El reino de Swaziland incrustado entre Mozambique y Sudáfrica, es uno de los países más pequeños de África, su superficie es inferior a la del Parque Nacional Kruger en Sudáfrica. Es el reino de Mswati III, uno de los últimos tres monarcas africanos, la monarquía tiene sus detractores, pero, combinada con la resistencia que ha distinguido a los suazis a lo largo de la historia contra los bóers, los británicos y los zulúes, ha alimentado un fuerte orgullo nacional, algo que se evidencia en la ceremonia del Incwala en la que el rey permite a sus súbditos consumir las primeras cosechas del nuevo año y en la danza Umhlanga, un baile de debutantes de una semana de duración para las jóvenes suazis en edad de casarse y una exhibición de potenciales esposas del rey.
Aquí se encuentra el Hlane Royal National Park, antigua reserva real de caza, hogar de leones,guepardos, elefantes, antílopes y rinocerontes blancos. Es precisamente el rinoceronte blanco a quien queríamos encontrar en este parque en donde se pueden efectuar recorridos a pie para observarlos desde poca distancia.
Antes de empezar el recorrido, un ranger del parque nos dio unas instrucciones para que el paseo fuera seguro, el ranger no iba armado, solo llevaba un palo mágico que, según él, nos protegería de cualquier ataque.
Debíamos marchar tras él en fila india y en silencio, los rinocerontes tienen buen olfato pero mala vista.
Si el ranger levantaba el brazo con el puño cerrado, todos quietos y en silencio.
Si un rinoceronte se dirigía hacia nosotros, no debíamos correr, ellos son mucho más rápidos que nosotros.
El nos indicaba cuando podíamos dejar la fila india para hacer las fotos.
Durante el recorrido encontramos varias parejas de rinocerontes, algunas con su cría, entonces permanecíamos quietos y dejábamos que siguieran su camino, también vimos hipopótamos en un río cercano. Después de unas dos horas de marcha llegamos a un claro en el que se hallaba un grupo de unos doce ejemplares con varias crías.
Allí nos desplegamos para la sesión de fotos, los rinocerontes nos olían, sabían que estábamos allí pero no parecían sentirse amenazados. Sin embargo, en varias ocasiones pudimos percibir su tensión y ver como se encaraban hacia nuestro grupo.
Estos momentos, junto con el de los leones nocturnos del Kruger y alguno más, son los que uno espera encontrar cuando emprende un viaje a África.
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Gran post.
Jopa, entre tanta foto podrías aparecer en una de ellas. No serías tan majo como los aquí fotografiados pero tendría su encanto. Venga animate con una sonrisa sonriente.
att, 1solde …….
FANTASTICOS…..SIN DUDA SON MIS ANIMALES FAVORITOS…….
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