Pues ha caido en mis manos el libro de Jon Krakauer que describe los dramaticos sucesos de 1996 en el Everest. Es sencillo, solo debeis buscar en el google el titulo y a continuacion epub. Existe una web que habla del club del los epubs o algo asi, y contiene el link adecuado para bajaros el libro en ese formato.
A continuacion, lo convertis a mobi o a azw con el calibre y lo enviais al kindle mediante el mail de Amazon, y ya podreis disfrutar de el. Todo os puede llevar unos 10 minutos, a lo sumo. Todo esto lo hago con fines educacionales. Estaba dispuesto a pagar por el libro, pero resulta que no lo encuentro en formato electronico. Tampoco en el amazon.
El libro es absorvente por su dramatismo. Su autor, todavia se pregunta porqué ocurrió aquella tragedia y si su comportamiento en aquella noche de terror, cuando la tormenta se desató a 8000 metros de altura fué el adecuado, cuando sus compañeros de expedición morian a 300 metros de la salvación.
No pude dejarlo y lo lei de una tirada hasta la madrugada, cosa que hacia años que no hacia, pero en cualquier caso, es verano y es el momento de hacer alguna locura. No se porqué, todo lo que rodea las escaladas del Everest, y lo que ocurre en la llamada Zona de la muerte me atrae en sobremanera.
Las dimensiones colosales de los ocho miles, llevan a sus escaladores a los limites de la resistencia humana y cualquier error o contratiempo, puede significar una muerte segura a unas alturas donde nadie podrá proporcionar ayuda sin poner en serio riesgo su propia vida.
Os copio este documental narrado por Jodie Foster que describe muy bien el tema. Viendo éste y otros documentales del mismo estilo, nos podemos hacer una idea de los nefastos efectos que las escaladas comerciales de personas sin la preparación suficiente estan provocando. El Everest se seguirá cobrando mas vidas sin duda.
Despues de releerme con fruición, El juego de Ender (del que estan preparando una película) y Pórtico de Frederik Pohl del cual debería hacer una gran reseña, le ha tocado el turno a Mundo Anillo de Larry Niven. A veces, y este es uno de esos casos, es mas sencillo encontrar el pdf y poder leer el libro desde el Kindle, que rebuscarlo en mi biblioteca (que está) y usar el libro físico. Mis estanterias Billy, estan sobrecargadas. Varias filas de libros se superponen y amenazan cada uno de los soportes. Es casi mejor no tocar nada para no provocar la hecatombe que tarde o temprano deberá suceder.
¿Os he recomendado ya el kindle? Para disponer de cualquier libro en el formato del kindle solo hace falta enviar el fichero pdf, epub, rtf, etc por mail a la dirección que Amazon te proporciona, poniendo «convertir» en el subjet. Automaticamente, cuando te conectes a la wifi, tu dispositivo recibirá el libro y podras gozar de él sin ningun problema. ¿Os he dicho que es una maravilla, esto? Solo hace falta buscar en el google el titulo y pdf a continuación y encontrar casi todo.
A lo que iba; despues de 20 años, releer Mundo Anillo, sigue siendo un gran placer. Y tiene tres secuelas más que llenarán mi verano de ciencia ficción dura. ¿Alguien se ha percatado de las similitudes del concepto de Mundo Anillo, y Halo? Si disfrutais con las aventuras de razas alienigenas y humanos y con la exploración de antiguas civilizaciones y sus grandes obras, este es vuestro libro.
Como os comentaba, en la memoria de mi kindle está creciendo una biblioteca virtual de decenas de volumenes que conforman los libros imprescindibles que siempre me emocionaron. Y mientras tanto, sigo encontrando títulos. Me quedan por releer toda La Fundacion, Cita con Rama, las novelas del mundo del Rio, etc, etc.
«De todos modos, esto es la vida, una experiencia educativa detras de otra, y cuando terminas con todas las experiencias educativas te graduas y el diploma que recibes es la muerte.»
RB: Leí Winesburg, Ohio cuando tenía veinticuatro años. Pensé “Oh, Dios, si algún día pudiera escribir un libro como Winesburg, Ohio… ¡pero poniéndolo en Marte!”. Con todos los personajes de Winesburg, Ohio allá en Marte”. Así que tomé algunas notas, y escribí un título, y algunos personajes, y después lo dejé y me olvidé. No hice nada con eso.
