Sigo disfrutando como un enano con la Ricoh GR. Y aunque todavía no domino todos los menus, creo que con el tiempo, conseguiré hacerme con ella. Al fin y al cabo, ahora el problema no son las capas de settings de profundidad insondable de la Olympus sino el combinar las mejores opciones que se adapten a mis necesidades.
Ahora voy ligero y con un discreto equipaje. Nadie se da cuenta de que le estoy fotografiando. Y los paseos son una aventura para descubrir la maravilla que se esconde dentro de esta cámara en la que todo cabe y en la que todo esta todavía por descubrir. Ya llevo unos cientos de fotos y esto solo esta empezando.
De momento, y aunque todavía encuentro demasiado grano y el enfoque no lo acabo de entender, hoy he probado una nueva opción mágica en My settings 1 que es el realizar el bracketing de efectos. Como sabeis el bracketing siempre se ha usado para conseguir esos magnificos HDR’s que se ven por ahí. En su tiempo lo probé pero ya hace tiempo que solo me motivan las fotos de calle. Pero en la ricoh también puedes escoger tres efectos distintos para hacer el bracketing.
Como os decía, he usado los efectos de blanco y negro de alto contraste, proceso cruzado y película positiva. La verdad es que no se cual me gusta más. Venga, dejad vuestros comentarios y dad vuestra opinión. 😉
Daido Moriyama once said “when I go out into the city I have no plan. I walk down one street, and when I am drawn to turn the corner into another, I do. Really I am like a dog. I decide where to go by the smell of things, and when I am tired, I stop.” Talk about simplifying things, it’s really that simple – trust your instincts, simplify your gear, and enjoy your photography.
. Voy dando tumbos todavía con la ricoh gr. Todavía no le pillo el tranquillo a una configuración que me satisfaga en las tomas de calle. Claramente, algo se me escapa y no estoy consiguiendo los resultados esperados. Aunque no tengo ninguna prisa, y dada mi falta de habilidad, deberé aplicarme más. La cámara va muy bien y solo es cuestión de tiempo.
Por de pronto ya he instalado el programa Sylkypix que viene con la cámara y que me permite «revelar» los archivos RAW que produce la GR. Ahora empiezo a entender las capacidades del formato. Si, ya se que esto es básico, pero yo no me dedico a la fotografía profesionalmente. Solo soy un amateur de fin de semana que lucha por sacar tiempo de una vida a veces complicada de cojones.
Os dejo con una foto revelada que os aseguro no se parece en nada a la foto original. Las posibilidades son inmensas, aunque habrá que currar un poco para sacarle el jugo, como siempre.
Pues los Reyes Magos han querido obsequiarme con una Ricoh GR (algo habré hecho bien, este año). Una cámara de la que todo el mundo habla por la nitidez de su objetivo y la calidad de las imágenes que puede conseguir. Por supuesto, un buen fotógrafo también ayudaría. En mi caso, ya estoy rendidamente atrapado por el modo TAV, donde selecciono la apertura y la velocidad, y la cámara se encarga de seleccionar el valor ISO adecuado.
No he tenido casi tiempo de probarla ni de configurarla, y supongo que me llevará unos días adaptarme a sus menus. Pero el efecto de proceso cruzado, el blanco y negro de alto contraste y las innumerables posibilidades que me ofrece, me están entusiasmando. La olympus Pen E- P5 que me enamoró en 2013 deberá esperar. Ahora solo tengo ojos para esta cámara que es una evolución de las GR analógicas y digitales que Ricoh lleva décadas mejorando.
Ahora tenemos el sensor APS-C de 16 megapíxeles mas barato del mercado, sin filtro de paso bajo y con una óptica fija de 28 mm con una nitidez que cámaras de superior categoría están ya envidiando y tratando de emular. Si quereis saber lo que es una cámara con «mojo», abandonad las grandes marcas y sus aburridas combinaciones y aventuraros con firmas que han marcado la historia de la fotografía desde sus inicios y que de cuando en cuando producen autenticas obras maestras.
Estos Reyes han sido fantásticos. Ademas de la Ricoh GR, también nos han dejado una lámpara de lava, lámpara de lava, de hipnótica pronunciación y contemplación. No se puede pedir mas. 😉
Varias ideas me asaltan. Continuar con un post de la categoría «que hacer un domingo en Barcelona» últimamente abandonada, o tal vez desarrollar un proyecto de mecenazgo de arte en un bonito edificio abandonado o colgar una foto del Moma en la sección de Arte o tal vez buscar donde venden cámaras Ricoh GR en Barcelona o también arrancar una comedia porno donde la buena música tuviera un papel preponderante y el look fuera muy cosmopolita.
