Siempre recordaremos a Neil Armstrong.
A las 7,32 horas de este lunes, el Mars Science Laboratory de la NASA, más conocido como Curiosity, ha aterrizado en Marte y ya ha enviado las tres primeras imágenes del Planeta Rojo, según ha informado la NASA.
Después de un viaje de 567 millones de kilómetros, el vehículo explorador ha amartizado con éxito y ha dado comienzo a una misión que durará dos años y que pretende buscar pruebas de vida.
La agencia espacial estadounidense NASA ha confirmado que el artefacto, de una tonelada de peso, ha realizado con éxito una compleja maniobra conocida como «los siete minutos de pánico», que es el tiempo que pasa desde su ingreso en la atmósfera marciana -donde ha entrado a una velocidad de 21.240 kilómetros por hora- hasta su aterrizaje en el cráter Gale.
Tal como se había planificado, la cápsula desplegó un gigantesco paracaídas cuando estaba a unos 11.000 metros de altura para frenar el descenso. A unos 20 metros del suelo, una grúa bajó el Curiosity, que desplegó sus seis patas de ruedas para posarse suavemente sobre la superficie de Marte.
Su objetivo es recorrer el interior del cráter Gale durante al menos un año marciano, 687 días, estudiando el clima y la meteorología marcianos, recoger datos para una hipotética futura misión tripulada, y ver si en el pasado Marte fue habitable.
Daamian Denys, investigador de la Universidad de Ámsterdam (Holanda), se dedica a la estimulación cerebral profunda, una técnica que implanta electrodos en el interior del cerebro y que es tan efectiva en el tratamiento de trastornos psiquiátricos que no está exenta de dilemas neuroéticos.
¿En qué consiste la estimulación cerebral profunda?
En una técnica en la que implantamos un par de electrodos en el interior del cerebro y somos capaces de eliminar los síntomas de la depresión o el trastorno obsesivo–compulsivo en cuestión de minutos o días.
¿Minutos o días?
Así es. De momento solo se aplica a pacientes a los que nos les funcionan los tratamientos con fármacos convencionales y llevan muchísimos años enfermos.
¿Es una técnica novedosa?
Es un tratamiento seguro y efectivo que se utiliza en pacientes con trastornos del movimiento desde hace ya más de 20 años. A fecha de hoy ya se han beneficiado de sus efectos unos 85.000 enfermos de párkinson. En 2000 se empezó un ensayo experimental en pacientes con trastornos compulsivos y se observó un efecto impresionante. Ya llevamos unos 500 enfermos tratados en este tiempo.
Parece un número relativamente pequeño al lado de la cantidad de pacientes tratados con párkinson
Y más aún si tenemos en cuenta que los trastornos psiquiátricos afectan a mucha más gente que la enfermedad de Parkinson, hasta a un 5% de la población. Esta reticencia es normal y es debido a que el tratamiento de trastornos del movimiento no tiene ninguna connotación ética y en cambio la estimulación cerebral profunda en trastornos psiquiátricos sí.
¿Qué problemas éticos presenta?
El problema principal es su efectividad. Imagina que eres un padre de familia con mujer e hijos y que llevas deprimido y postrado en el sofá los últimos 30 años. Comienzas el tratamiento y de repente un buen día llegas a casa y eres activo, te interesa todo, sales y compras billetes a París para toda la familia porque quieres ver el Louvre. Los síntomas desaparecen y la gente realmente cambia mucho en muy poco tiempo. Para la familia, el trabajo y el ambiente en general este cambio es tan brutal que puede producir hasta una sensación de amenaza.
¿Cómo se puede solucionar este problema ético?
La neuroética no es algo que se pueda resolver, es una actitud, es como el sentido de la vida al que te enfrentas continuamente. Lo primero de todo es que el paciente sea consciente de los cambios personales que va a experimentar. Lo segundo es tomar buenas decisiones, y esto pasa por crear comités e informar correctamente a la familia. En realidad, con los fármacos funciona igual pero la aceptación es mayor porque el cambio es menos masivo.
¿Si esta técnica es tan efectiva contra la depresión, fármacos como el Prozac formarán pronto parte del pasado?
De momento no, porque solo la usamos como última opción. Esta técnica es muy invasiva y no sería ético tratar a una chica de 20 años con anorexia sin antes haber probado los tratamientos con fármacos convencionales. El dilema está en cuándo cambiar el criterio. ¿Cuánto tiempo se debe tratar alguien con Prozac sin obtener ninguna mejora antes de considerar la estimulación cerebral profunda? Es una pregunta difícil de responder.