Durante los siguientes cinco años escribí una serie de relatos sobre Marte, todos separados. Cuando cumplí veintisiete años, me casé. Mi esposa hizo un voto de pobreza al casarse conmigo [risas]. Teníamos ocho dólares en el banco el día del casamiento. Puse cinco en un sobre y se lo dí al cura. Me dijo “¿Qué es esto?”. “Es su paga, por la ceremonia de hoy”. Dijo: “¿Eres un escritor, verdad?”. Dije “sí”. Y el dijo: “toma, lo vas a necesitar”, y me devolvió el sobre. ¡Y yo lo acepté! [risas]. Mucho más tarde, cuando gané algo de dinero, le extendí un cheque decente.
En los siguientes tres años, escribí más y más historias marcianas, sin saber hacia dónde iba. De repente mi mujer quedó embarazada… Ella tenía un buen trabajo en [¿?], ganaba cuarenta dólares a la semana. Yo ganaba cuarenta dólares semanales sólo cuando tenía suerte, cuando las historias se vendían. Esto me asustó muchísimo: de repente yo tenía que ser el proveedor de la familia, porque teníamos un bebé en camino.
Norman Corwin —el gran Norman Corwin, el más grande guionista de radio, productor y director de la historia—, un gran amigo mío, me dijo: “Ray, tienes que ir a Nueva York. Tienes que hacer que los editores te vean, que sepan que existes. Tienes mucho escrito, pero ellos no saben que estás en el mundo. Mira, voy a estar en Nueva York en junio con Katie, mi esposa. Ven, nosotros te respaldaremos, te mostraremos Nueva York y te presentaremos a algunas personas”.
Así que fui a Nueva York. Tenía veintinueve años de edad y cuarenta dólares en el banco. Llevaba una pila de cuentos en el ómnibus de la Greyhound. No podía pagarme otra manera de ir. ¿Alguna vez han viajado en un Greyhound hacia Nueva York durante cuatro días y cuatro noches? Bueno, no lo hagan [risas]. Especialmente hace cincuenta años, cuando no tenían aire acondicionado ni baños. El conductor tenía que parar cada dos horas. Corrías a los baños de una estación de servicio y luego corrías de vuelta antes de que se te escapara el maldito ómnibus.
Llegué a Nueva York. Me alojé en la YMCA, pagaba seis dólares a la semana: así de pobre era yo. Me encontré con todos los editores, y todos me decían: “¿No tienes una novela?”. “No, yo soy un velocista, escribo cuentos”. “Bueno, no publicamos cuentos. No se venden”.
Ya estaba listo para volver a casa vencido, pero esa última noche tenía una cena con Walter Bradbury —ninguna relación conmigo—, de la editorial Doubleday. Durante la cena, me dijo: “Ray, ¿qué hay de todas esas historias marcianas que has estado escribiendo? ¿Qué pasaría si las hilaras todas juntas en un tapiz, y lo llamaras Crónicas marcianas? ¿Crees que podrías hacer eso?”. Y yo pensé: ¡Dios mío! Winesburg, Ohio. Winesburg, Ohio… Ya lo había hecho, pero entonces no sabía que lo estaba haciendo.
Me dijo: “Hagamos lo siguiente: escribe un bosquejo del libro esta noche, tráemelo a la oficina mañana y, si me gusta, te daré un adelanto de setecientos cincuenta dólares”.
Pasé despierto toda la noche en la YMCA, escribí el bosquejo para Crónicas marcianas, se lo llevé a Bradbury al día siguiente y él dijo: “Listo. Aquí tienes, setecientos cincuenta dólares. ¿Tienes más material con el que podamos hacerle creer a la gente que está leyendo una novela?” [risas].
Le contesté: “bueno, tengo un cuento sobre un hombre que tiene su cuerpo cubierto de tatuajes, y en medio de la noche, cuando transpira, los tatuajes cobran vida, y cada uno cuenta otra historia”. Y él dijo: “Aquí tienes otros setecientos cincuenta” [risas]. Así que en un solo día vendí Crónicas marcianas y El hombre ilustrado. Sin saber lo que estaba haciendo.
¿Se dan cuenta? ¡Sorpresa! No sabes qué hay dentro de ti hasta que lo pones a prueba. Has estado escribiendo conscientemente, intelectualmente, durante demasiado tiempo. El material más profundo, tu verdadero yo, no ha tenido tiempo de aflorar. Has estado demasiado tiempo pensando comercialmente —qué es lo que vende, y ahora qué voy a hacer— en lugar de preguntarte: “¿Quién soy yo? ¿Cómo me descubriré a mí mismo?”.