Todo eso son opciones que se abren en el poco tiempo que se sucede viendo una intrascendente serie o realizando un zapping matinal, cuando uno se siente fresco y relajado después de unos días de vacaciones. Al final pocas de esas opciones llegarán a realizarse pero empezar con una y abandonar las otras requiere un esfuerzo de concentración. De enfocarse en lo plausible y realizable y abandonar lo que esta fuera de mi alcance de momento. Todas esas ideas se perderán como lágrimas en la lluvia.
Pero están ahí y alguien, tal vez uno de mis otros yos debería perseguirlas en alguna de mis otras vidas en esos universos paralelos que pululan por doquier. De momento, las apuntaré en esta molesquine para futuras consultas.
¿Que mas se puede pedir? Tres colegas que se juntan en una cena y hablan de cámaras fotográficas. Compañeros que estudiaron imagen y sonido siglos atrás, la disciplina maldita. Una vocación que en mi caso nunca pude ejercer profesionalmente pero que siempre me ha deparado grandes alegrías. Como la de esa noche, compartiendo una afición que sigue siendo una de nuestras pasiones.
En un momento dado, después de la cena, mientras hablábamos de filtros de paso bajo y cuotas de mercado, apareció una cámara réflex de Pentax, una K-50, blanca y preciosa como pocas.
Y mientras nuestro anfitrión nos la mostraba, subió un cubo a la mesa, abrió una botella de agua y sin mas preámbulos, roció la cámara como si fuera una chancleta llena de arena y estuviéramos en cualquier playa del litoral.
El grito que pegamos fué unánime. Tal vez algo se había aflojado en la mente de mi colega o el vino tenia un efecto perverso, mas allá de lo esperado. Pero no. Tras el baño, la cámara seguía funcionando y aquello era una demostración que los representantes de Pentax realizan constantemente para mostrar las bondades de estas cámaras.
Por algo será que Pentax inventara y patentara en 1952 con su asahiflex el pentaprisma que hoy llevan todas las SLR’s del mundo.
Si alguien tiene alguna duda sobre la robustez y calidad de estas cámaras, miraros el video que os pego abajo, desde las arenas del desierto de Afganistán, donde el soldado Alex Jansen, tortura una K-5 y una K-7 y a continuación, siguen funcionando como si nada. ¿Habeis visto alguna Nikon o Canon pasando por esto? Ahí lo dejo…
Por fin me llegaron las pilas desde USA por 16 € (4) para mi Olympus 35 RC que sustituyen a las antiguas baterías de 1,35 V de mercurio que ya no se fabrican.
Con el voltaje correcto se acabaron los cálculos para preveer el desajuste del fotometro sobrealimentado. Ahora ya podré dedicarme en cuerpo y alma a esta pulsión analógica que me invadió este año con todas las garantías.
Estas pilas son las adecuadas para un montón de cámaras y dispositivos famosos allá en los 60’s y 70’s del siglo pasado, cuando eramos unos críos y estos aparatos eran muy caros para nuestros bolsillos adolescentes.
Ahora, nada nos impide devolverlos a la vida y volver a hacer fotografía como aprendimos entonces. Seleccionando velocidad, diafragma, enfocando a mano y disparando sin ver el resultado final. Sin poder repetir cada toma tropocientas veces. Solo confiando en la magia de los haluros de plata, su grano y sensibilidad.
Cuando apareció la fotografía digital me sentí liberado de los laboratorios, el papel, el coste y las esperas. Ahora, me reencuentro con cámaras que nunca pude comprarme a unos precios ridículos pero de una calidad incuestionable.
Y bueno, sin imprimir nada, el revelado, el escaneo y el carrete de 36 fotos me salen en conjunto por unos 15 € que tampoco me parece desorbitado. Ahora estoy probando un nuevo laboratorio que espero colme mis expectativas. Ya os contare…;-)
Usos mas populares:
Bolex – H8/H16 Reflex/Non-Reflex exposure meter
Canon – Original F-1, FT, FTb, FTbn
Gossen – LunaSix III, LunaPro Cds, Super Pilot Cds/SBC
Una odisea esta siendo esta restauración. Y por motivos ajenos a mi voluntad. Hace un par de findes, la saqué a pasear por el barrio gotico y los aledaños de la plaça Sant Jaume, fotografiando con una cámara de hace 40 años que adquirí en un rastrillo. Y nos lo pasamos muy bien haciendo un photowalk con un carrete de 36 fotos en blanco y negro.
Ahora bien, a partir de ese momento todo fué a peor. Llevé el carrete a Fotoprix para revelarlo y para que me hicieran un CD. Todo por 10,05 €. Tras unos días de espera recibí un cd que solo me sirve de posavasos. Lo probé en varios ordenadores sin conseguir leerlo en ninguno. A continuación miré los negativos y un odio cerval a los laboratorios fotográficos que creía olvidado en la noche de los tiempos, resurgió en todo su esplendor.
