Adnonify, un sistema sencillo que promete la navegación anónima en internet.

 

La polémica siempre ha estado ahí, nunca se ha ido, y desde los inicios de internet la cuestión de la privacidad de los usuarios en la red ha sido un quebradero de cabeza para millones de internautas en el mundo. En los últimos años, sin embargo, el imperio tecnológico ha tomado -aún más, si cabe- las riendas del mundo globalizado y conectado; las compañías que forman este juego de tronos de internet han acumulado un poder absoluto, fundado en la ingente cantidad de datos que manejan sobre los ciudadanos.

Por eso la privacidad en internet es una de las asignaturas pendientes de la nueva era. A lo largo del tiempo se han desarrollados diferentes sistemas para permitir a los usuarios surfear la web y compartir información de forma sin miedo a injerencias externas. Sin embargo, no han llegado al común de los internautas, y su universalización queda aún pendiente. El poyecto The Onion Router (TOR), es uno de las herramientas más extendidas para navegar de forma privada. No obstante, requiere conocimientos técnicos avanzados para su configuración efectiva. Además, se puede hackear de forma sencilla.

Hace dos años, también surgió el proyecto Freedom Box, reconvertido ahora en  fundación privada, una iniciativa colaborativa cuyo objetivo inicial era desarrollar servidores personales programados con software libre para que los usuarios puedan navegar y utilizar el correo electrónico de forma anónima. Aunque se trataba de un proyecto ambicioso, en los últimos tiempos se ha estancado; a pesar de obtener una financiación cercana a los 90.000 euros, el desarrollo del producto final en serie aún no es una realidad.

El proyecto español Adnonify

El relevo del ahogado Freedom Box lo han tomado ahora, desde España, dos emprendedores tecnológicos, el malagueño Isidro Larrubia y el paquistaní Adnan Ahmad, a través de un idea que han bautizado con el nombre de Adnonify, un sistema que promete una revolución -basada, sobre todo, en la sencillez de uso del producto- en lo que se refiere a la privacidad en internet a nivel de usuario.

En esencia, se trata de un dispositivo plug and play habilitado para ser enchufado directamente en la red eléctrica, con dos salidas de red, y que funciona como un enlace entre el router y el propio ordenador, encriptando los paquetes de datos generados por el usuario y enviándolos después a distintos nodos situados alrededor del mundo, en un rastro difícil de seguir.

«Si tú te conectas a Google, el tráfico que produzcas en ese intercambio con el buscador se puede desviar, por ejemplo, a la India, con los datos encriptados en cada paquete. Los analizadores de tráfico que tiene el Gobierno ahora mismo no serían capaces de hackear este sistema», explica Larrubia.

 «Nosotros partimos de una idea más sencilla que otros proyectos. Una red P2P a través de la que tú envías a otra caja, cada una de las cuales tiene un código, incluso clasificados dependiendo de la ciudad de origen, el remix de datos», agrega.

Para su configuración, no se requiere ningún tipo de conocimiento técnico avanzado. Lo único que debe hacer el usuario es elegir, a través de un interfaz, el destino de sus datos, eligiendo la región del mundo que prefiera para que se disipen. «Lo óptimo es que el sistema funcione como una red peer to peer, y cuantas más cajas existan en el mundo mejor, pero de todas formas puede funcionar igualmente alquilando un servidor online por muy poco dinero, e implementando dentro el sistema».

En la actualidad, la pareja de ingenieros ha lanzado el proyecto mediante la organización de financiación crowdfunding ogIndiego, donde esperan recaudar un total de 100.000 euros, cantidad suficiente para fabricar las primeras 1.000 unidades del nuevo dispositivo. De momento, han creado una red privada en Málaga conectando sus domicilios, donde han contrastado que el sistema funciona. El precio del producto final rondará los 100 euros.

«Hoy en día hay grandes unidades de procesamiento de datos que interpretan absolutamente toda la información de las personas. Si dices algo por internet, lo pueden utilizar en tu contra. Hay una cantidad inmensa de discos duros que ahora mismo están guardando nuestra información. Dentro del ámbito legal, esto es lo máximo que podemos hacer para contribuir al intento de que la gente tenga privacidad», dice Larrubia.

