Suerte. Manual de instrucciones.

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Es suerte cuando naces en el primer mundo, en el seno de una familia normal donde puedes crecer bien alimentado, apoyado por tus padres, con una buena salud, sin enfermedades aparentes, con una mejor o peor educación, con aptitudes que se le suponen y con los traumas y carencias propios de una sociedad tardo franquista y judeo cristiana.

Buena suerte es cuando en un día de viento, a tu lado, cae un tiesto desde un quinto piso y se hace añicos y nada te roza ni hiere. Si el jarrón, por el contrario, te cae en la cabeza y te deja mal herido o tetrapléjico o si tal vez mueres después de un largo coma de tres años, podemos considerar que es mala suerte.

Tener suerte es, claramente, cuando te toca la lotería en la pedrea de Navidad y tienes suficiente para comprarte unas langostas y celebrarlo con la familia. Si te toca el gordo y vas al bar de la esquina con el champan, saliendo por la tele y tienes suficiente para tapar esos insondables agujeros, sin duda has tenido muy buena suerte.

No es suerte cuando te ascienden de categoría en la empresa y sin desearlo llegas a posiciones no previstas y que conllevan mas responsabilidad, trabajo y esfuerzo. Algo habrás hecho al respecto. Tampoco es mala suerte que te despidan después de veinte años en una gran empresa porque tu puesto de trabajo ha sido asumido por un shared service center en Bangalore que habla un ingles que no entiende ni su santa madre. Esto es una putada. Pero la suerte no juega papeles aquí.

No es suerte cuando después de años de búsqueda continuada consigues aquel cromo que te faltaba para conseguir acabar la colección. Tampoco es suerte cuando a la tercera, te sacas el carnet de conducir sin atropellar a nadie y sin quedarte colgado en cualquier ceda el paso.

No es suerte, cuando tras años de trabajo y esfuerzo consigues pagar y saldar la hipoteca de aquel piso que te compraste ajustado a tus posibilidades económicas. Tampoco es suerte cuando te sacas la carrera después de años de estudio y esfuerzo continuado. Luego, si te sacas el master ya es para nota.

Es mala suerte cuando se muere una tía que no conocías y te nombra heredero universal de su patrimonio y luego la declaración de impuestos se convierte en una pesadilla de la que querrías despertar.

Es muy buena suerte, cuando a trancas y barrancas llegas a elevadas edades sin ninguna enfermedad incapacitante y con los sentidos aun despiertos para luchar un día mas y poder respirar el aire de la mañana y gozar con los sencillos placeres que nos depara la vida en cada brisa, en cada rayo de sol, en cada mirada.

Es mala suerte cuando en un día de lluvia, una tapa de alcantarilla levantada, se convierte en una trampa mortal y te rompes los ligamentos cruzados y debes pasar un mes en la cama con dolores innombrables.

No es suerte cuando tras años de duro trabajo, ahorro y esfuerzo te jubilas con una posición saneada que te permite gozar de una vida de jauja reservada a unos pocos privilegiados. Eso es una buena estrategia.

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Qué hacer si te roban el móvil o el bolso.

 

Si el que te roba el bolso o el móvil es solo uno y no sale corriendo podemos actuar como la chica del video, patada paralizante en los huevos y cuando cae acabamos con patada lateral de talón en la cara, el resultado es demoledor y a nuestra criterio queda si continuar con la lección o darla por aprendida.
Se demuestra aquí el conocido dicho: “Desde que se inventó la patada en los huevos no hay enemigo pequeño” y también que si los buenos plantan cara a los malos, pueden ganar.

Citas.

 

jose saramagoActualmente los laboratorios invierten más en mejorar y producir viagra y en desarrollar mejores prótesis mamarias que en medicamentos para el Alzheimer.

Ésto provocará -en el curso de unos años- que más gente de la tercera edad tendrá mejores erecciones y senos más prominentes, pero no recordarán para que los tienen.

 

José de Sousa Saramago (1922 – 2010)

18F Marcha del Silencio por Nisman.

 

La Marcha del Silencio en homenaje a Alberto Nisman, el fiscal fallecido hace un mes en extrañas circunstancias coincidió con nuestra salida de Buenos Aires destino a Barcelona, nuestro hotel en la plaza del Obelisco estaba en el camino de la manifestación y para evitar vernos atrapados adelantamos una hora nuestra partida hacia el aeropuerto.
Para aumentar el caos una fuerte lluvia cayó sobre la ciudad y colapsó todavía más el tráfico, tuvimos suerte de poder salir del centro mientras escuchábamos la apasionada retransmisión radiofónica de la manifestación. Durante nuestra estancia en Argentina pudimos constatar el rechazo popular hacia la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y su gobierno.

