La mayoría de los mayores de 50 años presenta algún fallo de memoria que inevitablemente les lleva a pensar en el fantasma del Alzheimer, sin embargo esto es un síntoma propio de la edad y no de una enfermedad.
Es frecuente no poder recordar el nombre de un individuo, entrar en una habitación sin saber qué se iba a buscar, olvidar el título de una película, dónde se dejaron las gafas o las llaves.
Muchas personas se preocupan (a veces en exceso) por estos olvidos. De aquí una afirmación importante: “Quien es consciente de padecer estos olvidos es quien no tiene problemas serios de memoria” pues quien padece una enfermedad de la memoria no tiene consciencia de lo que le pasa, esto se llama Anosognosia, una palabra médica que significa no darse cuenta de lo que le ocurre.
La Anosognosia (del griego: a, prefijo privativo + nosos, enfermedad + gnosis, conocimiento: «desconocimiento de la enfermedad») es la situación patológica referida a los pacientes con problemas neurológicos (cognitivos) que no tienen percepción de sus déficits funcionales neurológicos.
La Anosognosia es por tanto una negación de la propia patología neurológica: El paciente no admite que realmente le pasa algo siendo la causa de este déficit un daño orgánico que realmente está impidiéndole dicha percepción.
B. Dubois, profesor de neurología del Chu Pitié Salpêtrière, acuñó una didáctica explicación válida para la mayoría de los casos de personas preocupadas por sus olvidos:
“Cuanto más se quejan los sujetos de su memoria, menos probabilidades tienen de sufrir una enfermedad de la memoria”.
Quédense tranquilos porque no es Alzheimer…son los años.
No se porque me gustan las hormigas. Supongo que representan un refugio mental, unas vacaciones temporales de la realidad que me rodea en un macrocosmos de seres que conviven con nosotros. viven en sociedad y van a lo suyo sin importarles nada de nuestro universo. Muy probablemente, nos sobreviviran cuando hayamos acabado con el planeta.
Aqui os dejo un post del magnífico blog historias de hormigas que Jose Maria Gomez Durán alimenta desde Madrid con historias que os dejarán asombrado. Para los aficionados a las hormigas es todo un descubrimiento. Sus videos, investigaciones y aporte al conocimiento de estos insectos son todo un hallazgo.
Esta pequeña y velocísima avispa neoneurina de apenas 2 mm, parasitoide de obreras de la hormiga Cataglyphis ibericus –que describí con el profesor Achterberg en un reciente artículo– ha sido elegida entre las diez especies más singulares o raras descubiertas a lo largo del año 2011. La elección ha corrido a cargo del Instituto Internacional para la Exploración de Especies (IISE), de la Universidad estatal de Arizona, y un variado elenco de científicos que hizo la selección entre 200 especies candidatas de un total de 18000 descritas en 2011.
Esta lista de 10 especies se da a conocer, desde hace varios años, cada 23 de mayo coincidiendo con el aniversario del nacimiento de Linneo. Pretende ser una llamada de atención sobre la necesidad de seguir explorando y conservando la riquísima biodiversidad de nuestro planeta.
Ha sido una noticia inesperada y sorprendente. Esta nueva avispilla la encontramos a 80 metros del despacho que ocupo en mi centro de trabajo de Madrid. Las observaciones sobre su comportamiento ovipositor las llevamos a cabo durante mes y medio, en las horas caniculares del verano, en un erial de 100 metros cuadrados. Todo era minúsculo, reducido, limitado. Y todo acontecía a velocidad de vértigo: 5 centésimas de segundo tardaba Kollasmosoma en inyectar su huevo en el gastro de Cataglyphis. Allí, en el erial, esta avispa parasitoide mostraba, es verdad, morfologías y comportamientos insospechados surgidos hace millones de años en su interacción ininterrumpida con la hormiga parasitada.