¿Por qué es tan distinta la eficacia de esta técnica respecto a los fármacos?
Los resultados que obtenemos son tan increíbles que están cambiando el concepto que tenemos del cerebro y sus trastornos. En realidad el Prozac cambia la química cerebral en cuestión de minutos y hasta ahora pensábamos que los efectos tardaban tanto tiempo en aparecer porque en la depresión estaban implicados muchos otros mecanismos, por ejemplo, la síntesis de nuevos receptores neuronales.
¿Y no es así?
No lo sabemos aún. A priori parece normal que una enfermedad crónica conlleve una recuperación lenta, pero con esta técnica cambiamos el cerebro de una manera absolutamente directa y rapidísima. Asumimos que con la estimulación eléctrica atacamos a la parte más básica de la patología y que la dopamina y la serotonina, que hasta hoy creíamos que eran algo causal en la depresión mayor, en realidad pueden ser un efecto secundario de la enfermedad.
Siempre se habla del cerebro como una interacción compleja entre muchas redes y núcleos neuronales. ¿No es contradictorio que se implanten los electrodos en una zona concreta y su efecto sea tan global?
El cerebro es como un conjunto de autopistas que conecta muchas ciudades. Con la estimulación eléctrica a partir de los electrodos lo que hacemos es alterar el tráfico de una de las autopistas por lo que, en realidad, se cambia el de todas las ciudades.
¿Estos electrodos son visibles?
No. Están implantados en el interior del cerebro y no se ven. Normalmente se colocan dos, uno en el hemisferio derecho y otro en el izquierdo. Y se conectan por un cable que pasa por debajo la piel hasta unas baterías también debajo de la piel. A simple vista no ves nada. Yo podría ser implantado y no lo verías.
¿Y los electrodos se implantan en el mismo lugar del cerebro en todos los pacientes y todas las patologías?
Cada electrodo tiene cuatro puntos de contacto que se pueden activar de manera independiente, por lo que hay muchas posibilidades. Además, en función del trastorno y el paciente la zona del cerebro del implante puede cambiar. También es cierto que distintas enfermedades pueden originarse por un mismo circuito neuronal disfuncional. Aún estamos en fase de exploración.
¿Esta técnica cura?
La estimulación ha de ser continua y así el ánimo de la persona se mantiene perfectamente. Si se detiene, el paciente recae en la enfermedad.
¿Tiene efectos secundarios al margen de las consideraciones éticas?
Los propios relacionados con una cirugía: riesgo de infección y sangrado en un 1% de los casos, pero son mínimos. También se ha de ajustar bien la estimulación eléctrica. Si la intensidad es demasiado alta el paciente se puede volver impulsivo o agresivo, pero es cuestión de bajar el voltaje y los efectos desaparecen. Ningún paciente ha dejado el tratamiento por los efectos secundarios.
¿Cómo ve el futuro de esta técnica?
Es una gran oportunidad. La estimulación cerebral profunda no servirá solo para curar sino también para definir la base neurológica de los trastornos psiquiátricos. Además, en poco tiempo hemos pasado de una a diez compañías farmacéuticas que están desarrollando esta tecnología, por lo que los dispositivos mejorarán. Debemos hacer algo con la gran cantidad de población que padece trastornos psiquiátricos severos y esta técnica puede ser la solución.
Localización: España
La capacidad del cerebro para aprender y adaptarse se puede estudiar a través de los videojuegos. Es lo que hace Daphne Bavelier, cuyos trabajos prueban que los jugadores de videojuegos de acción –y no de los sociales o de estrategia–, perciben los detalles importantes más rápidamente y toman decisiones más precisas. Ha presentado sus resultados en el octavo congreso de la Federación Europea de Sociedades de Neurociencia.
¿Los videojuegos de acción son ‘buenos’ o ‘malos’?
Los videojuegos entrenan muchas funciones del cerebro, como la capacidad de atención y la toma de decisiones rápidas y precisas. Las personas que juegan con ellos refuerzan, sin saberlo, muchas de sus habilidades cognitivas, sensoriales y espaciales.
¿Cómo puede un neurocientífico estudiar el cerebro con videojuegos?
El videojuego es una herramienta. Cuando somos pequeños tenemos una gran capacidad de aprendizaje que vamos perdiendo a medida que nos hacemos mayores. Mi equipo de investigación quiere entender cómo potenciar con ellos la plasticidad cerebral, es decir, la capacidad de aprender y adaptarnos a los cambios en la edad adulta y hasta en la vejez.