Ray Bradbury Conferencia, The Sixth Annual Writer’s Symposium by the Sea, Point Loma Nazarene University, 22 de febrero de 2001 [min. 30:43 – 35:48]. Traducción: Martín Cristal.
Esta es la historia del Rey Mono y su viaje a las profundidades del corazón budista de la India en un relato complejo llena de aventuras, de alegorías y de visión espiritual.
El Mono traza su camino en un sín fín de situaciones a cual mas estresante. Él es un tipo anormal, travieso en el que nunca se puede confiar. La historia en sí es muy diferente a cualquier cuento tradicional occidental. Sin embargo, su protagonista, altamente antipático, es muy querido por el pueblo chino.
Mono es un pecador. Y, sin embargo, se abre su propio camino en una búsqueda constante hacia la auto-iluminación. Muchas personas sin duda se pueden ver reflejadas en esta situación, en el devenir de sus propias vidas. No todo el mundo toma las decisiones moral o éticamente correctas durante el cien por ciento del tiempo, pero no obstante, todavía están buscando, en el fondo, respuestas a las preguntas realmente difíciles.
Influencias espirituales
Para Mono y su compañero Xuanzang, las respuestas a estas preguntas figuran en las escrituras budistas que ambos tanto anhelan. El budismo, el taoísmo y el confucionismo son las tres tradiciones espirituales chinas que aparecen en este texto.
El budismo se originó en la India, el taoísmo y el confucionismo en China. Sin embargo, las líneas que definen estas tres religiones se vuelven cada vez más borrosas a medida que avanza el camino del Mono. Parece evidente para el lector que el budismo es la religión favorita del Mono y de Xuanzang. Ambos adoran a Buda profundamente y tratan de aprender acerca de sus caminos misteriosos y de iluminación. Pero es importante tener en cuenta que durante el momento de la redacción del Mono (presumiblemente por Wu Cheng’en en el siglo 16), la afiliación espiritual dominante en China era en realidad el taoísmo.
Tal vez esto significa que la autoría del Mono se burla de las formas budistas, haciendo una sátira de la religión con las travesuras tontas y torpes del Rey Mono. De todos modos, la presencia de tres tradiciones religiosas en el Mono podría ser una ilustración de la idea de que no hay una ruta específica hacia la iluminación, sino que hay muchos caminos espirituales diferentes que se pueden elegir en la vida para lograr los mismos resultados.
El Confucionismo aparece en esta historia de manera mucho menos directa. El confucionismo es menos que una religión y más que un sistema de creencias en torno a la ética, los valores y la moral. Esto es porque durante la época de Confucio, se daba un momento de caos moral, en la que los valores comunes fueron rechazadas ampliamente o simplemente se hizo caso omiso de ellos. El gobierno era corrupto y rutinariamente la desconfianza de la gente, no dejó de observar la falta de moral entre los ricos y poderosos.
Mono personifica estos problemas de diferentes maneras a través de la historia. Él es constantemente fiel a Xuanzang a pesar de que Xuanzang erróneamente le castigó, de la misma manera que el pueblo chino era leal a su gobierno a pesar de que su sociedad estaba plagada de tantas injusticias.
Reencarnación
Uno de los temas más importantes en toda la historia gira en torno a la creencia budista de la reencarnación. En el capítulo 11 del mono, el emperador es convocado a los infiernos. Una vez allí, suplicara al Juez supremo que le permita volver al mundo natural, y el juez eventualmente le obliga. La reencarnación sostiene que el alma humana debe en repetidas ocasiones manifiestarse en diversas formas de vida una y otra vez hasta que la iluminación espiritual se haya logrado, y esto es un ejemplo perfecto de esa creencia.