Esa preocupación fue la que llevó a los emprendedores a lanzar el proyecto. Se conocieron por causalidad, cuando Isidro alquiló a Ahmad, un enamorado de España, una residencia de verano. El paquistaní, experto en seguridad informática para bancos y gobiernos, asegura que con las herramientas actuales es prácticamente imposible violar la privacidad de Adnonify.

Sobre el resto de formas alternativas para usar la red de forma anónima, Larrubia cree que Tor «no tiene sentido». «El usuario tiene que saber programarlo, es una idea enrevesada y, además, en una tarde escribiendo código es fácil de hackear. No es efectivo. Hace dos años se veía que podía tener futuro, pero no era una buena idea, aparte de que es muy tedioso para el usuario», apunta. En cuanto a la hermana mayor de Adnonify, la Freedom Box, el ingeniero explica que «han hecho dos máquinas virtuales dentro de un ordenador, conectándolas entre sí con software, y a través de ahí sacan los datos de internet, aunque es fácilmente hackeable.»

 

Fuente:  Teknautas

Cuarenta años después mira en que nos hemos convertido.

 

Escenario: Tienes que hacer un viaje en avión.

• Año 1969: Te dan de comer, de beber y los periódicos que quieras. Todo servido por azafatas espectaculares.

• Año 2009: Entras en el avión abrochándote el cinturón de los pantalones que te han hecho quitar para pasar el control, te sientan en una butaca en la que si respiras profundo le metes el codo en el ojo al de al lado y si tienes sed el azafato te ofrece una carta con cuatro latas a precio de oro. Si protestas, cuando aterrizas te meten el dedo por el culo para ver si llevas drogas.

Escenario: Disciplina escolar.

• Año 1969: Haces una putada en clase. El profesor te mete dos hostias, y, al llegar a tu casa, tu padre te arrea otras dos.

• Año 2009: Haces una putada en clase. El profesor te pide disculpas. Tu padre le monta un pollo al profesor y a ti, para que se te pase el disgusto, te compra una moto.

Escenario: Fran y Marcos se reparten unos puñetazos después de clase.

• Año 1969: Los compañeros los animan, Marcos gana. Se dan la mano y terminan siendo colegas.

• Año 2009: La escuela se cierra. Tele5 proclama el mes antiviolencia escolar. El periódico 20 Minutos dedica cinco columnas al asunto, y Antena 3 aposta (de nuevo) a Matías Prats, en pleno temporal, frente a la puerta del colegio, para presentar el telediario.

Escenario: Luis, jugando a la pelota, rompe el cristal de un coche en el barrio; su padre saca el cinturón y le da un par de correazos.

• Año 1969: Luis aprende la lección y tiene más cuidado la próxima vez, crece normalmente, va a la universidad y se convierte en un hombre de negocios con éxito.

• Año 2009: Arrestan al padre de Luis por maltrato a menores. Sin la figura paterna, Luis se une a una banda callejera. Los psicólogos convencen a su hermana de que el padre abusaba de ella, y lo mantienen en la cárcel de por vida. La madre de Luis se enrolla con el psicólogo. Mercedes Milá abre la final de Gran Hermano con un discurso relativo a la noticia.

Escenario: Juan se cae mientras echaba una carrera y se araña en la rodilla. Su profesora, María, se lo encuentra llorando al borde del camino. María lo abraza para confortarlo.

• Año 1969: Al poco rato, Juan se siente mejor y sigue jugando.

• Año 2009: María es acusada de perversión de menores y se va al paro. Se enfrenta a tres años de cárcel. Juan se pasa cinco años de terapia en terapia. Sus padres demandan al colegio por negligencia y a la profesora por trauma emocional, ganando ambos juicios. María, en paro y endeudada, se suicida tirándose de un edificio. Cuando aterriza, lo hace encima de un coche y también rompe una maceta. El dueño del coche y el dueño de la planta demandan a los herederos de María por destrucción de la propiedad (y ganan). Tele5 y Antena 3 coproducen el telefilm, y, definitivamente, el plató de los informativos queda ya emplazado en medio de la calle.