¿Y qué pasa si se pierde plasticidad cerebral?
Hay muchas enfermedades neurológicas que están basadas en una pérdida de plasticidad cerebral, por ejemplo, el autismo. Sería un gran avance entender cómo la falta de plasticidad puede causar una patología, y cómo modular a través del entrenamiento los mecanismos y las moléculas implicadas.
¿Se utilizan videojuegos con finalidad terapéutica?
Se están empezando a utilizar en algunos hospitales para mejorar la recuperación del habla tras un infarto cerebral y también como herramienta para potenciar y amenizar el aprendizaje de los niños. Hay una escuela en Nueva York en la que los alumnos aprenden matemáticas y física diseñando ellos mismos videojuegos. Espero que en breve haya más.
¿Ya saben cómo los de acción influyen en la plasticidad?
Todavía no. Este es uno de nuestros principales objetivos, conocer los mecanismos moleculares mediante los que los videojuegos mejoran la capacidad de aprender. De esta manera podremos diseñar juegos específicos en función de las necesidades de cada persona.
¿Un videojuego para cada necesidad?
Es más complicado que eso porque cada persona tiene un patrón de juego distinto. Cada uno juega a su manera por lo que un mismo juego puede no ser útil para dos individuos con la misma necesidad. Por ejemplo, hemos visto que los niños con trastornos de déficit de atención no se benefician como el resto de los videojuegos de acción.
Algunos videojuegos de acción han generado mucha polémica por su agresividad. ¿Han observado si la violencia también cambia el cerebro?
Todavía no sabemos si el aumento de plasticidad cerebral es independiente de esta violencia. Es una pregunta muy importante que necesita una respuesta empírica. Ahora mismo estamos desarrollando videojuegos de acción que no sean violentos. Quizás la violencia promueve cambios en la química neuronal que son necesarios para la plasticidad, aún no lo sabemos.
¿Cómo empezó a investigar con videojuegos?
Por pura casualidad. Uno de mis estudiantes estaba desarrollando un test para estudiar el cerebro de personas sordas, que era a lo que me dedicaba hace años, y no le salían los resultados esperados, ni a él ni a sus compañeros. Cuando yo lo probé, sí que me dio exactamente lo esperado. Nos dimos cuenta que tanto él como sus colegas eran compañeros de videojuegos y que tenían el cerebro distinto al mío.
¿Cuál es su videojuego preferido?
La verdad es que a mí no me gustan los videojuegos, no les veo la gracia. Yo disfruto más estudiando a los jugadores.
“El mensaje que enviaría a los padres preocupados porque sus hijos pierden mucho tiempo con los videojuegos es que no son tan malos como pueden parecer –comenta Bavelier–. Mejoran el aprendizaje y la atención de sus hijos, aunque, evidentemente, nada es bueno en exceso“.
Los resultados de Bavelier muestran que las personas que juegan a videojuegos de acción aprenden “hasta el doble de rápido a hacer algunas tareas”. Esta mejora no se produce con otros videojuegos, como los de estrategia o los sociales.
Bavelier explica que nuestro cerebro funciona mediante ‘inferencia probabilística’: “Recoge información del entorno, la ordena y continuamente calcula la probabilidad de que ocurran futuros eventos”. Un ejemplo es la conducción, donde continuamente hemos de predecir la actitud de la persona de enfrente. “Los jugadores de videojuegos de acción están acostumbrados a un mundo que cambia rápidamente”, explica Bavelier, por lo que perciben antes los detalles importantes, filtran la información que no es relevante y toman decisiones más precisas.
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Fuente: sinc
Lunes 20 de Febrero de 2012
Para empezar comentarles que el sábado realicé el corte en el plástico, y también me compré una lupa para poder observarlas mejor, y eso viene con noticias… Ya tengo fotos de ellas. Ayer compré seis rosas para mi novia, pues hoy cumplimos 2 años , y como a Sogtulakk al parecer le dio resultado lo de las rosas, le puse un pétalo en el frasco, después de todo, en algún momento tiene que salir a buscar más comida, dije.
Y yo inocentemente esperaba que las hormigas fueran a reabrir el túnel hecho por la reina. Hoy fui a verlas y me encontré con el pétalo de rosa todo mordido en esa forma tan característica de estas hormigas, y alcancé a ver a una hormiga fuera del frasco. Sin embargo al revisar el túnel original, vi que seguía cerrado , entonces empecé a ver con más atención, y noté que habían hecho otro túnel, mucho más estrecho, que subía pegado al vidrio del frasco, y salía muy cerca del algodón donde les pongo humedad.