El taoísmo chino también abiertamente enseña la creencia de la reencarnación a sus seguidores. El Chuang Tzu, una escritura taoísta importante, establece lo siguiente:
«El nacimiento no es un comienzo, la muerte no es el fin. Hay existencia sin limitación,… Hay continuidad sin un punto de partida. Existencia sin limitaciones es el espacio. Continuidad sin un punto de partida es el tiempo. Existe el nacimiento y la muerte, y existe tambien un empuje que nos lleva hacia adelante y hacia dentro. Este tránsito a través del cual uno entra y sale sin ver su forma, es el portal de Dios «
Es curioso entonces, a sabiendas de que tanto el budismo y el taoísmo apoyan la creencia en la reencarnación, que al Mono le preocupe en gran medida la búsqueda de una forma de engañar al proceso de la reencarnación. En una parte de su viaje, cuando él esta en el cielo y un día sin rumbo vaga en el laboratorio de Lao-Tse (Lao Tse es entendido como el padre de Taoismo).
Lao Tse es un sabio, y está ocupado en el embalaje de pastillas que contienen el elixir de la inmortalidad. El Mono las roba y se toma todas las pastillas que puede encontrar. El truco termina fracasando, sin embargo, y el Mono se ve obligado a permanecer bajo una montaña durante 500 años.
Bodhisattvas
Otra ideologia budista que reaparece en el viaje del Mono es la práctica de la adoración de los Bodhisattvas. En su camino, Mono se hace amigo de la «Gran Compasiva Bodhisattva Kuan-yin» (o Guanyin). Un Bodhissatva es esencialmente una «existencia iluminada» o uno que busca ser iluminado.
La Bodhisattva Kuan-yin juega un papel muy importante en el camino del Mono. Ella es la que lo convenció para llevar las escrituras sagradas budistas al pueblo de China, de manera que Mono pueda alcanzar la salvación y se le permitia volver a los cielos.
El Bodhisattva Kuan-Yin es muy indulgente y muy útil a Mono y sus compañeros. En la India, Kuan-yin se representa en forma masculina, y usa el nombre de «Avalokiteshvara», que significa «el señor que mira al mundo con compasión».
Los expertos creen que probablemente debido a la gran compasión de Kwan Yin, una cualidad que se considera tradicionalmente femenina, la mayoría de las estatuas del bodhisattva en China desde la dinastía Tang (AD 618 – 907) han aparecido como figuras femeninas. En la India, sin embargo, el bodhisattva es generalmente representado como una figura masculina. Este es un excelente ejemplo de cómo un concepto fundamental compartido por el budismo y el taoísmo ha sido alterado segun las creencias particulares de cada religión.
¿El Mono aprendió la lección?
Es difícil saber si El Rey Mono experimenta cualquier cambio positivo o de crecimiento espiritual durante su viaje. Permanece bastante rígido en sus pensamientos y acciones, y ofende a los demás donde quiera que va. Este comportamiento se prolonga durante básicamente toda la historia.
Al final del largo viaje del mono a la India y de su vuelta, el Mono explica: «Ahora que el mal ha sido destruido se dará cuenta de que hay un camino en la fe de Buda. A partir de ahora no debe tener más creencias absurdas. Espero que combinará las tres enseñanzas, honrando tanto a los clérigos budistas y la forma de taoísmo, y también educando a los hombres de talento en la tradición Confuciana. Le puedo garantizar que esto hará a vuestro reino seguro para siempre «.
Este es el único momento en el que Mono abraza las tres religiones, lo que demuestra que en realidad podría haber obtenido una valiosa lección de su aventura.
«En los remotos e inexplorados confines del arcaico extremo occidental de la espiral de la galaxia, brilla un pequeño y despreciable sol amarillento.
En su órbita, a una distancia aproximada de ciento cincuenta millones de kilómetros, gira un pequeño planeta totalmente insignificante de color azul verdoso cuyos pobladores, descendientes de los simios, son tan asombrosamente primitivos que aún creen que los relojes de lectura directa son de muy buen gusto.
Este planeta tiene, o mejor dicho, tenía el problema siguiente: la mayoría de sus habitantes eran infelices durante casi todo el tiempo. Muchas soluciones se sugirieron para tal problema, pero la mayor parte de ellas se referían principalmente a los movimientos de pequeños trozos de papel verde; cosa extraña, ya que los pequeños trozos de papel verde no eran precisamente quienes se sentían infelices.
De manera que persistió el problema; muchos eran humildes y la mayoría se consideraban miserables, incluso los que poseían relojes de lectura directa.
Cada vez eran más los que pensaban que, en primer lugar, habían cometido un gran error al bajar de los árboles. Y algunos afirmaban que lo de los árboles había sido una equivocación, y que nadie debería haber salido de los mares.
