Jaja, la vimos de estreno en Bilbao, en la primera sesión, despues de zamparnos un buen chuletón. Nada mejor para pasar la tarde que conociendo a los estimados frikies de Bilbao. El que teníamos detrás, repetia palabras inconexas, en los puntos algidos de la proyección, para darle mas énfasis zombie a la cuestión. Casi estoy por pensar que estaba en plena mutación.
Pues vamos, a ver, si os gustan las peliculas de Zombies, debeis ir a verla porque es una gran pelicula de Hollywood, llena de acción y aventura. Si os gusta Brad Pitt, no os la debeis perder. Sale en todos los planos, en todos los fregados, es el protagonista absoluto y sus rizos se desparraman por todo el film.
Ahora bien, si os leisteis el libro, sabed que salvo algún detalle del recorrido del protagonista, la trama no tiene nada que ver con el relato periodistico que os hizo vibrar. No hay nada de aquel documento que nos describía los avatares de la Guerra mundial contra los Zombies y en absoluto se parece a lo que vereis en el cine.
Supongo que la trama hubiese sido imposible de reflejar en un solo film. Tal vez deberían de haber hecho una trilogia, como las de Peter Jackson y el Señor de los anillos, pero claro, los zombies no son tan fotogenicos como los Orcos ¿o tal vez si? Creo que ha sido una oportunidad perdida.
Del final no vamos a hablar. ¿Es un final abierto? ¿para hacer una continuación? ¿O es un final cerrado que se carga cualquier posibilidad de secuela? No nos ha gustado el giro que lleva a la finalización del film, cuando lo que nos emocionó del libro fueron esas batallas contra los zombies, esos holocaustos de muerte y desesperación que solo se atisban en la pelicula.
Mi recomendación es que la veais, y a continuación os leais el libro para flipar de verdad con la terrorífica historia real de la Guerra Mundial Z de su autor, Max Brooks. Y sobre todo, lo que hubiese estado bien, lo que habria dado un plus a la pelicula, hubiese sido que los Zombies se comieran a alguien de la familia perfecta de Brad, principalmente a la mujer o tal vez a una de las hijas. Esa familia al gusto del inmaculado stablishment blanco americano, que parece rescatada de aquella mítica serie de la casa de la pradera, chirría por todos los lados.
Fuente de la imagen: http://bcnordie.com/planes-para-agosto/





El accidente de Chernóbil no fue técnicamente una explosión nuclear, sino una explosión del vapor acumulado dentro del núcleo por una sucesión de negligencias y fallos de diseño. Cuando el reactor reventó quedó expuesto al aire y de su interior escapó, se calcula, el 3,5% del material radiactivo. Es decir, que todavía queda dentro casi el 95% del combustible nuclear, lo que da una idea de la magnitud del desastre que estuvo a punto de devastar media Europa. Los isótopos del yodo 131, los que se alojan en la glándula tiroides, el que provocó tantos cánceres, comenzaron a evaporarse a los ocho días del accidente. Dentro de unos cinco años se disiparán los de estroncio 90 y cesio 137, tremendamente contaminantes. Pero el plutonio 239, la principal amenaza que escapó del reactor número cuatro, ese no se irá hasta dentro de 24.000 años.
A esa masa incandescente, ese corium como le llaman algunos científicos, ese elemento nuevo que sigue ahí dentro del reactor, latente, le llaman la materia de los seis extremos: extremadamente potente, extremadamente caliente, extremadamente densa, extremadamente corrosiva, extremadamente tóxica y extremadamente radiactiva. Valery reconoce que aunque llevan 26 años estudiándolo, midiendo su temperatura, la humedad, la densidad, su concentración de gases, el nivel de rayos gamma y beta, no tienen ni idea de cómo evolucionará. Es como un monstruo incubándose dentro de un enorme sarcófago de cemento construido a marchas forzadas. El sellado del ataúd de hormigón se está resquebrajando, así que se está construyendo uno nuevo, mucho más grande, y que pretende enterrar el magma nuclear durante otros 100 años. “Realmente estamos postergando la decisión de qué se hace con el reactor número cuatro, aplazando la solución hasta que se desarrolle una nueva técnica, una nueva fórmula pata tratar ese magma nuclear, algún tipo de contenedor, no sé, algo”. Y lo dice el director general adjunto de la central nuclear de Chernóbil, el hombre encargado de desmantelar la instalación, el responsable de que eso que sigue ahí dentro siga ahí dentro. Asusta…