No sé por qué lo hicieron pegado al vidrio, tal vez porque al ser algo firme, tienen un lado menos del que preocuparse en caso de derrumbes, no lo sé. Sin embargo es una suerte, porque así las podré observar cuando están llevando la comida a la cámara real. Después de 12 días de haber nacido las primeras nurses al fin han salido a explorar el mundo exterior. Realmente estas hormigas se toman su tiempo, pero me encantan y me asombra pensar que la reina aguantó 50 días sin tener que buscar comida, y de esos, los últimos 12 con con varias nurses
Miércoles 22 de Febrero de 2012
El pétalo se terminó marchitando pero le puse otros dos nuevos, dentro del frasco de vidrio. Sólo he tenido oportunidad de ver una hormiga fuera del hormiguero, no se si sólo tienen una exploradora, o es que salen de una en una a explorar.la he observado un buen rato, y la he visto intentar hacer unos cortes sobre una de las hojas que les dejé, pero no le resultó muy fácil. El nuevo pétalo no lo tocaron en todo el día de ayer, cada vez son más sensibles con el tema de la luz, cuando las alumbro, ahora se ponen a pasear a las larvas por todo el hormiguero. Así que por lo menos hoy y mañana las voy a dejar tranquilas, sólo revisaré su zona de forrajeo, para ver si les pongo o no mas comida.
Martes 28 de Febrero de 2012
Bueno, este es el primer post que hago con noticias actuales de verdad. Me disculpo por el retraso, que ocasionó que deba tenerlos por una semana leyendo cosas que ya habían sucedido.
Primero comentarles que ayer ocurrió un suceso que pudo haber sido fatal para una de las obreras. Fui a cambiarles los pétalos de rosa que les había dejado hacía cinco días (Siii, muy descuidado de mi parte), y me encontré con que estaban algo mordidos, pero ya estaban secos, y a uno, el que estaba más cerca del algodón, había empezado a aparecerle un hongo blanco. Lo alcé con unas pinzas y lo revisé cuidadosamente (según yo) para ver que no hubiera ninguna obrera en él. Luego la soqué del bote, y lo dejé en la mesa. Cuando saqué el segundo, vi una hormiga en la mesa, era una Atta. No estaba seguro que fuera de las mías, pero era muy probable. Debió haber estado dentro de uno de los pliegues del primer pétalo. La alcé con un cotonee y la puse dentro del frasco. Estaba nervioso que no fuera de mi colonia, y ocasionara una pelea. Pero en seguida encontró la entrada al hormiguero y se metió en él, así que, o era una tremenda suicida, o era una de las mías, jejejeje.
Aquí les pongo una foto del pétalo que retiré. Espero que no les suceda nada por culpa de ese hongo blanco . De cualquier manera, si alguien me puede aconsejar qué hacer en esas situaciones, lo agradeceré muchísimo, porque lo único que se me ocurrió fue quitar los pedacitos de pétalo que quedaban con una pinza, y limpiar el vidrio con un hisopo con alcohol. pueden ver esas formas características en que cortan su comida las Atta, en la parte inforior del pétalo más grande, que es el que tiene el hongo.
Los dos pétalos fueron reemplazados por dos hojitas de una enredadera que hay en mi jardín. En un próximo post les informaré sobre las plantas que les estoy dando, con fotos, y sobre cómo han reaccionado a cada una de estas. El hongo se ve bastante saludable. Hoy ya he podido reconocer algo de él, porque hasta la última vez que las revisé, sólo se veían huevos y larvas, pero nada de hongo. Ahora sí.
También he pensado en ampliar algo el orificio en el bote plástico, que me permite visibilidad, porque hay lugares de la cámara que no puedo ver bien, y tampoco puedo ver bien los túneles que han cavado. Pero no quiero hacer muchos huecos, para que el recipiente siga siendo firme. En fin, se aceptan sugerencias sobre cómo mejorar la visibilidad. A continuación una imagen sobre cómo pleno (por ahora) realizar los nuevos orificios.
También pude ver algunos trocitos de pétalos en el piso de la cámara, pero ya estaban marrones, y como estaban lejos del hongo, me preocupa que puedan considerarlos una amenaza, y que se pudran y contaminen el hongo. Pero no puedo hacer nada. Supongo que si ellas los ven peligrosos los sacaran nuevamente a la superficie.