Y entonces, un jueves, casi dos mil años después de que clavaran a un hombre a un madero por decir que, para variar, sería estupendo ser bueno con los demás, una muchacha que se sentaba sola en un pequeño café de Rickmansworth comprendió de pronto lo que había ido mal durante todo el tiempo, y descubrió el medio por el que el mundo podría convertirse en un lugar tranquilo y feliz. Esta vez era cierto, daría resultado y no habría que clavar a nadie a ningún sitio.
Lamentablemente, sin embargo, antes de que pudiera llamar por teléfono para contárselo a alguien, ocurrió una catástrofe terrible y estúpida y la idea se perdió para siempre.
Esta no es la historia de la muchacha.
Sino la de aquella catástrofe terrible y estúpida, y la de algunas de sus consecuencias.
También es la historia de un libro, titulado Guía del autoestopista galáctico; no se trata de un libro terrestre, pues nunca se publicó en la Tierra y, hasta que ocurrió la terrible catástrofe, ningún terrestre lo vio ni oyó hablar de él.
No obstante, es un libro absolutamente notable.»
Asi comienza «La guia del autoestopista Galactico» de Douglas Adams. El primer libro que he transferido al kindle touch que me regalaron por haber sido un buen ciudadano y haber llegado a la oronda edad de cincuenta años.
Es uno de los libros que desde hace tiempo guardo en formato electronico desde que un avezado familiar me paso una colección de dos mil libros gratis (1,8gb), hará unos cuantos años ya. Habia probado a leerlos en una antigua pda en formato pdf pero se hacia duro.
Con el kindle ha sido facil. Me he bajado la aplicacion Calibre y he convertido el libro desde pdf a AZW3, el formato que admite el kindle. Lo he pasado por el usb y Voilá ya puedo leer las aventuras del autoestopista como nunca antes. La verdad es que tengo el libro fisico, pero espero meter ese y unos cuantos mas para leer en viajes y en cualquier situación.
Son dos mil libros, no me los acabaré. Tambien me he descargado gratis del amazon Moby Dick, Dracula, La Odisea y el Decamerón. Pero no estoy seguro de que esas ediciones digitales voluntarias sean de mi agrado.
Ahora debo buscar aquellos libros que me aportaron gratas horas de ocio de los que he olvidado nombre y autor, pero que sin embargo recuerdo tramas, personajes, etc.
Por ejemplo, aquella novela en que su protagonista es una doctora que investiga experiencias cercanas a la muerte. En la trama, los que se sometian al experimento, recordaban haber estado en el Titanic, la noche del naufragio.
Tenia un nombre relacionado con «almas» creo recordar pero no estoy seguro. ¿Alguna sugerencia? Tambien recuerdo con cariño y ganas de releerlo «El descenso» de Jeff Long. Gran libro de terror subterraneo. A ver si lo encuentro por ahi.
Viendo de nuevo, la gran pelicula de El silencio de los corderos basada en los libros de Thomas Harris, me llamaron la atención, argumentos y situaciones que ahora vemos constantemente en las series que inundan nuestra televisión. En concreto la autópsia que realizan los investigadores de una de las victimas del asesino Buffalo Bill, fué tal vez la primera en su género tratada en el cine de una forma aséptica y científica, siendo el origen o la fuente de varias series con autópsias como CSI, BONES y tambien NCIS.
Tambien el momento cuando Clarice Starling visita a los freakies investigadores de un museo para descubrir todos los datos de la crisálida encontrada en la garganta de la víctima. Esta situación nos transporta claramente a uno de los leitmotiv de BONES y la estrecha colaboracion del FBI con el Instituto Smithsonian. En cualquier caso, esta pelicula de Jonathan Demme se merece todos los homenajes.
Aqui os dejo unas frases de la pelicula y el video de Q Lazzarus y su tema Goodbye Horses que acompañaba a Buffalo Bill en varias secuencias de la película.
¿Aún cree que va a pasear por la playa viendo a los pajaritos?
Codiciamos lo que vemos cada día.
Me gusta su abrigo.
¿Han parado ya de chillar los corderos, Clarice?
Me comí su hígado con un gran plato de habas y un buen quianti.
Quid pro quo.
Me gustaría charlar algo más contigo, pero hoy tengo cena con un viejo amigo.
