Un dia hecho de cristal. Corning, Blade Runner y Cortana.

Lo cierto es que los videos de Corning y sus dias de cristal estan teniendo un gran exito adelantando las aplicaciones que esta empresa pretende dar a sus productos. Presentes en infinidad de dispositivos mediante su Gorilla Glass, nos traen una visión de lo que el futuro nos puede deparar.

Ademas la compañia Corning contribuye con fondos en la fundación Dian Fossey dedicada a la conservación y protección de los gorilas y sus habitats en Africa. Todo ello, convierten a Corning, en una posible gran opción si disponeis de unos cuantos miles de dolares para invertir en Wall Street, ahora que estamos tan bollantes economicamente y nos sobra el dinero.

En mi opinión, este brillante futuro llegará, pero lo veo menos touch y mas hablado. Con las mismas posibilidades pero añadiendole inteligencias artificiales con las que interactuaremos y a la que les pediremos lo que deseamos en cada momento.

¿Les suena, tal vez, un asistente personal que ahora mismo solo habla ingles pero que maneja las agendas y busquedas en google encerrado de momento en un telefono celular? ¿Cuando dará el salto a cualquier computador, dispositivo, base de datos o gestor de conocimiento? 

Como cuando Deckart pedía ampliar aquella imagen y girarla para descubrir la cara y el brazo de Zhora, la replicante bailarina aficionada a las serpientes en Blade Runner.

Usaba una bizarra maquina Esper, que no parecia muy digital sino mas bien analógica pero que gozaba de un potente reconocedor de voz. 

Puestos a pedir, para inteligencia artificial, me quedo con Cortana. La IA mas atractiva y dicharachera, capaz de aprender que conectada a su traje, acompaña al Jefe Maestro en Halo, mientras analiza y recomienda los cursos de acción más apropiados. 

Aqui os dejo un link a los wallpapers que podeis encontrar en la pagina del Gorilla Glass. Todo lo que se haga para conservar a estas criaturas amenazadas y en peligro de extinción por la constante presión y amenaza del hombre, es poco.

Nota del editor: Este blog no se hace responsable de las perdidas ocasionadas por seguir los descerebrados consejos bursatiles de este post.

Las asesorias laborales ya explican como despedir barato.

No me gusta publicitar a esta gente pero aquí tenemos una muestra de como los asesores de empresas, después de analizar la nueva ley de reforma laboral ya están dispuestos a enseñar a los empresarios «las nuevas reglas para prescindir de quienes lastran la productividad de su empresa» (frase extraída de su panfleto).

En este seminario que cuesta 690 euros vemos como destacan las medidas que facilitan el despido barato, la movilidad geográfica y la reducción de salarios.

Seguramente para asesores de empresa y empresarios será motivo de disgusto que en esta reforma laboral no se haya contemplado el derecho de pernada.

Cuando un trabajador no sabe decir no.

 

Pregunta. Su agenda de trabajo ya está llena, pero su jefe le pide que acepte otro encargo más. Usted dice “sí”, aunque sabe que no tiene tiempo para hacerlo. ¿Por qué?

Respuesta. En situaciones como ésta, la gente suele decir automáticamente que sí por temor, explica Jim Camp, que enseña técnicas de negociación en Dublin, Ohio. “Realmente no queremos decepcionar a nuestros jefes”, explica. “La gente tiene miedo de que, si dice que no puede hacerlo, dará la impresión de que es incompetente o incapaz”.

Pregunta. ¿Qué se puede hacer en lugar de aceptar un encargo de trabajo?

un trabajador que no sabe decir no

Respuesta. Lo primero es agradecer que nos pidan que nos encarguemos de algo nuevo, porque significa que el jefe cree en nosotros, dice Tres Roeder, presidente de Roeder Consulting, una consultaría de administración de proyectos de Cleveland y autor de A sixth sense for project management (Un sexto sentido para la dirección de proyectos). Si cree que quizá ya tiene más trabajo del que puede manejar, dígale a su jefe que necesita examinar los detalles de esta nueva tarea para determinar si puede compaginarla con lo demás, sugiere Roeder. Tal vez descubra que no puede, pero responder “no” automáticamente sin pensarlo siquiera, da la impresión de que sencillamente no quiere molestarse con ello, añade.