Hoy en la mañana las revisé y pude ver unos trocitos verdes (de las hojas de ayer supongo) ya pegados al hongo. Les debo fotos del hongo, la reina, las obreras las larvas, las pupas y los huevos (jejeje, son varios protagonistas ) para dentro de unos dos o tres días, pues no quiero molestarlas mucho todavía, y además voy a ver si amplío la ventanita en el pote plástico.
Sábado 17 de Marzo 2012
Bueno, comentarles que tengo noticias, pero no son nada buenas.
Hace aproximadamente 20 días que las hormigas no comen nada. Bueno, no es del todo correcto, comen el hongo. Pero hace 20 días que no aceptan ninguno de las vegetales que les ofrezco, y entonces no llevan materia prima para que el hongo prospere.
No me preocupaba demasiado, aunque me pareció que había disminuido el número de obreras, como no veía cadáveres, y estas hormigas no se comen a sus muertos, pensé que era mi impresión.
Y además, cada vez que revisaba, el hongo parecía de buen tamaño. Así que supuse que ellas sabrían lo que hacían.
Sin embargo hoy el panorama es desalentador, hace algunos minutos he sacado el hormiguero del armario para cambiarles el pétalo de rosa que les deje hace dos días, y que no han tocado. El hongo ha casi desaparecido. Al igual que el Martes 7 de Febrero, (pueden verlo en la entrada correspondiente del diario) el hongo está deshecho y esparcido por toda la cámara. Hay algunas obreras caminando por ahí y está la reina, parada en el lugar donde antes estaba el hongo.
Realmente no entiendo qué puede estar pasando. No veo larvas ni huevos. Hay apenas algunos pedacitos del hongo, que me parece que en total son mucho menos de lo que yo veía. La última vez que las ví, el el Jueves, estaban lo más bien, y ahora pasa esto.
Tengo un pote bastante amplio con tierra esterilizada. No se si pueda hacer algo «de emergencia», para ver de salvarlas, o si simplemente espero a ver qué pasa. Ya los tendré informados, y acepto cualquier sugerencia.
Viernes 23 de Marzo de 2012
La situación a empeorado basta1nte.
Durante todos estos días sólo me ocupe de revisar la humedad y ver si la cosa repuntaba. Noté que habían amontonado los cadáveres de las obreras muertas en un extremo de la cámara, y la reina había estad todo el tiempo en el otro extremo, mucho menos visible. No sabía si ahí estaba reconstruyendo el hongo o no.
Pero hoy, al revisarlas, como siempre hice esta semana, al medio día, vi a la misma reina en el área de cadáveres, moviendo una pata lentamente, como si agonizara. Me asuste bastante, miré con atención y no vi ni una obrera viva. Me resigné a dejarla morir en paz. sin embargo, a los diez minutos no me aguanté y la volví a sacar del mueble donde la tengo, y la Reina empezó a caminar, de nuevo hacia su ubicación de siempre. Cuando se movió pude ver una bola de cadáveres que había quedado debajo de ella. No pude evitar pensar que estaba llorando por sus hijas. Claro que eso es sólo un producto de mi imaginación, pero aún así me hizo sentir triste.
En ese momento me puse a pensar qué podía hacer y tomé una decisión. Retiré con mucho cuidado el piso falso de cartón, que había sellado con silicona, y al final retiré el frasco de mermelada de dentro del bote plástico. tal vez fueron los vahos tóxicos de la silicona lo que les afectó. A estas alturas no lo sé. Y no se si actuar ahora vaya a servir de algo, pero bueno, es lo que se me ocurrió.
También noté al menos una obrera viva que estaba caminando por la cámara. Así que me armé de valor, tome una cucharita de té y realicé con mucho cuidado una perforación, por el lado por el cual había hecho su primer túnel la Reina. esa perforación llegó hasta la cámara. no fue mucho lo que tuve que sacar, dos cucharaditas de tierra.
A la reina pareció no molestarle, aunque a ella pocas cosas la molestan, al menos nunca ha reaccionado como poniéndose nerviosa, así que es difícil saberlo. Una vez hecho este túnel eché por él unas hojitas tiernas y trozadas, que cayeron hasta el interior de la cámara. A los pocos minutos la obrera estaba acercándose cuidadosamente a una de ellas. Entonces los volví a poner en la oscuridad y de ahí me vine a mi trabajo. Espero poder ayudarlas a volver a salir adelante, aunque no he visto ni rastro del hongo, ni huevos, ni larvas ni nada. Pero espero el milagro.
