Ayer nos enterábamos consternados, de la noticia acerca del deceso de Johan Cruyff. Finalmente, la enfermedad se lleva a uno de los mejores, por no decir él mas grande jugador y entrenador de futbol de la era moderna. Sin ninguna duda, él cambió el sentido de la historia del futbol y del futbol español en particular. Por supuesto, también revolucionó al Futbol Club Barcelona como jamás nadie pudo preveer.
El simple concepto de atesorar el balón más que el rival, mas allá de cualquier individualidad, de poseerlo, de controlarlo en equipo. De pasarlo, antes que perderlo en cualquier intrascendente confrontación, es uno de los pilares donde se fundamenta su gran éxito.
Este concepto, que bebe de las fuentes del fútbol total de Rinus Michels, se basa, por supuesto, en superar a cualquier jugador rival, efectuando un pase efectivo a otro compañero del equipo, desmarcado, de forma continuada. En un rondo que explora las debilidades de las defensas y que combinando una y otra vez en ataque, en la media o en la defensa, conseguirá la ventaja posicional y finalmente el gol.
Cuando tienes el balón y lo controlas efectivamente, nadie puede atacarte, ni provocar ocasiones de gol. Este sencillo credo, es la revolución que convirtió el juego del Barça en el mejor de la historia. Se que es difícil de entender. De hecho, Del Bosque ganó un mundial gracias al juego del Barça y sin todavía haberlo entendido.
Tampoco lo han entendido los mal llamados «periodistas» en realidad palmeros del Real Madrid, con Pedrerol a la cabeza, que cada día, hacen gala de su filibusterismo, atacando al Barcelona y al resto de equipos que deciden crear un juego de equipo donde la preciosidad en el pase es la base de la estrategia.
Por el contrario, ellos defienden la violencia, la dureza en la confrontación cuando impunemente es ejercida por el equipo Blanco, siempre protegido por los árbitros desde los tiempos del Franquismo, donde fundamentaron la entelequia de su historia ficción.
Incluso la mejor selección española, se lo debe todo a Johan. Su concepto y las asociaciones que la mejor generación de futbolistas de la Masía, aportaron, fueron la causa de las dos Euro copas y el Mundial ganados.
Era siempre curioso observar como la mejor selección Española, nunca llegó a la excelencia del juego del Barça. Siempre había un Xavi Alonso, que rompía la fluidez del pase, o algún delantero como el Niño Torres, donde cualquier combinación finiquitaba sin sentido.
Aun así, a trancas y barrancas, se gano el único mundial de la historia del futbol Español. Gracias a las enseñanzas de Johan. Y si alguien no lo cree, ya conocéis el refrán aquel que dice que no hay mayor ciego, que el que no quiere ver.
Pero hubo incluso mas. Su osadía en los planteamientos, su confianza en si mismo y en su visión, su revolucionario mensaje junto con su actitud ganadora, son una lección de vida que debemos estudiar y comprender en toda su dimensión.
Esa absoluta fe en nuestras capacidades que él nos inculcó, nos hizo confiar en nosotros mismos, mas allá de cualquier oposición. Nos hizo capaces de creer por fin en nuestras posibilidades de victoria. Nos hizo luchar más. Nos cambió como Club y quien sabe si también como País (y me refiero a Catalunya).
Su espíritu estaba muy por encima de muchos presidentes que le toco padecer. El último, Rosell, que le cuestionó la entrega del anillo de oro y brillantes del club así como la presidencia honorifica, en el gesto mas rastrero que hayamos visto últimamente. Finalmente, la salida de Rosell del FCB, abrumado por su propia estulticia, solo confirmó nuestras peores sospechas.
Poca gente, ha entendido la gran herencia recibida de Johan, pero hay unos cuantos por todo el planeta del fútbol. Sin duda, Guardiola, Tito Vilanova y Luis Enrique, interpretaron sus lecciones con un éxito sin precedentes. Pero, ahí están Xavi y Iniesta, los próximos llamados a engrandecer la concepción de un futbol que es puro arte. Descanse en paz, el gran innovador del futbol de la era moderna, Johan Cruyff.