En Düsseldorf habita un relojero que arregla todo tipo de relojes de todas las marcas. Claro que es una obviedad que un relojero arregle relojes, pero no creais que es tan facil.
Ya estaba harto de tratar de arreglar relojes en Barcelona, y de recibir la negativa de varias supuestamente «relojerias». Bajo el pretexto de que esas marcas debían llevarse a la casa matriz, nadie era capaz de solucionarme el problema.
Gracias a un contacto en esa ciudad, descubrí este relojero de los de antes. Con una lupa engastada permamentemente en su ojo, ejerce su profesión cerca del centro de la ciudad en su tienda de la calle Hüttenstrase 121.
La tienda, esta plagada de todo tipo de relojes. Carillones, cucos, relojes de pulsera… Todos funcionan y esparcen su musica sincronizada, su melodia temporal. Marcan los minutos discretamente con su tictac y montan una algarabía cada hora, cada cuarto, cada media.
Este Uhrmachermeister solo habla aleman y yo solo hablo ingles, con lo que nos entendemos a la perfección y no hay ninguna posibilidad de malentendidos. Yo se lo explico todo en la lengua de Shakespeare y el me contesta raudo en la de Goethe. Nada mas facil.
Cada pocos meses le llevo un reloj y le explico el problema.Ya sabe lo que espero de él. Diligentemente arregla mis relojes para el dia siguiente o bien lo soluciona al momento. La primera vez me cobró 15 euros. La segunda, solo 10.
Si teneis relojes por arreglar. Si quereis vivir una experiencia con la eficiencia alemana, con el trabajo bien hecho y con la calidad, recurrid a él. No os decepcionará.