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Nada hacia presagiar la locura desatada vivida el día de Sant Jordi en el centro de Barcelona. Miles de personas se hacinaban en una vorágine descontrolada de fervor literario jamás visto. Todas ellas victimas de un frenesí irrefrenable a la búsqueda de cualquier libro que llevarse como trofeo. Algunos luchaban durante horas para conseguir que un autor de relumbron firmase su ejemplar. Un atropello sin medida que ocupaba las aceras y los puestos de libros desde el Paseo de Gracia hasta Rambla de Catalunya.
Un recorrido por las principales calles de Barcelona que se convertía en una lenta procesión penitente que sin sentido nos obligaba a tropezarnos con miles de cuerpos que caminaban sin sentido, atraídos por cualquier tapa dura, por unos cientos de paginas impresas, por unas historias que durante todo el resto del año permanecían pacientemente esperando esta jornada de redención.
A ello se unía un sin fin de puestos de rosas donde todos los que no podíamos entrever nada, entre la marabunta, nos juntábamos ávidos de un aroma floral que nos resarciera momentáneamente de la fiebre compulsiva del libro que queríamos comprar.
Entramos en la Casa del Libro, con la esperanza de descubrir por fin una brizna de esperanza en nuestro afán. Pero fue inútil al encontrar también allí, miles de personas que se arremolinaban en colas interminables solo para preguntar por la ultima edición de cualquier autor innombrable. Solo buscábamos algo de ciencia ficción. Un premio Hugo o un nuevo autor del genero que nos consolase de todos los libros rechazados o nunca acabados de nuestra biblioteca.
Pero fue imposible. En la Casa del Libro no tienen un apartado de Ciencia Ficción. Escogí el peor día para descubrir esta gran falta de criterio en una de las librerías mas famosas de Barcelona. Me fui sin libro tras recorrer todos sus estantes y de sudar sangre entre pasillos ocupados por descerebrados que como yo, buscaban un ejemplar en concreto.
Para salvar la tradición, daremos por bueno el libro de Física per la ciencia i la tecnología, volum 2, de Tipler | Mosca que compramos un par de días antes. Un sesudo tratado en donde encontraremos un apartado que nos habla de la mecánica cuántica, relatividad y estructura de la materia. Esta lectura apasionante, sin duda nos reconciliara con un racionalismo que creíamos perdido en la compulsión visceral y privada de cualquier sentido que vivimos el 23 de Abril del año del Señor 2015 en Barcelona.