El momento se acerca en que los libros de papel y cartón, sean vistos como un objeto del pasado. Ahora mismo, ya casi todo el mundo aspira a comprarse el ultimo modelo de lector electrónico. Un servidor incluido. Aunque, hasta que llegue el momento, sigo comprando libros en papel en aeropuertos y librerías. Siempre leyendo reseñas, buscando las mejores novelas y autores entre montones de volúmenes de literatura banal.
Pero llega un momento en que el espacio es limitado y se impone comenzar a tirar libros, a desprenderse de lo absurdo. De tomos que no vas a releer jamas y de algunos de los que incluso te arrepientes de haber leído. En otros casos, encuentro ejemplares repetidos en diferentes ediciones o volúmenes en ingles que ahora ya no voy a leer.
La selección de los libros vomitivos que por error jamas debiera haber comprado, la encabeza La vida invisible de Juan Manuel de Prada, una deleznable novela que muestra las oscuras cavernas que anidan en la cabeza de su autor. También en este apartado, están los dos tomos de Gárgoris y Habidis de Sanchez Dragó que por no ser, no son ni una historia de España ni en absoluto mágica.
Elimino de mi biblioteca todo lo de Frederick Forsyth de un plumazo, convencido de que ya no me llaman la atención sus historias de espías de la guerra fría, o también algunos tochos infumables de tan aburridos que ni siquiera requieren mencionarse.
Algunas biografías que me averguenzan, libros sin sentido o meros ensayos alimentícios se unen a la funesta selección. En la pira que haré por la verbena de San Juan, también incluyo algunos libros de pseudo ciencias y maguferías como, Las profecías de la Gran Pirámide, o bien La gran catástrofe del 1983 (víctima de la terrible conjunción de los astros, el mundo tal y como lo conocíamos, también se acabó entonces al igual que lo hará en este 2012).
Como decía, también desaparecen tomos en ingles de Anne Rice, Robert Ludlum, y ediciones repetidas de la gran La casa de los espiritus de Isabel Allende, el Chaman de Noah Gordon y algun autor mas. Junto con noveluchas de aquellas que regalaban los bancos veinte años atrás, aprovechando el tirón de algún éxito de Hollywood como Tiburón o el Coloso en llamas.
En fín, lo de quemarlos era broma. Son mas o menos treinta o cuarenta tomos. Se los regalaré a quien los quiera o los venderé en alguna librería de viejo. Aunque también estaría bién, que las editoriales sustituyeran las ediciones en papel por su versión en formato electrónico por un precio adecuado. Por ejemplo 25 céntimos de euro. Estoy seguro que ellos y nosotros haríamos un buen negocio y nos podríamos desprender de nuestros libros físicos que por cualquier motivo, carecen de espacio en nuestra biblioteca.
¿Existe un autor mas contemporaneo que Haruki? sin duda es un escritor de nuestro tiempo, y como tal escribe de una de sus pasiones mas personales. Correr.
En su ensayo aparentemente banal y alejado de toda literatura esperable al uso, nos explica sus sensaciones, sus pulsiones y sus anhelos relacionados con el arte de correr. En mi caso, leí este libro hara cosa de un año ya y no pude dejar de admirar como Haruki utiliza su humilde y honesto lenguaje para explicarnos con total sencillez las experiencias y las vivencias que su hobby le reporta.
Hoy por hoy, mis sensaciones cuando corro, estan muy alejadas de las que describe Haruki en su escrito. Esta mañana salí a correr por el parque cercano a mi casa, despues de meses y meses de sedentarismo pertinaz y para ello me enfundé en mis sneakers de correr azules (las adoro), un chandal a juego, una camiseta y un anorak de deporte para prevenirme del frio que hacía. Asi pertrechado y con la musica del Abacab de Genesis en mi cabeza pensaba pasar desapercibido y poder correr sin demasiadas estridencias.
De hecho, a las ocho de la mañana de un domingo, no encontré demasiada gente que pudiera ver a un individuo que se esforzaba por correr con tal vez veinte kilos de mas en sus carnes. Fruto de tantos excesos que requerirían varios posts aparte para contároslos, y una vez probadas sin demasiada convicción dietas y recortes alimentarios, ese peso añadido no deja de perseguirme alla donde vaya.
Salí corriendo del portal lleno de energia para recorrer un par de calles que me separan del verde parque objeto de mi paseo. Despues de dos minutos de un trote ligero, ni siquiera una canción acabada, y ya estaba echando el bofe por la boca.
