En el departamento del Magdalena, a 34 Km. de la bella ciudad de Santa Marta, está el Parque Nacional Tayrona, un santuario de naturaleza y de restos arqueológicos. Ecosistemas como el del manglar, los corales, praderas de algas y mágicos bosques secos, húmedos y nublados proliferan y albergan una sorprendente variedad de especies vegetales y animales.
Hacia el centro del parque se encuentran las ruinas arqueológicas de Pueblito, un mágico lugar que encierra los secretos de los antepasados de la civilización Tayrona que ocuparon la región desde épocas precolombinas hasta la colonización.
Se llega fácilmente con bus hasta la entrada del parque, acceder al hotel ya es más difícil, un camino con fango hasta los tobillos en algunos tramos, nos lleva siguiendo la costa y a través del bosque hasta nuestro hotel en Arrecifes.
Nuestro equipaje llegará al hotel a lomos de una ristra de mulas contratadas en la puerta del parque.
Como siempre en Colombia, el esfuerzo tiene su recompensa y el paisaje que encontramos es de una belleza espectacular.
Una tarde al caer el sol, se desencadenó una gran tormenta de agua y viento que nos obligo a volver rápidamente al hotel, a la hora de cenar vimos que faltaba una pareja; llegaron después de unas horas de incertidumbre. Habían quedado aislados por los torrentes que bajaban muy llenos desde la montaña hasta el mar y cortaban el camino por la orilla. Un mulero que volvía a su casa los encontró y los trajo al hotel por un camino de montaña.
Cuando la fuerza de la naturaleza se desata, vemos nuestra fragilidad y como se puede pasar en un instante de la risa al llanto.
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