Escenario: El fin de las vacaciones.

• Año 1969: Después de chuparse una caravana del copón, con toda la familia metida en un seiscientos, tras un mes de vacaciones en un apartamento cochambroso de la costa, se terminan las vacaciones. Al día siguiente, se trabaja normalmente, y no pasa nada.

• Año 2009: Después de volver de Cancún, de un viaje con todos los gastos pagados, la gente sufre trastornos del sueño, avitaminosis, cefaleas, depresión y amenorrea.

Conclusión: Nos hemos vuelto gilipollas.

 

Fuente: Mail recibido.

 

Las mujeres en los baños públicos. Toda la verdad.

 

Mi madre utilizaba frecuentemente los baños públicos. Cuando era pequeña me llevaba al baño, me enseñaba a limpiar la tabla del inodoro con papel higiénico y luego ponía cuidadosamente tiras de papel en el perímetro de la tabla. Finalmente me instruía: «Nunca, nunca te sientes en un baño público». Y luego me mostraba «La posición» que consiste en balancearte sobre el inodoro en una posición de sentarse sin que tu cuerpo haga contacto con la tabla.

Eso fue hace mucho tiempo, pero aún hoy en nuestros años más maduros, «la posición» es dolorosamente difícil de mantener cuando tu vejiga está que revienta. Cuando «tienes que ir» a un baño público, te encuentras con una cola de mujeres que te hace pensar que los calzoncillos de Brad Pitt están a la venta y a mitad de precio….

Así que esperas pacientemente y sonríes amablemente a las demás que también están discretamente cruzando las piernas, y encima cuando están en grupo, hablando las tonterías que pueden hablar solo las mujeres en la cola para mear.

Finalmente te toca tu turno, verificas cada cubículo por debajo para ver si no hay piernas. Todos están ocupados, finalmente uno se abre y te lanzas casi empujando a la persona que va saliendo. Entras y te das cuenta que el pasador de la puerta no funciona; no importa…la sostendré con la mano. Cuando quieres colgar tu bolso de algún gancho que tendría que haber en la puerta….., no hay gancho, así que te lo cuelgas del cuello mientras miras como se balancea debajo tuyo, sin contar que te desnuca la correa que te colgaste al cuello, porque el bolso está lleno de tantas cosas que has tirado adentro.

Alivio…… Ahhhhhh….. Más alivio… pero a la vez tienes ganas de tirarte un pedo, pero lo aguantas por temor a que salga sonando como el pito de una locomotora vieja y lo escuchen todos los que están en los cubículos de los lados.

Por un lado, descargaba toda la vejiga; pero por otro lado apretaba el culo para que no se me saliera el pedo….y de repente suena el móvil -que está obviamente en el bolso-. Ahí es cuando tus muslos empiezan a temblar…. Te encantaría sentarte, pero no tuviste tiempo de limpiar la tabla ni la cubriste con papel, así que te quedas en «la posición» mientras tus piernas tiemblan tan fuerte que registrarían 8 en la escala de Richter, sin contar la salpicada finita del chorro que pega en la loza y que te moja hasta las medias ¡¡¡que seguramente se va a notar!!!

Por suerte el teléfono ya no suena. Para alejar tu mente de esa desgracia, buscas el rollo de papel higiénico, peroooo, je, je…!el rollo está vacío…!. Tus piernas tiemblan cada vez más. Recuerdas el pedacito de papel con el que te limpiaste hace un rato la nariz?? Eso tendría que ser suficiente, lo arrugas de la manera más esponjada posible pero es más pequeño que la uña de tu dedo y encima todavía está mojado de moco…

En ese instante, alguien empuja la puerta de tu baño y como el pasador no funciona y tienes tus manos ocupadas, recibes un tremendo golpe en la cabeza. Le gritas cabreada como una loca:

«OCUPADOOOO!!!!».

Mientras continúas empujado la puerta con tu mano libre, suena de nuevo el móvil y en el intento de apagarlo definitivamente, el pedacito de «kleenex» que tenías en la mano se te cae exactamente en un charquito que hay en el suelo y no estás segura si es agua o mmm…pis….je!. Tus piernas ya no aguantan y te vas de espalda y te caes sentada en el inodoro del baño.