He tenido que parar y hacer unas flexiones en una valla para disimular. Me estaba dejando el sentido y empezaba a ver lucecitas cuando han aparecido una pareja de corredores habituales enfundados en unos finos maillots de colores estridentes. Se delizaban sutiles, casi se diria que flotaban. Comparados con ellos, mi vestimenta debe de haberles parecido digamos, bizarra.
Su perturbada indiferencia me hacía pensar en si perteneciamos a la misma especie. Me miraraban tal vez como los primeros homo sapiens modernos lo hacian a sus coetaneos, los neandhertales. Para ellos y para mi, estaba claro que yo no iba a sobrevivir y que la extinción llamaba a mi puerta.
Pasado el momento, he comenzado a andar rapido para volver a intentar mi trote cansino. Tal vez 200 o 300 metros mas allá una nueva parada. Al final, alternando paso rapido y penosa carrera he dado la vuelta al parque para enfilar el salvador camino de casa. En total unos 10 o 15 minutos de cortas carreras que me han devuelto a la realidad pero que han llenado mi cuerpo de esperanzadoras agujetas y de una remota ilusión de repetir proximamente.
Por suerte, hace años que no fumo, aun asi, una vez alcanzado mi preciado sofá, un ataque de tos asmática me ha dejado mas postrado si cabe. Ahora, dos horas despues, ya mas calmado, puedo contároslo. Ya os digo, el Murakami es un profesional.
Bebe de mí y vivirás eternamente. Usted refleja su corazón roto. Un vampiro con alma humana. Un inmortal con pasiones mortales. Lestat debió llorar cuando le hizo.
Vuelve Louis. ¡Eres lo que eres!
La amaría más que al mundo consciente…
Vampiros que fingen ser humanos que fingen ser vampiros.
¿Te gusta ser el alimento de los inmortales?
Bien me lo hicisteis a mí. Me arrancasteis de los brazos de mi madre como dos monstruos en un cuento de hadas…¡Y ahora lloras!. No tienes lágrimas suficientes para lo que me has hecho
Voy a darte la oportunidad de elegir que yo no tuve.
Para siempre. Ni la enfermedad ni la muerte podrán tocarte
Buenas noches dulce príncipe… Que una bandada de demonios te lleve a tu lugar de descanso…
Piadosa muerte, te encanta sentirte culpable…
Y si yo pudiera devolverte todo, calmarte el sufrimiento y darte otra vida, una que no puedes ni imaginar, y sería para siempre..
Aliméntate,de lo que quieras, ratas, pollos, perritos, haz lo que tu quieras. Esperaré aque entres en razón. Pero recuerda que la vida sin mí aun sería más insoportable.
Unidos los dos por el odio. Pero a ti no puedo odiarte Louis. Louis amor mío, para ti yo era mortal, tu me distes tu beso inmortal. Te convertiste en mi madre y mi padre y seré tuya eternamente..
Aquella mañana yo aún no era vampiro y vi mi último amanecer, lo recuerdo perfectamente, aunque no logro recordar ningún amanecer anterior. Observé el amanecer en toda su magnificencia por última vez, como si se tratara de la primera. Y luego me despedí de la luz del sol y me preparé para convertirme en lo que soy.
No ha y nada en este mundo que no suponga una fascinación.
El fue mi creador, él me dio esta vida, sea la que sea.
Dios mata indiscriminadamente, y nosotros también. Porque ninguna criatura de Dios es como nosotros, ninguna se parece tanto a El como nosotros…
No lo llames vivir, llámalo sobrevivir.
-Tu me hiciste ver sus defectos Louis… estaban… condenados, atrapados en su época decadente… y habían olvidado la primera lección… que debemos ser poderosos, bellos y sin remordimientos…si…
– ¿Y tu podrías enseñarme?
– Sí.
– ¿A no tener remordimientos? Vaya pareja formaríamos.
– Jajaja
– ¿Y si yo no quiero aprender esa lección?
– ¿Que quieres decir?
– Y si lo único que tengo es mi sufrimiento… mi remordimiento.
– ¿No quieres perderlo?
– ¿Para que también te quedes tu… con el corazón que la llora?… Tú que la redujiste a cenizas.
– Louis, te juro que yo no…
– Sí… yo sé que lo hiciste tú… lo sé… tú… que no te arrepientes… ¡de nada!… tú… ¡que no sientes nada!… si es lo único que me queda por aprender, puedo aprenderlo yo sólo.