She packed my bags last night pre-flight Zero hour nine a.m. And Im gonna be high as a kite by then I miss the earth so much I miss my wife Its lonely out in space On such a timeless flight
And I think its gonna be a long long time Till touch down brings me round again to find Im not the man they think I am at home Oh no no no Im a rocket man Rocket man burning out his fuse up here alone
Mars aint the kind of place to raise your kids In fact its cold as hell And theres no one there to raise them if you did And all this science I dont understand Its just my job five days a week A rocket man, a rocket man
El accidente de Chernóbil no fue técnicamente una explosión nuclear, sino una explosión del vapor acumulado dentro del núcleo por una sucesión de negligencias y fallos de diseño. Cuando el reactor reventó quedó expuesto al aire y de su interior escapó, se calcula, el 3,5% del material radiactivo. Es decir, que todavía queda dentro casi el 95% del combustible nuclear, lo que da una idea de la magnitud del desastre que estuvo a punto de devastar media Europa. Los isótopos del yodo 131, los que se alojan en la glándula tiroides, el que provocó tantos cánceres, comenzaron a evaporarse a los ocho días del accidente. Dentro de unos cinco años se disiparán los de estroncio 90 y cesio 137, tremendamente contaminantes. Pero el plutonio 239, la principal amenaza que escapó del reactor número cuatro, ese no se irá hasta dentro de 24.000 años.
La gran pregunta es saber qué hay dentro del núcleo que explotó. Qué queda allí. Qué es tan peligroso que ha habido que enterrarlo y sellarlo porque es ingobernable. El director general adjunto de la central atómica de Chernóbil, Valery Seyda, el hombre encargado de desmantelarla, cuenta que después de la explosión, el combustible del reactor se fundió con el metal, el cromo, el cableado, el cemento, el boro, todo lo que allí había y todo lo que se echó encima para taparlo, creando un magma que sigue activo: “Es un nuevo material, es algo nuevo, desde el momento en que se fundió se convirtió en algo diferente. Mutó…”.
A esa masa incandescente, ese corium como le llaman algunos científicos, ese elemento nuevo que sigue ahí dentro del reactor, latente, le llaman la materia de los seis extremos: extremadamente potente, extremadamente caliente, extremadamente densa, extremadamente corrosiva, extremadamente tóxica y extremadamente radiactiva. Valery reconoce que aunque llevan 26 años estudiándolo, midiendo su temperatura, la humedad, la densidad, su concentración de gases, el nivel de rayos gamma y beta, no tienen ni idea de cómo evolucionará. Es como un monstruo incubándose dentro de un enorme sarcófago de cemento construido a marchas forzadas. El sellado del ataúd de hormigón se está resquebrajando, así que se está construyendo uno nuevo, mucho más grande, y que pretende enterrar el magma nuclear durante otros 100 años. “Realmente estamos postergando la decisión de qué se hace con el reactor número cuatro, aplazando la solución hasta que se desarrolle una nueva técnica, una nueva fórmula pata tratar ese magma nuclear, algún tipo de contenedor, no sé, algo”. Y lo dice el director general adjunto de la central nuclear de Chernóbil, el hombre encargado de desmantelar la instalación, el responsable de que eso que sigue ahí dentro siga ahí dentro. Asusta…
El cáncer de mama se presenta casi sin síntomas. En la mayoría de los casos la mujer nota un bulto pequeño o una masa en la mama, pero puede notar también cambios en la forma y volumen de la mama, retracción y eczema del pezón. En ocasiones tiene emisión sanguinolenta por el pezón. También puede sentir el pecho más rígido de lo normal, enrojecido o con ardor.
La prevención es una de las grandes armas contra el cáncer de mama. Cuando el cáncer de mama es detectado a tiempo, hay un 90 por ciento de posibilidad de cura. ¿ Cómo prevenirlo? Pues observando y auto-explorando los pechos. Como se muestra en la fotografía, existe una serie de signos o señales que pueden indicar un cáncer de mama.
George Church, de la Universidad de Harvard y considerado uno de los «padres» de la biología sintética ha puesto de nuevo sobre el tapete la espinosa cuestión de la conveniencia (o no) de volver a traer al mundo al hombre de Neandertal, la «otra» especie humana que desapareció hace 30.000 años, poco después de la llegada de Homo sapiens (nosotros) al continente europeo. Church afirma que en su laboratorio ya dispone de la tecnología necesaria para hacerlo y que, para dar a luz al primer bebé neandertal, será necesaria una mujer «extremadamente valiente».