Lunes 26 de Marzo de 2012
Bueno, sucedió lo que tenía que pasar. El sábado a la mañana fui a revisar y la Reina estaba muerta.
Luego de comprobar que efectivamente estaba muerta, con una pequeña cucharilla, cavé hasta la cámara real. y pude comprobar que únicamente quedaban vivas tres obreras. y no quedaba ni un huevo ni una pedacito de hongo.
Supongo que con esto se cierra el diario. No sé qué pudo haber fallado. Saqué unas fotos de la reina y las obreras vivas, cuando las baje a la computadora y las modifique para poder subirlas, haré el último post.
Hace unos años, a la edad de 78 años, un cirujano vascular operó en California a una mujer que luego desarrolló una embolia pulmonar. El cirujano no respondió a las llamadas urgentes de las enfermeras y la mujer murió.
Incluso después de que el hospital denunciara al médico ante el Consejo Médico de California, siguió realizando operaciones durante cuatro años hasta que el Consejo le mandó a la Universidad de California en San Diego para que evaluaran su competencia. «Hicimos un examen neurofisiológico y fue muy anormal», afirma William Norcross, el director del programa de evaluación de médicos de la Universidad, que no reveló la identidad del cirujano. «Este cirujano sufría anormalidades espacio-visuales, no podía realizar correctamente movimientos motores, no podía retener información y su coeficiente intelectual verbal era mucho más bajo del esperado». Sin embargo, «nadie sabía que tenía un déficit cognitivo y él no pensaba que tuviera un problema», agrega Norcross. Pidieron al cirujano que entregara su licencia médica.
Un tercio de los médicos estadounidenses tiene más de 65 años y se espera que esa proporción aumente, ya que muchos de ellos sufren unas crecientes presiones financieras que les hacen ser reacios a la jubilación.
Los médicos de todos los países no son inmunes a la demencia, a la enfermedad de Parkinson, a los derrames cerebrales y a otras enfermedades relacionadas con el envejecimiento. Los expertos avisan de que existen muy pocas garantías que protejan a los pacientes frente a los que ya no deberían ejercer la Medicina.
En 2006, un estudio descubrió que, en las operaciones complicadas, los indices de mortalidad de los pacientes eran más elevados cuando el cirujano tenía 60 o más años, aunque no había diferencias entre los médicos más jóvenes y los más mayores en las operaciones rutinarias.
«La profesión médica nunca ha tenido realmente una manera organizada de medir la competencia de un médico», señala Diane Pinakiewicz, presidenta de la fundación sin animo de lucro National Patient Safety, con sede en Boston. «Necesitamos evaluar sistemática y exhaustivamente a los médicos de alguna forma periódica».
Algunos expertos piden que se les hagan revisiones cognitivas y físicas de forma regular a los médicos una vez que alcancen los 65 o los 70 años, y un pequeño grupo de hospitales ha establecido revisiones para los médicos mayores. Algunos consejos de especialidades ya exigen que los médicos renueven su certificación después de un periodo que oscila entre 7 y 10 años y han endurecido los requisitos para volver a dar la certificación. Pero dichas políticas han encontrado oposición.
«No creo que una disminución de la competencia atribuible únicamente a la edad sea un factor importante en el bajo rendimiento de la mayoría de los médicos que peor rinden», indica Henry Homburger, un profesor de 64 años del laboratorio médico de la Clínica Mayo de Minnesota. «Las enfermedades mentales como la depresión, el abuso de sustancias y no mantener la competencia mediante una formación continuada pesan mucho más que la edad como causas del bajo rendimiento, en mi opinión».
Puede que los médicos con una leve discapacidad cognitiva no sean conscientes de que tengan un problema o de que su rendimiento este decayendo. Se supone que los profesionales médicos deben denunciar las prácticas peligrosas y la mala conducta de sus colegas, pero los médicos son reacios a enfrentarse a sus compañeros, especialmente a sus superiores, que les pueden haber formado.
Los médicos encubren a menudo a sus colegas que son cada vez menos diestros, teniendo a otro cirujano en el quirófano o revisando regularmente sus casos.
John Fromson, director asociado de un posgrado de formación médica del Massachusetts General Hospital, cita un caso de otro centro médico de Nueva Inglaterra en el que los médicos notaron unos cambios cognitivos en el director de medicina interna, de 77 años. Era muy respetado y había formado a la mayoría de los médicos del centro, por eso eran reacios a enfrentarse a él. En vez de ello, le dieron una fiesta de jubilación con la esperanza de que captara la indirecta. «Pero no lo hizo», indica Fromson. «Siguió trabajando».
