Citas.

 

Heinrich Heine«Allí donde se queman los libros, se acaba por quemar a los hombres».

 

«Es muy fácil perdonar a nuestros enemigos cuando no tenemos los medios de aniquilarlos».

 

Un amigo me preguntaba por qué no construíamos ahora catedrales como las góticas famosas, y le dije: «Los hombres de aquellos tiempos tenían convicciones; nosotros, los modernos, no tenemos más que opiniones, y para elevar una catedral gótica se necesita algo más que una opinión».

 

Heinrich Heine ( 1797 – 1856 )

 

Citas.

 

franklin d.rooseveltLa primera verdad es que la libertad de una democracia no está a salvo si la gente tolera el crecimiento del poder en manos privadas hasta el punto de que se convierte en algo más fuerte que el propio estado democrático.

Eso, en esencia, es el fascismo la propiedad del estado por parte de un individuo, de un grupo, o de cualquier otro que controle el poder privado.

 

 

Franklin Delano Roosevelt ( 1882 — 1945)

Citas.

 

John IrvingTú memoria es un monstruo; tú olvidas, ella no.

Simplemente archiva las cosas; te las guarda, o te las esconde.

Tú memoria evoca las cosas, tus recuerdos con voluntad propia.

Crees que tienes memoria, pero la memoria te tiene a ti.

 

 

John Irving, (1942) Personas como yo.

 

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lorenzo silvaA veces, uno necesita afrontar justo ese desafío que no le conviene ni le corresponde, porque lo que le pide el cuerpo es enfrascarse en algo que ayude a descolocar la vida, sacudirla y ponerla un poco del revés. Más que nada, para que no se cumpla la condena de encajar en ella como una pieza más de un mecanismo predecible: como esa pieza que todos somos, a la postre, desde la programación fatídica de nuestros genes hasta la función que el código social que tarde o temprano acatamos, sea cual sea, nos asigna sin derecho a apelación.

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Del libro: La marca del meridiano (2012)
Autor: Lorenzo Silva (1966)

Citas.

 

Lucio Anneo Séneca“No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles,

pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas”.

 

 

Lucio Anneo Séneca,  llamado Séneca el Joven.  (4 a. C. –  65 d. C.)