En una extensa entrevista con el diario alemán Spiegel, Church no solo considera técnicamente posible resucitar a los neandertales, sino que aboga por clonar un buen número de ellos, de forma que les sea facil adquirir una auténtica conciencia de grupo. «Es posible -razona el científico- que puedan incluso llegar a crear una nueva cultura neoneandertal y convertirse en una fuerza política». En su nuevo libro «Regénesis: Cómo la biología sintética reinventará la naturaleza y a nosotros mismos», Church juega con la idea de una «segunda creación» del ser humano, una que, a diferencia de la primera, será protagonizada por el propio hombre.
Durante la entrevista, Church, de 58 años, considera probable que el primer bebé neandertal nazca dentro de poco tiempo, en todo caso en el transcurso de su propia vida. «Eso -asegura- depende de un montón de cosas, pero creo que sí». Por un lado, la tecnología que permite leer y escribir ADN es ahora «cerca de un millón de veces más rápida que hace apenas siete u ocho años». Por otro, también la clonación de mamíferos empieza a ser una realidad y «si podemos clonar cualquier clase de mamífero, es muy probable que también podamos clonar un ser humano. ¿Por qué no deberíamos ser capaces de hacerlo?».
Para Church, una de las ventajas de clonar neandertales es que éstos, seguramente «tendrían una forma de pensar diferente a la nuestra», algo que sería positivo para el futuro de nuestra propia especie. «Sabemos que tenían una capacidad craneal superior a la nuestra -dice Church- y es concebible que su forma de pensar nos resultara beneficiosa».
Para evitar que se sientan diferentes al resto de los humanos, Church aboga por crear no solo uno, sino todo un grupo de neandertales, «lo que les conferiría un sentimiento de identidad. Ellos podrían incluso crear una nueva cultura neoneandertal y convertirse en una fuerza política».
En cuanto a si disponemos ya de la tecnología necesaria para llevar a cabo la clonación, Church opina que sí: «Lo primero que se necesita es secuenciar el genoma del Neandertal, algo que ya ha sido hecho. El siguiente paso sería cortar ese genoma en, digamos, 10.000 trozos y después sintetizar cada uno de ellos. Por último, habría que introducir esos fragmentos en una célula madre humana».
Repitiendo una y otra vez esta operación, se obtendría una línea celular que estaría cada vez más y más cerca a la correspondiente secuencia del Neandertal. «En mi laboratorio -asegura Church- hemos desarrollado un procedimiento semi automático para llevar a cabo esta tarea. Al final, ensamblaremos todos los fragmentos en una célula madre humana, a partir de la que será posible crear un clon de neandertal».
Por último, y una vez creado el embrión, será necesario implantarlo en el útero de una mujer de nuestra especie. Para ello, asegura Church, «se necesita una mujer humana extremadamente valiente». En efecto, además de las consideraciones éticas de llevar a término un embarazo de estas características, está el hecho de que los bebés de los neandertales eran más grandes que los de nuestra propia especie. Por lo que se necesitaría que la voluntaria fuera muy ancha de caderas. Aún así, es más que probable que el parto tuviera que llevarse a cabo por cesárea.
Finalmente, el investigador aventura que, tras el impacto inicial, los bebés neandertales podrían incluso a llegar a ponerse de moda entre los padres de nuestro tiempo. Aunque, afirma «sólo hay una forma de saberlo».
Que se nos encienda el aceite de una sartén o cacerola es algo que puede ocurrir en cualquier cocina, por esta razón debemos saber como reaccionar ante esta situación ya que un error puede tener consecuencias irreparables.
PARA APAGAR EL FUEGO:
1- NUNCA intente mover la cacerola o sartén.
2- Cierre el gas.
3- Moje un paño, escúrralo bien, retirando el exceso de agua, para que no gotee.
4- Coloque el paño sobre la cacerola/sartén y espere hasta que se enfríe y no salga más vapor.
5- NUNCA debemos echar agua sobre el fuego de la sartén, el aceite por si mismo no es inflamable pero cuando se vierte agua sobre el fuego de aceite (que está a más de 350ºC), el agua (cuya temperatura de ebullición es de 100ºC) se evapora de forma súbita pasando de su estado natural líquido a vapor de agua, con lo que cada partícula o gota de agua provocará una vaporización brusca de las partículas de aceite, que serán aún más inflamables al ser como aerosol. El cambio brusco de fase líquida a fase vapor de agua es el que provocara una reacción en forma de gran llamarada que puede extender el fuego por toda la cocina como podemos ver en el vídeo.