Fromson organizó una intervención en la que cuatro o cinco de los colegas más cercanos del medico le expusieron el tema lo más compasivamente que pudieron. «Reafirmamos nuestra preocupación y, por su propio bien, le pedimos que nos entregara su licencia medica», señala. «Al principio, lloró un poco, pero lo hizo».
Fuente: The New York Times
Un nutriente de los tomates cocinados es capaz de ralentizar el crecimiento, incluso matar, a las células del cáncer de próstata. Así lo ha demostrado en el laboratorio un equipo de científicos de la University of Portsmouth, en Reino Unido, cuyo trabajo se publica en la especializada ‘British Journal of Nutrition’.
MADRID, 31 (EUROPA PRESS)
En concreto, el grupo liderado por Mridula Chopra ha probado el efecto de un nutriente conocido como licopeno sobre el mecanismo simple a través del que las células del cáncer ‘secuestran’ el suministro de sangre saludable de un organismo con el objetivo de crecer y extenderse.
Descubrieron que el licopeno, la sustancia que le proporciona a tomate su característico color rojo, intercepta la capacidad del cáncer para realizar las conexiones que requiere para atacar al suministro de sangre saludable. Ahora, investigadores de la Facultad de Farmacia y Ciencias Biomédicas de esta universidad están pidiendo test para analizar si esta misma reacción se da en el cuerpo humano.
Según ha precisado Chopra, líder del estudio, «se ha demostrado que esta reacción química simple se produce con concentraciones de licopeno que pueden conseguirse fácilmente comiendo tomate preparado».
El licopeno está presente en todas las frutas rojas y verduras, pero sus mayores concentraciones se dan en los tomates y se muestra más fácilmente disponible y biológicamente activo cuando procede de tomate preparado, añadiéndole una pequeña cantidad de aceite para cocinar.
«Quiero recalcar que nuestros tests se realizaron en tubos de ensayo de un laboratorio y que serán necesarias más pruebas para confirmar estos descubrimientos», apunta.
Sin embargo, puntualiza, «las evidencias de laboratorio que hemos encontrado son claras: es posible interceptar el mecanismo simple que algunas células cancerígenas utilizan para crecer a concentraciones que pueden alcanzarse consumiendo suficiente tomate cocinado», dice.
Esta investigación ha recibido fondos de la empresa Heinz, que pidió que los científicos siguieran adelante con anteriores estudios que mostraban un significativo incremento de los niveles de licopeno en muestras de sangre y semen en sujetos que consumieron 400 gramos de tomate preparado durante dos semanas.
Las células cancerígenas pueden permanecer inactivas durante años hasta que su crecimiento se activa a través de la secreción de químicos que inician el proceso de vinculación de las células cancerígenas con las endoteliales (células sanas guardianas que cubren los vasos sanguíneos), permitiendo a las células del cáncer alcanzar y atacar al suministro sanguíneo.
Todas las células cancerígenas utilizan un mecanismo similar (la angiogénesis) para ‘alimentarse’ de un suministro sanguíneo sano, pero los investigadores han subrayado la importancia de este mecanismo para el cáncer de próstata, porque el licopeno tiende a acumularse en los tejidos de próstata.
«Lo importante es que suficiente licopeno llegue donde debe. Sabemos que, en el caso de los tejidos de próstata, lo consigue», apunta, añadiendo que su equipo «ha probado esto en el laboratorio, pero que no sabe todavía si se producirá la misma acción en el organismo».
Fuente: El Economista
El ictus o infarto cerebral es una enfermedad muy frecuente. Es la segunda causa de muerte en hombres y la primera en mujeres. Suele darse a partir de los 50 años y en más de la mitad de los casos supone la muerte o una minusvalía. Por ello, es importante una detección a tiempo que evitará muchas complicaciones si se aplica un tratamiento precoz. La tardanza en aplicar el tratamiento empeora el pronóstico.
Si observamos que alguien cercano a nosotros presenta de forma repentina los siguientes signos, podemos someterle a tres sencillas pruebas:
– Asimetría facial. Si pedimos a la persona que nos sonría y sólo es capaz de elevar el labio de un lado y no el otro.
– Deriva del brazo: Si pedimos a la persona que levante los brazos y uno queda más levantado que el otro o directamente hay un brazo que no es capaz de levantar.
