Fue el psicólogo maltés Edward de Bono quien primero acuñó la expresión “pensamiento lateral” para referirse a un proceso diferente al pensamiento normal, lineal o directo al que estamos acostumbrados. En la forma tradicional de razonar progresamos lógicamente de un paso al siguiente. En el pensamiento lateral, sin embargo, deberemos deliberadamente abandonar este proceso, lo que nos obligará a dejar de lado ciertas inhibiciones. Gracias a esto podremos resolver los problemas que se nos presenten de maneras diferentes.
Con su libro «Ejercicios de pensamiento lateral» el ingeniero británico Paul Sloane se convirtió en el más famoso creador de acertijos, muchos de ellos se han convertido en clásicos del pensamiento lateral.
Para comenzar, he aquí dos de los más viejos y conocidos problemas de pensamiento lateral.
1- El hombre en el ascensor
Un hombre vive en el décimo piso de un edificio. Cada día toma el ascensor hasta la planta baja para dirigirse al trabajo o ir de compras. Cuando regresa, siempre sube en el ascensor hasta el séptimo piso y luego por la escalera los restantes tres pisos hasta su apartamento en el décimo. ¿Por qué lo hace?
2 – El hombre que se ahorcó
Encontramos un gran granero de madera. El granero está totalmente vacío, excepto por un hombre que cuelga de la viga central. La soga con la que se ahorcó mide tres metros, y los pies penden a treinta centímetros del suelo. La pared más cercana se encuentra a seis metros. No es posible trepar ni a las paredes ni a la viga, y sin embargo el hombre se ahorcó a sí mismo. ¿Cómo lo hizo?