Dos investigadores de las universidades Politécnica de Valencia y Oxford han comprobado que el chocolate sabe mejor en un vaso naranja o de color crema que en otro blanco o rojo. El estudio se suma a investigaciones recientes que demuestran cómo nuestros sentidos aprecian los alimentos de forma diferente dependiendo de las características del recipiente donde se toman.
“El color del recipiente donde se sirven los alimentos y las bebidas puede realzar algunos de sus atributos, como el sabor o el aroma”, explica a SINC Betina Piqueras-Fiszman, investigadora de la Universidad Politécnica de Valencia. La científica, junto a su colega Charles Spence de la Universidad de Oxford (Reino Unido), lo ha comprobado en el caso del chocolate líquido.
La pareja planteó un experimento donde 57 participantes tenían que evaluar muestras de chocolate caliente servido en cuatro tipos de vasos de plástico, del mismo tamaño pero de diferente color: blanco, crema, rojo y naranja con interior blanco.
Los resultados, que publica la revista Journal of Sensory Studies, revelan que el sabor del chocolate servido en los vasos naranja y color crema gustó más, según los voluntarios que lo probaron.
Sin embargo, el dulzor –no el sabor a cacao– y el aroma –el olor–, apenas se vieron influidos por el color de la taza, a pesar de que los participantes comentaron que en los vasos de color crema se detectaba ligeramente un chocolate más dulce y aromático que en los otros.
“No existe una regla fija para poder decir que un sabor o aroma se realza con un color o tono en particular”, reconoce Piqueras-Fiszman. “Esto en realidad varia con el tipo de alimento, pero lo cierto es que, como el efecto ocurre, se tendría que prestar más atención al color de los envases, ya que tiene más potencial del que uno se puede imaginar”.
Según el estudio, estos resultados son relevantes para los científicos interesados en comprender como el cerebro integra la información visual, no solo de la propia comida, también del recipiente o el envase en el que se consume.
Además, esto datos pueden animar a los cocineros y profesionales de la hostelería, así como a los del sector del envasado de bebidas y alimentos, a pensar más en el color de las vajillas y los embalajes. “Es cuestión de experimentar”, dice la investigadora, “para conocer cómo afecta el propio contenedor a la percepción que tienen los clientes del producto”.
En el mismo artículo se repasan las conclusiones de otros estudios anteriores que también confirman el efecto del recipiente sobre las características sensoriales de la bebida o el alimento. Los ejemplos son numerosos, desde latas más amarillas para percibir mejor el sabor a limón, hasta vasos de refresco que si están pintados de colores fríos, como el azul, parecen saciar mejor la sed que con los cálidos, como el rojo. Y si son rosas, el líquido incluso se nota más azucarado.
En otros casos, se ha demostrado que una mousse de fresa se aprecia más dulce e intenso en un plato blanco que en otro negro. Y respecto al café, una mayoría de encuestados asocia el color marrón del paquete a un sabor y aroma más fuertes, mientras que si son rojos se atenúa esa sensación, y si están coloreados de azul o amarillo, la bebida se percibe más suave
Sabíais que en 1960 Harold von Braunhut descubrió que este tipo de artemias podían volverse inactivas y comercializarse para luego volver a la vida en una pecera con las condiciones idóneas (una simple mezcla de agua y sal)?
El proyecto se empezó llamando Instant-Life pero después pasó a llamarse «Sea Monkeys». A menudo estas pequeñas peceras venían acompañadas de montañas rusas donde supuestamente nuestros monos se divertían y jugaban, o con motos donde hacían carreras entre ellos.
La lastima era que duraban muy poco, aunque la publicidad aseguraba un par de años de diversión. Los «Sea Monkeys» entraron de lleno en la cultura popular de la mano de unos llamativos anuncios en los laterales de las revistas de los 70’s y 80’s. Unos reclamos infalibles para todos los niños que crecieron en aquellos años.
Unos anuncios que requerían un pago contra reembolso al cual, por diferentes circunstancias, nunca me pude adscribir. Una carencia más que añadir a la larga lista de las cosas que se me quedaron pendientes en aquellas épocas.
Hoy la empresa todavia existe y hay infinidad de webs donde podreis encontrar mas información sobre estos monos marinos de nuestra infancia.