Como ya sabéis por los post de Leones en la noche en el Kruger National Park y el de Entre rinocerontes. Hlane Royal National Park. Swaziland, estuvimos en Sudáfrica el Octubre pasado, el viaje nos ofreció muchas experiencias para contar, una de ellas fue el asistir desde muy cerca al espectáculo de una leona saciando su apetito en las entrañas de una jirafa.
El reino de Swaziland incrustado entre Mozambique y Sudáfrica, es uno de los países más pequeños de África, su superficie es inferior a la del Parque Nacional Kruger en Sudáfrica. Es el reino de Mswati III, uno de los últimos tres monarcas africanos, la monarquía tiene sus detractores, pero, combinada con la resistencia que ha distinguido a los suazis a lo largo de la historia contra los bóers, los británicos y los zulúes, ha alimentado un fuerte orgullo nacional, algo que se evidencia en la ceremonia del Incwala en la que el rey permite a sus súbditos consumir las primeras cosechas del nuevo año y en la danza Umhlanga, un baile de debutantes de una semana de duración para las jóvenes suazis en edad de casarse y una exhibición de potenciales esposas del rey.
Aquí se encuentra el Hlane Royal National Park, antigua reserva real de caza, hogar de leones,guepardos, elefantes, antílopes y rinocerontes blancos. Es precisamente el rinoceronte blanco a quien queríamos encontrar en este parque en donde se pueden efectuar recorridos a pie para observarlos desde poca distancia.
Antes de empezar el recorrido, un ranger del parque nos dio unas instrucciones para que el paseo fuera seguro, el ranger no iba armado, solo llevaba un palo mágico que, según él, nos protegería de cualquier ataque.
Debíamos marchar tras él en fila india y en silencio, los rinocerontes tienen buen olfato pero mala vista.
Si el ranger levantaba el brazo con el puño cerrado, todos quietos y en silencio.
Si un rinoceronte se dirigía hacia nosotros, no debíamos correr, ellos son mucho más rápidos que nosotros.
El nos indicaba cuando podíamos dejar la fila india para hacer las fotos.
Durante el recorrido encontramos varias parejas de rinocerontes, algunas con su cría, entonces permanecíamos quietos y dejábamos que siguieran su camino, también vimos hipopótamos en un río cercano. Después de unas dos horas de marcha llegamos a un claro en el que se hallaba un grupo de unos doce ejemplares con varias crías.
Allí nos desplegamos para la sesión de fotos, los rinocerontes nos olían, sabían que estábamos allí pero no parecían sentirse amenazados. Sin embargo, en varias ocasiones pudimos percibir su tensión y ver como se encaraban hacia nuestro grupo.
Estos momentos, junto con el de los leones nocturnos del Kruger y alguno más, son los que uno espera encontrar cuando emprende un viaje a África.
Aquella noche, las estrellas no brillaban en el cielo africano, era una negra y fría noche. Los focos del vehículo atravesaban la oscuridad iluminando los leones que nos rodeaban, era un grupo numeroso y los rugidos que oíamos nos indicaban que otros se ocultaban en las sombras. La adrenalina invadió nuestro cuerpo cuando una leona corrió hacia el vehículo, parecía que iba a atacarnos, pero no, solo iba al encuentro de otra leona en la trasera del vehículo.
Los leones son animales muy hermosos, imponentes, cuando los tienes cerca aun parecen mas imponentes y entiendes por que le llaman El Rey de la selva. Aunque es sabido que los animales huyen del hombre (salvo que se sientan amenazados) y no atacan a los vehículos (porque ven un volumen superior a ellos), siempre pienso que si alguna vez, un león entrara en un vehículo (solo tendría que saltar) la carnicería seria grande.
En el Satara Rest Camp del Kruger National Park en South Africa, existe la posibilidad de efectuar un safari nocturno en un vehículo 4×4 abierto, provisto de focos y conducido por un ranger armado. Esta facilidad no es muy habitual en los parques nacionales de África, donde es norma que después de las 6 de la tarde, a excepción de los rangers, no se permita circular.
Por la noche y al amanecer es la mejor hora para ver a los animales en movimiento, ya sea cazando, apareándose o jugando. Durante el día, cuando el sol aprieta, los animales dormitan a la sombra y si los encuentras, casi siempre están tumbados.
La experiencia fue muy interesante, ademas de contemplar impalas, kudus, springboks, elefantes, cebras, jirafas, águilas y demás fauna, tuvimos la suerte de topar con el grupo de leones citado anteriormente. Pudimos ver a los machos aparearse con las leonas, como es habitual los encuentros son cortos pero continuos, vimos a las madres jugar con sus cachorros y también estuvimos viéndolos acechar un antílope.
Las condiciones no eran buenas para las fotos pero he intentado transmitir la magia del momento.