Te levantas rápidamente y con un poquito de asco, pero ya es demasiado tarde, tu trasero ya entró en contacto con todos los gérmenes y formas de vida del asiento porque tú nunca lo cubriste con papel higiénico, que de todos modos no había, aun cuando hubieras tenido tiempo de hacerlo. Sin contar el golpe en la cabeza, el desnuque de la correa del bolso, la salpicada del chorro en las piernas y en las medias, que todavía están mojadas….viene a tu mente el recuerdo de tu madre diciéndote «que desagradable!!!!… no sabes qué clase de enfermedades podrías contagiarte ahí…….».

Pero la historia no termina ahí… ahora el sensor automático de agua para el sanitario, está tan confundido que suelta el agua como si fuera una fuente y manda todo al colector con tal fuerza que te tienes que agarrar del tubo que sostiene el papel de baño (cuando hay) por miedo a que te vaya a chupar y vayas a aparecer en la China.

Aquí es cuando finalmente te rindes. Estás empapada por el agua que salió del baño como fuente, estás exhausta, tratas de limpiarte con un celofán de unos chicles Adams; y luego sales al lavamanos. No sabes cómo funcionan los sensores automáticos así que te limpias las manos con saliva, te las secas con una toalla de papel y sales pasando junto a la línea de mujeres que aún están esperando con las piernas cruzadas y en estos momentos eres incapaz de sonreír cortésmente.

Un alma caritativa al final de la línea te dice que vas arrastrando papel higiénico pegado a tu zapato del largo del río Mississippi…! Arrancas el papel del zapato, lo depositas rudamente en la mano de la mujer que te dijo que lo traías pegado y le dices suavemente: «Toma…puedes necesitarlo…!!! » y sales.

En este momento miras a tu esposo que ha entrado, usado y salido del baño de hombres y que tuvo tiempo de sobra para leer Guerra y Paz mientras te esperaba.

¿Por qué has tardado tanto?», te pregunta azorado… «estaba preocupado…hasta te llamé dos veces al móvil por si te había pasado algo…y encima no contestaste!!!!». Aquí es cuando de una vez por todas lo mandas a la mierda.

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Fuente: Mail recibido.

Citas.

 

Mahatma GandhiCuida tus pensamientos porque se volverán palabras.

Cuida tus palabras porque se transformarán en actos.

Cuida tus actos porque se harán costumbre.

Cuida tus costumbres porque forjarán tu carácter.

Cuida tu carácter porque formará tu destino.

Y tu destino, será tu vida.

 

Mahatma Gandhi (1869 – 1948)

 

Ventilador de mesa HL1 de Braun, un mítico objeto vintage y de diseño.

 

Como ya sabéis este es un blog donde estamos muy al tanto de las últimas novedades tecnológicas, controlamos bastante bien el tema Internet así como el de Imagen y Sonido, los últimos post son clara muestra de ello.

Es por esto que quiero enseñaros mi última adquisición que se me puso a tiro en una de mis visitas al mercado de los Encants de Barcelona. Después de una dura negociación fue mío por un buen precio si consideramos su historia, su buen estado de conservación y los precios que se pagan actualmente por los objetos “vintage”.

Se trata del mítico ventilador de mesa Braun HL1 diseñado por Reinhold Weiss para Braun AG Alemania en 1961, en su época fue un diseño revolucionario y está considerado el mejor diseño de ventilador del siglo XX.

Tengo pendiente el tema de la actualización del software para intentar lograr que mientras me ventila pueda conseguir una perfecta visualización de los colores.

Ventilador de mesa  HL1 de Braun mítico objeto vintage y de diseño

En un discurso de John F. Kennedy en el año 1963 en Frankfurt, uno de ellos le daba aire desde el atril, fue visto por todo el mundo y la propaganda para Braun impagable.

Figura en importantes colecciones, un ejemplar puede verse en la colección permanente del MoMA (Museo de Arte Moderno de Nueva York).

También podemos verlo en la película Blade Runner, en el apartamento de Rick Deckard (Harrison Ford), el protagonista.

blade runner ventilador braun ab