo responder con el terror, la violencia y la muerte.
Es curioso como las historias se repiten hoy y ayer en todas las ciudades y culturas del mundo, desde Pekin a Estambul, El Cairo o Madrid. Siendo la respuesta de las clases dirigentes las mismas. Cargando contra los líderes de los movimientos reivindicativos, masacrando y persiguiendo a una juventud que exige cambiar las bases de esta sociedad donde unos pocos privilegiados usurpan la democracia y protegen sus intereses y los de las clases dominantes a las que sirven. Llameseles, Banca, Ejercito, Iglesia, Estado, etc.
Algun día llegará una sociedad mas justa donde podamos ser libres y donde los derechos de los pueblos y sus gentes no deban pagarse con sangre derramada en plazas como la de Tian An Men. Mientras tanto, seguiremos trabajando para la utopia aunque nadie nos escuche.