– Alteración en el habla: Al sugerirle a la persona que nos diga una sencilla frase, no es capaz de hacerlo o lo hace utilizando palabras equivocadas o sin coherencia.
Estos signos indican lesiones cerebrales que provocan parálisis o parálisis parciales motoras (como en el caso de la asimetría facial y la deriva del brazo) y de lesiones en las zonas del lenguaje (en la alteración del habla).
Si alguno de estos signos es positivo, acudan rápido al hospital más cercano. Tal vez sea una falsa alarma pero será un mal menor comparado con lo que sucederá de no hacer nada.
Cuando ocho extrañamente cabezonas hormigas soldado se habian convertido en una colonia silvestre en Long Island, NY, los científicos sabían que habían encontrado algo interesante.
Este descubrimiento, de estas versiones de gran tamaño de las hormigas soldado, cuyo trabajo es defender el nido, animó a los investigadores a crear sus propias hormigas supersoldado en el laboratorio con la ayuda de una hormona, y, al hacerlo, ofrecer una explicación de cómo las hormigas, y posiblemente otros insectos sociales, tratan de formar hormigas específicas para cada puesto de trabajo dentro de sus colonias.
Resulta que estas hormigas soldado anormales, son el retroceso a un estado ancestral, que ya no se presenta dentro de su especie, excepto, al parecer, por accidente. Este fenómeno de vez en cuando aparece en otras especies, en forma de ballenas teniendo miembros que sus ancestros perdieron o pollos de gallina con dientes o incluso seres humanos nacidos con cola. [10 extremidades y los órganos vestigiales]
«Se ha sabido desde hace mucho tiempo que este tipo de saltos evolutivos se producen, y son vistos como bromas de la evolución», dijo el investigador principal del estudio Ehad Abouheif, catedratico de Investigación en biología del desarrollo evolutivo de la Universidad McGill de Canadá . «Lo que estamos mostrando por primera vez es que existe este potencial ancestral dormido allí, y que cuando es provocado por el entorno o medio ambiente se puede dar rienda suelta a esta capacidad, potenciando la evolución.»
Conozca a los supersoldados
Las especies recolectadas en Nueva York, Pheidole morrisi, normalmente tienen dos tipos de hormigas obreras, de acuerdo con Abouheif: trabajadores regulares, que son responsables de alimentación, lactancia, la alimentación de huevos y larvas, y el cuidado de la reina, y las hormigas soldado, que defienden el nido y usan sus mandíbulas grandes para romper las semillas cosechadas por los trabajadores regulares.
Esta especie no tiene supersoldados, pero los especimenes de cabeza grande se parecían a las hormigas supersoldado que se encuentran entre las ocho especies de hormigas presentes en el suroeste de Estados Unidos y norte de México. Las nueve especies pertenecen al género Pheidole, que contiene alrededor de 1.100 especies.
Así que tiene sentido que las supersoldados fuera de lugar podrían revelar algo sobre el origen de supersoldados entre las otras ocho especies.
Hacer un supersoldado
Para averiguarlo, los investigadores, dirigidos por Rajendhran Rajakumar, un estudiante de doctorado en el laboratorio de Abouheif, observaron el desarrollo de las larvas de supersoldado de dos de las ocho especies que normalmente los producen. (Los investigadores querían estudiar el comportamiento de la morrisi P. que habían recogido, pero estas perdieron la vida en el laboratorio victimas de otras hormigas.)
La casta de una hormiga, o su papel en la colonia, se determina por medio de interruptores del medio ambiente o períodos del desarrollo de las larvas cuando se es receptivo a ciertos estímulos ambientales. Las hormigas adultas en la colonia pueden manipular estos modificadores, por ejemplo mediante la aplicación de ciertas hormonas llamadas feromonas en las fases de desarrollo de las larvas.
En el primer período de desarrollo, este parámetro determina si el huevo se convertirá en una reina o en un trabajador y un segundo interruptor determina si la larva se convertira en un soldado o en un trabajador regular.
Justo antes del segundo interruptor, se aplica un producto químico que actúa como hormona juvenil para las larvas de tres especies que no producen supersoldados. Esta hormona juvenil está involucrada en la traducción de señales ambientales, como la nutrición, en la identidad de las larvas. Al aplicarla de manera artificial, los investigadores no sólo han empujado a las larvas más allá del umbral en el que normalmente se convertirían en soldados regulares, sino más allá de un segundo umbral, normalmente oculto, para la creación de hormigas supersoldados.