
Tal vez la nostalgia de años pasados – que ya nunca volverán- por sentarse a la puerta de su casa y charlar con los vecinos o jugar una partida de domino. Me parece imposible que en las cenas o torneos de domino que se hacen en todas las calles, alguien pueda sentirse a gusto o recordar el pasado mientras le rodean y observan cientos de paseantes.
En esta fiesta. los grandes beneficiados son los bares y restaurantes de las zonas engalanadas. Destacan sobre todos ellos los bares de las plazas, Sol, Diamante, Virreina, o Rius i Taulet, entre otras. Esto me lleva a pensar si no serán ellos, los de los bares del barrio, los verdaderos promotores de las fiestas y no las asociaciones de vecinos.
Deberíamos preguntar, por qué estas fiestas están subvencionadas por el Ayuntamiento de Barcelona y no por los bares y restaurantes de la zona. El que quiera fiestas que se las pague. En tiempo de crisis, mejor seria destinar estas subvenciones a comedores o alimentos para los más desfavorecidos, por ejemplo.
Muchos vecinos y comerciantes de Gràcia contrarios a estas fiestas, aprovechan estos días, si pueden, para disfrutar sus vacaciones y huir de unas calles que son invadidas por todos los ciudadanos y turistas que acuden en masa a este y a cualquier evento que se celebre en Barcelona que sea «gratis» .
Cuando cae la noche, los zombies, digo, los visitantes se mueven cansinamente por las calles, normalmente no son peligrosos solo hacen fotos o beben cerveza. En algunas calles se celebran las fiestas alternativas de los grupos de okupas/náufragos residentes en el barrio. Al final de la noche, la distracción mayor es enfrentarse con la policía cuando ordenan retirada y recorrer algunas calles dándose hostias.
Después, al retirarse los visitantes a sus casas, contentos/borrachos, no lo hacen silenciosamente si no que acostumbran a ir cantando/vociferando, ademas como les aprieta la cerveza bebida, mean entre los containers o en cualquier portal. Este año algunas calles han contratado servicios de seguridad para evitar que los gamberros roben o estropeen sus decoraciones.
Todos estos sucesos, además de apestar y ensuciar las calles, molesta el descanso de los vecinos que nada tienen que ver con la fiesta. Tal vez, los damnificados deberíamos pensar en algún tipo de tiro al zombie, ya que no podemos dormir al menos distraernos un poco.




El tanatorio de Collserola en Barcelona es propiedad de Serveis Funeraris de Barcelona S.A., empresa mixta participada en un 51% por el Ayuntamiento de Barcelona y en un 49% por el grupo Mémora.



Leo con asombro en la prensa que el Ayuntamiento de Salou (Tarragona) pide ayuda a los responsables de Turismo de la Generalitat para elaborar un plan estratégico que mejore la deteriorada imagen de Salou tras el festival Saloufest que atrajo la pasada Semana Santa a 8.000 estudiantes británicos y que dio lugar a un sin fin de borracheras callejeras y desmanes varios.
Decido lavar el coche. Cuando voy hacia el garaje, veo que hay correo en la mesita de la entrada. Doy un vistazo a las cartas antes de lavar el coche. Dejo las llaves del coche sobre la mesita, voy a tirar los sobres vacíos en el cubo de la basura y me doy cuenta de que esta lleno. Dejo las cartas, entre las que hay una factura, en la mesita y llevo el cubo a vaciar en el contenedor. Entonces pienso que, ya que voy al contenedor, puedo pagar la factura con un cheque y echarlo en el buzón que esta al lado del contenedor. Saco mi talonario de cheques y veo que solo queda uno. Voy al despacho a buscar otro talonario y encuentro sobre la mesa la Coca Cola que estaba bebiendo y había olvidado. Decido llevarla a la nevera para enfriarla. En la cocina me doy cuenta que el jarrón con las flores esta sin agua. Dejo la Coca Cola sobre el mármol y descubro mis gafas de leer que he estado buscando toda la mañana. Decido llevarlas a mi despacho y, después, poner agua a las flores. Llevo las gafas al despacho, lleno una jarra con agua en la cocina y, entonces, veo el mando del televisor. Alguien se lo ha dejado en la cocina. Me acuerdo de que anoche lo estuvimos buscando como locos. Decido llevarlo al salón porque esta noche cuando vaya a ver la televisión no me acordare que esta en la cocina, pero antes pondré agua en el florero. Echo agua a las flores pero derramo una parte en el suelo. Entonces dejo el mando sobre la mesa y cojo unos trapos para secar el agua. Voy hacia el hall tratando de recordar que es lo que quería hacer con estos trapos. 