Viajando por Colombia: Los indios guambianos y el mercado de Silvia.

Silvia es un pueblo de montaña, situado a unos 53 km al noroeste de Popayán, es el centro del territorio guambiano. Los guambianos es uno de los grupos indígenas más tradicionales de Colombia, conservan y obedecen sus milenarias leyes que datan del período pre-incaico, la comunidad entera suma unas 23.000 personas.

Hablan su propia lengua, la educación es bilingüe; visten sus ropas tradicionales, tanto hombres como mujeres llevan sombreros, faldas y botas, y aún usan técnicas de cultivo rudimentarias. También son excelentes tejedores.

Los martes, día de mercado, se desplazan a Silvia a vender sus frutas, verduras y artesanía; es, sin dudad alguna, el mejor día para visitar el pueblo.

Los guambianos son una comunidad muy bien organizada y prospera. En la reforma de la constitución colombiana en 1991 se les concedió autonomía sobre su territorio. Ellos tienen su propia jurisprudencia y quien vive en territorio guambiano debe vivir según las normas guambianas.

El mercado empieza al amanecer y se prolonga hasta la tarde. No es un mercado turístico, predominan las frutas y verduras, la carne cruda, la ropa y los zapatos baratos.

Viajando por Colombia: Los jeeps Willys.

Durante nuestra visita al eje cafetero en Colombia, el jeep Willys fue nuestro medio de transporte. El Willys fue creado durante la II Guerra Mundial. El ejército de los Estados Unidos pidió a los fabricantes de vehículos estadounidenses que construyeran un vehículo pequeño, con tracción a las cuatro ruedas que pudiera servir para diferentes tareas y misiones.

Con su peso ligero y su fuerza, llegaban hasta donde ningún otro podía hacerlo. El Willys contaba con un potente motor de 60 caballos y una carrocería versátil: era fácil de ensamblar y montar en momentos difíciles y sin mucha herramienta, ademas podía adaptarse a diversos usos: para instalar artillería o para transportar heridos, carga o pasajeros.

El WilIys fue una herramienta clave en la victoria de los Aliados en la Segunda Guerra Mundial, al permitir a los soldados recoger heridos y llevar armas y pertrechos a zonas difíciles.

Los primeros Willys llegaron a Colombia justo después de la guerra, hacia 1946, eran vehículos militares que fueron reconstruidos y vendidos a diferentes países de Latinoamerica, se popularizaron a comienzos de los cincuenta, cuando el gobierno de Rojas Pinilla importó 10.000 unidades para incentivar el desarrollo campesino en la zona andina. Allí, en el eje cafetero y las cordilleras nacionales, el Jeep Willys se adaptó como si hubiera sido hecho especialmente para estos terrenos duros y escarpados. Todavía en la actualidad se pueden ver Willys modelo 54 o 56 cargados con trastos, con familias enteras o con kilos y kilos de plátano, arroz, café o materiales de construcción.

Desde aquí un homenaje a los Willys, que después de 70 años de vida dura y guerrera, después de ser reconstruidos y remendados infinidad de veces, continúan rodando por los duros caminos colombianos.

Viajando por Colombia: El eje cafetero.

El eje cafetero en Colombia esta situado en el triangulo formado entre Bogotá, Medellín y Cali. La zona esta formada por verdes montañas y destaca por su espectacular belleza natural, los caminos que las cruzan no son fáciles de transitar.

Los recolectores del grano del café realizan un duro trabajo, por las condiciones climáticas, llueve con mucha frecuencia, y por la dificultad de acceso a unas laderas muy escarpadas.

En Colombia, según dicen, se produce el mejor café del mundo, sin embargo, se toma un café infame ya que además de no disponer, en general, de cafeteras de presión, el mejor café se destina a la exportación. Sin embargo aquí en Armenia tomamos el mejor café de nuestro viaje, en un bar/billar que disponía de una espectacular cafetera que podemos ver en la foto.

Los agricultores venden sus cosechas en cooperativas donde se verifica rigurosamente la calidad del grano, parece que sean diamantes, el grano de café considerado de muy buena calidad, se les estaba pagando en Septiembre de 2010 a 7000 pesos/Kilo, aproximadamente unos 2,85 euros/Kilo.

Este café se almacena por calidades y posteriormente se exporta a otros países o se vende directamente a las multinacionales. Aquí en España estamos pagando el Kilo de café normal, aproximadamente a unos 10 € el Kilo.

Viajando por Colombia: Desierto de la Tatacoa o Valle de las Tristezas.

A medio camino entre Bogotá y San Agustín se encuentra el desierto de la Tatacoa, fue descubierto por los conquistadores españoles en 1538, que le dieron el nombre de Valle de las Tristezas por la imagen desoladora del paisaje, más tarde lo cambiaron por Tatacoa, por las serpientes de cascabel que lo habitan. Es un desierto de color pardo rojizo y es el segundo paraje desértico más grande de Colombia después del desierto de Guajira.

El Tatacoa esta muy erosionado con cañones secos de grandes dimensiones y formas arcillosas diversas que generan paisajes laberínticos. Estas características hacen que la vida animal y vegetal sea escasa, podemos encontrar cactus que alcanzan hasta cuatro y cinco metros de altura.

Tiene una superficie de 330 Km2, temperaturas que pueden llegar a los 50º C y una media de 1070 mm de lluvia al año.

Debido a su ambiente seco y limpio, a la inexistente contaminación lumínica y a su proximidad a la linea del Ecuador, Tatacoa es un inmejorable lugar para ver estrellas y contemplar ambos hemisferios celestes. Recientemente se ha construido un observatorio astronómico.

Nosotros lo visitamos una tarde, las primeras horas fueron duras pues el calor era extremo, nuestro guía local Nelson, hablaba una mezcla de español raro y dialecto de la zona, que costaba entender, es todo un personaje con tendencia a enamorarse de las turistas.

La excursión acabo precipitadamente, fuimos agraciados con una tormenta que nos obligo a apretar el paso para refugiarnos en un solitario bar en lo alto de una loma donde nos repusimos con unas cervezas mientras disfrutábamos del atardecer.

Viajando por Colombia : Fernando Botero.

En nuestro viaje por Colombia en Septiembre de 2010, pudimos apreciar en toda su magnitud la obra de Fernando Botero, el pintor y escultor colombiano considerado el artista vivo latinoamericano más cotizado actualmente en el mundo.

Su estilo figurativo con aires naif, caracterizado por agrandar y deformar los volúmenes, es reconocido mundialmente, su obra se encuentra en los mejores museos y sus grandes esculturas son admiradas en las plazas de muchas ciudades.

En el Museo Botero de Bogotá – totalmente gratuito por exigencia del artista – se pueden ver 123 obras suyas y 87 de artistas internacionales, esta es una de las visitas obligadas en esta ciudad..

En la Plaza Botero de Medellín se exhiben en el espacio publico y de forma permanente 23 esculturas monumentales realizadas por Botero, al fondo se encuentra el Museo de Antioquia en el que también encontramos obras donadas por Botero.

Un paseo por esta plaza permite observar la belleza de las mujeres colombianas y percibir que, en algunos casos, Botero no deforma demasiado la realidad cuando pinta y esculpe figuras de mujer.