Los macacos del laboratorio, me habían cortado los negativos en tiras de cuatro sin respetar las fotos ni sus espacios. Simplemente, por donde mejor les pareció, cortaron en absurdas diagonales que estropeaban cualquier toma que estuviera a su alcance. Indignado para siempre con una compañía que teóricamente debe dar un servicio profesional, solo pude darle mi feedback al chaval de la tienda y despedirme de él para siempre jamas.
No he hecho un titular, porque los franquiciados y sus negocios, no tienen ninguna culpa de los desaguisados de su laboratorio y en la tienda a la que iba, siempre me trataron muy bien. No puedo entender como alguien puede tratar un soporte tan delicado como son los negativos fotográficos con tan poca profesionalidad y rigor. Del CD, para que hablar…
Dispuesto a no dejarme desmotivar por la adversidad, monte de nuevo el escanner de negativos que esperaba no tener que usar más, de lo harto que acabe hará ya un par de años. A continuación os pongo los resultados. El scanner arrastra la suciedad de cientos de carretes del siglo pasado y resalta las ralladuras, imperfecciones y polvo que abundan en la atmosfera de mi habitación resultando una tarea frustrante y tediosa, el escanear un solo carrete.
En realidad esta aventura analógica, tiene para mí el objetivo de obtener los magnificos resultados que la Ricoh GR obtiene en blanco y negro pero a un precio irrisorio, a la vez que rescato viejas y bellas cámaras del ostracismo de décadas. Ahora creo haber descubierto un laboratorio en el barrio de Gracia que tal vez colme mis expectativas, ya os contaré. De momento, mirad las fotos. (Otro approach, podría ser configurar mi E-pl2 para conseguir lo mismo, pero seguramente me perdería entre los recovecos de los menus. Ya probaré.)
En general, las pruebas no son tan nítidas como las de la Olympus 35 RC que os mostré hace unos días y enfocar de forma precisa tiene más dificultades al no disponer de telémetro. También, al solo tener dos velocidades, 1/40 s ó 1/200 s, la cámara no es la mejor para tomas instantáneas en condiciones inciertas. Viendo las muchas fotos movidas o desenfocadas, no puedo dejar de admirar el gran trabajo que realizaba mi padre, usando una cámara Regula que algún dia habré de rescatar.
Aun asi, la cámara se ha portado estupendamente, los sellos que puse han hecho su trabajo. Los automatismos van finos y es una cámara perfectamente funcional. No se puede pedir mas por 25€ que me costó. 😉
Tal vez esto se me haya ido de las manos. Estas ultimas semanas no hago más que buscar en ebay viejas cámaras rangefinder o telemétricas y pujar por ellas. Adquirí una Konica C35 que todavía no me ha llegado con muy buena pinta por 30 euros y hoy acabo de perder una puja por una Minolta hi-matic s7 II negra preciosa que sin saber si funcionaba o no, ha llegado a las 79 GBP (unos 85 euros al cambio). Por suerte mi puja de 40 libras no ganó.
Para mañana tengo otra Olympus trip 35 a tiro por solo 25 euros, y creo que no me la quitarán. Pero dejemos esta fiebre y vamos a ver los siguientes pasos de la restauración que os mostraba en el post anterior.
Tras haber limpiado la cámara, adquirí en Aki-Asahi.com una nueva piel para mi Oly y los sellos para la caja negra interior. De paso, también me compré una piel nueva para mi epl-2. Todo me llego un par de semanas después y ahora por unos pocos euros, tengo de regalo un bonito sobre con los matasellos de Japón.
Solo tenia que instalar los nuevos sellos y la nueva piel, pero en un arranque, decidi repintar las partes deterioradas del metal donde el oxido crecia por momentos. Para ello, quité los dos platos cromados y de paso limpié el visor y aluciné con el sistema que impide hacer fotos sin luz y que muestra esa lengua roja en el visor. Tras ello, lijé todo el orín, y forré absoluta y precisamente todo el contorno de las partes a pintar con cinta de carrocero y procedí a dar varias capas de pintura en spray Felton brillante.
Tras veinticuatro horas, ya estaba seco pero no totalmente duro. Aquí os recomendaría no tocar nada hasta pasados dos o mejor aun, tres días completos. Otra cosa que yo no hice y que podría darle un toque maestro, es aplicarle unas manos con el spray de laca endurecedora, también de la casa Feltón. (No cobro nada por la publicidad. Después de informarme mucho, sé que Felton es una marca de calidad. Ahora bién, si os dedicais al grafiti, Montana es vuestra pintura.)
Bueno, yo tenia una misión que cumplir y era probar la cámara. Y tras un dia de secado, la saqué a pasear con otro carrete ilford xp2 400 asa que me quedaba. Las fotos de ese dia por las calles del centro de Barcelona, todavía están en el laboratorio y dependiendo del resultado, tal vez no las veais nunca, pero si os dejo con las fotos de la restauración donde se puede apreciar la preciosidad de la mejor ingeniería japonesa de los años 60’s del siglo pasado.