Si el encargo necesita hacerse de inmediato, explique a su jefe en qué está trabajando y deje que él o ella establezca las prioridades, aconseja Evelyn Williams, catedrática en la Universidad Wake Forest, en Carolina del Norte, que imparte la clase de comportamiento organizativo. “Pregúntele qué debe hacer primero. ¿Es mejor dejar de trabajar en X e Y y terminar primero este nuevo proyecto?”. Otra opción es incluir a otros capaces de ayudar. Por ejemplo, dice Roeder, es posible que el nuevo trabajo requiera muchos datos financieros, así que usted podría decir, “busquemos a alguien de finanzas para que nos ayude con los datos, y yo me encargo de que el resto del trabajo se termine”.

Pregunta. Al haber aceptado un trabajo adicional, nos resulta imposible terminar todo a tiempo. ¿Hay alguna salida que no nos haga quedar mal?

Respuesta. Empiece por calcular cuánto tiempo tomará el proyecto y luego decida si hay alguna forma de encajarlo. Piense en formas rápidas de finalizar las distintas fases y en un plazo realista y luego transmita esa información a su jefe, aconseja Camp. Simplemente decirle a su jefe que no podrá terminar a tiempo el trabajo, puede hacer que usted parezca menos competente, señala.

Si no hay manera de terminar el proyecto en el tiempo asignado, asuma la responsabilidad diciendo que aceptó el encargo sin haberlo analizado detenidamente, aconseja.

Pregunta. ¿Es una buena idea intentar encajar el trabajo adicional aunque uno ya este saturado?

Respuesta. Si el proyecto puede mejorar nuestras aptitudes o hacer que se fijen en nosotros quienes pueden impulsar nuestra carrera, quizá valga la pena esforzarse, responde Williams. “Plantéeselo de forma estratégica”, añade.

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Fuente: The New York Times

Fallece el artista catalán Antoni Tàpies.

antoni tapiesEl artista barcelonés Antoni Tàpies ha muerto esta tarde en Barcelona a la edad de 88 años, uno de los principales exponentes a nivel mundial del informalismo, está considerado como uno de los más destacados artistas españoles del siglo XX. La obra del artista catalán goza de un centro de estudio y conservación en la Fundación Antoni Tàpies de Barcelona.

De formación autodidacta, Tàpies consiguió aquello que tanto ansían los artistas de cualquier disciplina, crear un estilo propio. Tapies lo consiguió dentro del arte de vanguardia del siglo XX, en el que se combinaba la tradición y la innovación dentro de un estilo abstracto y lleno de simbolismo. Tapies quiso destacar el marcado sentido espiritual de su obra, donde el soporte material ganaba relevancia para significar un profundo análisis de la condición humana.

Siempre fue sensible a los acontecimientos políticos y sociales del momento: a finales de los 60 y principios de los 70 intensificó su oposición a la dictadura franquista, y su obra cogió tintes de protesta contra el régimen y ensalzamiento de la catalanidad, con palabras y signos en lienzos como ‘El espíritu catalán’ (1971), ‘Pintura románica con barretina’ (1971) y ‘Sardana’ (1971).

Fue encarcelado por asistir a una asamblea clandestina en el Monasterio de Montserrat para protestar por el Proceso de Burgos.

Su gran aportación se vio premiada con casi medio centenar de galardones; entre ellos, el Premio Príncipe de Asturias de las Artes(1990), la Medalla d’Or de la Generalitat (1983), la Picasso de la Unesco (1993), el Premio Nacional de Artes Plásticas de la Generalitat (1995), el Velázquez de Artes Plásticas del Ministerio de Cultura (2003) y el Praemium Imperiale de la Asociación Artística de Japón.

En 1992 se suscitó una fuerte polémica por el proyecto encargado por el Ayuntamiento de Barcelona para decorar la sala oval del Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC ). Tàpies proyectó una escultura en forma de calcetín, de 18 metros de altura, con la significación, según él, de “un humilde calcetín en cuyo interior se propone la meditación y con el que quiero representar la importancia en el orden cósmico de las cosas pequeñas”. Sin embargo, debido al rechazo popular al proyecto y a la oposición de la Generalitat de Catalunya, la obra finalmente no se llevó a término. Años más tarde el artista retomó el proyecto y construyó su obra en la terraza de la Fundación Antoni Tàpies, como principal obra representativa de la Fundación tras su reapertura en 2010. Pese a todo, no se construyó el proyecto original de 18 metros, sino una versión reducida de 2,75 metros.