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Al final, mi pc estaba bajo mínimos. A lo tonto, la placa base es del 2010 y los añadidos que le hice en el 2014, no le sentaban bien. En concreto un primerizo disco SSD OCX que falla mas que una escopeta de feria. Hace 15 días o tres semanas, todo empezó a hacer el tonto, en un estertor multisistémico que me llevo a un troubleshouting complicado.
Cambié la vga porque parecía un problema de la vga. Pero luego resultó que era el SSD. Luego vi que la placa base también me daba errores, teniendo que resetearla con los pines para tal efecto. Como no tenia muchas fuerzas, pasaron días en que se acumulaba la mugre y el polvo en lo que una vez fue mi pc.
Después de varios jornadas urdiendo un plan, y después de varias pruebas, comencé por instalar un SSD de un viejo portátil adaptado con una carcasa sata y probé a actualizarle el w10. Pero después de un arranque exitoso, los siguientes starts up’s nunca superaban la inicialización de la nueva VGA saliente del otro pc de la casa. Al final tuve que volver a la VGA original y entre medias, actualizar de nuevo la BIOS de la placa base P55 a la versión 11.
Tras varios días de esfuerzo, todo culminó este domingo cuando todo funcionó y pude actualizar el Windows y además construí una lámpara con un foco del Wallapop y un viejo y destartalado trípode que arreglé. Se que no tiene mucho sentido, pero ese domingo fue así… También reciclé libros y arreglé otras cosas en un frenesí de eficiencia DIY.
Ya dije por aquí, que todo tiene su momento y que si sabes escogerlos con sentido, podrás conseguir lo que quieras en esta vida. Ahora tengo un pc con un disco de 128gb y nada mas. Los otros discos están por conectar y mis fotos siguen inaccesibles. Todas mis aplicaciones han volado. Pero como estamos leyendo a la japonesa esa que lo tira todo, pues vamos bien; seguimos en la honda… 🙂