Annapurna. Primer ocho mil.

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Libro del montañero francés Maurice Herzog que describe la conquista de la primera cumbre de más de ocho mil metros, el Annapurna, el 3 de junio de 1950 y del precio que pagaron por ello, su autor y su compañero de cordada, Louis Lachenal.

Empece a leerlo en papel en una edición antigua con una bastante penosa traducción que no me satisfacía en absoluto. El libro se hace bastante tedioso al principio, en la descripción de los preparativos de la expedición y en el proceso de aproximación y exploración de las cimas más propicias para ser holladas por primera vez, en unos años en que todo estaba por descubrir.Annapurna

Sin duda, un relato naif que describe con precisión los acontecimientos que llevaron a la conquista de la cumbre y a la posterior historia de terror en una montaña de mas de 8000 m donde el filo entre la vida y la muerte se vuelve muy delgado.

Lo que era una gesta de la mejor generación de montañeros franceses se convirtió en un calvario, cuando Maurice perdió los guantes en el descenso de la cumbre. Y cuando ya hacia rato que debían de haber comenzado la bajada sin perder un tiempo precioso haciendo fotos y colgando banderines, tal vez afectados por la euforia que se vive a esas altitudes, provocada por la falta de oxígeno y por las anfetaminas que en aquella época eran de uso común por los alpinistas.

Tras una noche terrible bajo la ventisca en el campo V, al día siguiente, en el descenso al campo IV se vieron obligados a vivaquear, junto con sus compañeros Tierry y Rebufat, en una grieta al no encontrar las tiendas.

Lo cierto es que la bajada al campo V y el vivac a 7500m provoco severas congelaciones en manos y pies a Maurice y en los pies de Lachenal que se resolvieron en la urgente amputación de los dedos congelados, sin anestesia y en condiciones infrahumanas mientras la expedición pugnaba por rescatar a los heridos y volver a la civilización en las estribaciones de la cordillera del Himalaya.

Sin duda, una expedición que en aquellas circunstancias y con aquel material, se saldara con sólo dos heridos graves y sin ninguna muerte, dice mucho a favor de un equipo humano de una calidad excepcional que realizó con éxito uno de los rescates de altura mas meritorios que se recuerdan.

Tras un parón de la lectura de la edición en papel de algunos meses (fue subsumida en mi biblioteca infernal), cayó en mis manos una edición digital con un lenguaje mucho mas moderno que me permitió llegar hasta el final. Sin duda una gran novela para los aficionados a las historias que se suceden en las fronteras de la zona de la muerte, en las cumbres de los Himalayas.

Montse Valdés 2014. Un par de fotos.

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En los días de Navidad del 2014 tuvimos la oportunidad de visitar una exposición en la plaza de la Catedral y contemplar esta obra de Montse Valdés. No sabiendo nada de la Artista, nos limitamos a presentar un par de fotos de su obra como mudo testimonio de nuestra admiración por su hermoso trabajo.

Siempre me gustó realizar fotos de cuadros y posters. Habréis visto otros ejemplos de ello en mis posts de museos donde busco obtener una digna imagen de obras que me conmueven. Es como obtener un recuerdo perenne y particular de un momento especial. Es sin duda un gran privilegio, el poder atesorar en una imagen, parte de la magia que encierran estas obras.

En el caso que nos ocupa os traigo dos fotos. La primera revelada del fichero raw con el Sylkpix y luego retocada para arreglar la perspectiva y el tamaño. Y la misma foto pero obtenida del filtro de diapositiva de mi Ricoh GR y también modificada en tamaño y perspectiva.

Si seguís el link de la obra de Montse Valdés, observareis que la calidad de las fotos obtenidas con la Ricoh GR no desmerecen a las que están en la web de la artista, que debieron ser  obtenidas de forma profesional, con trípode y demás. Al contrario que las mías, que fueron fugaces instantáneas que requirieron un par de segundos de muda exposición.

Recordad que para tirar una buena foto, aplican los mismos principios que para disparar con un rifle de precisión. Respira hondo y vacía tus pulmones, contén la respiración y pulsa suavemente el disparador mientras acompasas el ritmo de tu corazón para disparar entre latido y latido. 😉