Cada año por estas fechas cuando llegan las fiestas de Gràcia en Barcelona, me pregunto que es lo que impulsa a unas personas a gastar su tiempo y sus energías montando una fiesta que «esencialmente» era un encuentro vecinal pero que se convierte en un acto multitudinario que atrae a sus calles a miles de personas.
Tal vez la nostalgia de años pasados – que ya nunca volverán- por sentarse a la puerta de su casa y charlar con los vecinos o jugar una partida de domino. Me parece imposible que en las cenas o torneos de domino que se hacen en todas las calles, alguien pueda sentirse a gusto o recordar el pasado mientras le rodean y observan cientos de paseantes.
En esta fiesta. los grandes beneficiados son los bares y restaurantes de las zonas engalanadas. Destacan sobre todos ellos los bares de las plazas, Sol, Diamante, Virreina, o Rius i Taulet, entre otras. Esto me lleva a pensar si no serán ellos, los de los bares del barrio, los verdaderos promotores de las fiestas y no las asociaciones de vecinos.
Deberíamos preguntar, por qué estas fiestas están subvencionadas por el Ayuntamiento de Barcelona y no por los bares y restaurantes de la zona. El que quiera fiestas que se las pague. En tiempo de crisis, mejor seria destinar estas subvenciones a comedores o alimentos para los más desfavorecidos, por ejemplo.
Muchos vecinos y comerciantes de Gràcia contrarios a estas fiestas, aprovechan estos días, si pueden, para disfrutar sus vacaciones y huir de unas calles que son invadidas por todos los ciudadanos y turistas que acuden en masa a este y a cualquier evento que se celebre en Barcelona que sea «gratis» .
Cuando cae la noche, los zombies, digo, los visitantes se mueven cansinamente por las calles, normalmente no son peligrosos solo hacen fotos o beben cerveza. En algunas calles se celebran las fiestas alternativas de los grupos de okupas/náufragos residentes en el barrio. Al final de la noche, la distracción mayor es enfrentarse con la policía cuando ordenan retirada y recorrer algunas calles dándose hostias.
Después, al retirarse los visitantes a sus casas, contentos/borrachos, no lo hacen silenciosamente si no que acostumbran a ir cantando/vociferando, ademas como les aprieta la cerveza bebida, mean entre los containers o en cualquier portal. Este año algunas calles han contratado servicios de seguridad para evitar que los gamberros roben o estropeen sus decoraciones.
Todos estos sucesos, además de apestar y ensuciar las calles, molesta el descanso de los vecinos que nada tienen que ver con la fiesta. Tal vez, los damnificados deberíamos pensar en algún tipo de tiro al zombie, ya que no podemos dormir al menos distraernos un poco.