Hoy os traigo esta entrada para que penseis en lo que nos toca vivir hoy. Una sociedad se desmorona, y la impresión de seguridad que teniamos era solo eso, pura ilusión. De todas formas tenía que ocurrir y ya tardaba. ¿ Os acordais cuando nos decian que el sistema financiero y los bancos españoles eran fuertes y solventes ? Todos esos bastardos politicos faltos de cualquier moral que anidaban en los consejos de administracion de las cajas de ahorro de este pais, nos llevan al desastre mientras arrasan con todo lo que pueden.
Mientras tanto el partido en el gobierno desoye los consejos y las advertencias y protege a los corruptos y malvados, oligarcas casposos. Torticeramente, sus reformas financieras precipitaron el escándalo de la insolvencia de 24.000 millones de Bankia, que le ha estallado en la cara con funestas consecuencias. Esto nos costará una vuelta de tuerca más en recortes sociales, reformas, impuestos, etc, etc. Años de penurias y mediocridad que pagaremos los de siempre. Ya lo dije hace semanas, solo que estos descerebrados gobernantes del PP, hubieran hecho NADA, las cosas hubieran ido mucho mejor. Son el peor veneno toxico que este pais necesitaba. Lo sabe toda Europa, menos ellos mismos. Contemplemos el circo hasta que veamos pasar nuestro funeral.
El Coliseo Romano es un anfiteatro de la época del Imperio romano, construido en el siglo I en el centro de la ciudad de Roma. Originalmente era denominado Anfiteatro Flavio (Amphitheatrum Flavium), en honor a la Dinastía Flavia de emperadores que lo construyó, y pasó a ser llamado Colosseum por una gran estatua ubicada junto a él, el Coloso de Nerón, no conservada actualmente. Por sus características arquitectónicas, estado de conservación e historia, el Coliseo es uno de los monumentos más famosos de la antigüedad clásica. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1980 por la Unesco y como una de Las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno el 7 de julio de 2007.
En la antigüedad poseía un aforo para 50.000 espectadores, con ochenta filas de gradas. Los que estaban cerca de la arena eran el Emperador y los senadores, y a medida que se ascendía se situaban los estratos inferiores de la sociedad. En el Coliseo tenían lugar luchas de gladiadores y espectáculos públicos. Se construyó justo al Este del Foro Romano, y las obras empezaron entre el 70 d. C. y el 72 d. C., bajo mandato del emperador Vespasiano. El anfiteatro, que era el más grande jamás construido en el Imperio romano, se completó en el 80 d. C. por el emperador Tito, y fue modificado durante el reinado de Domiciano.[4] Su inauguración duró 100 días, participando de ella todo el pueblo romano y muriendo en su celebración decenas de gladiadores y fieras que dieron su vida por el placer y el espectáculo del pueblo.[4]
El Coliseo se usó durante casi 500 años, celebrándose los últimos juegos de la historia en el siglo VI, bastante más tarde de la tradicional fecha de la caída del Imperio romano de Occidente en el 476 d. C.