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Tal vez esto se me haya ido de las manos. Estas ultimas semanas no hago más que buscar en ebay viejas cámaras rangefinder o telemétricas y pujar por ellas. Adquirí una Konica C35 que todavía no me ha llegado con muy buena pinta por 30 euros y hoy acabo de perder una puja por una Minolta hi-matic s7 II negra preciosa que sin saber si funcionaba o no, ha llegado a las 79 GBP (unos 85 euros al cambio). Por suerte mi puja de 40 libras no ganó.
Para mañana tengo otra Olympus trip 35 a tiro por solo 25 euros, y creo que no me la quitarán. Pero dejemos esta fiebre y vamos a ver los siguientes pasos de la restauración que os mostraba en el post anterior.
Tras haber limpiado la cámara, adquirí en Aki-Asahi.com una nueva piel para mi Oly y los sellos para la caja negra interior. De paso, también me compré una piel nueva para mi epl-2. Todo me llego un par de semanas después y ahora por unos pocos euros, tengo de regalo un bonito sobre con los matasellos de Japón.
Solo tenia que instalar los nuevos sellos y la nueva piel, pero en un arranque, decidi repintar las partes deterioradas del metal donde el oxido crecia por momentos. Para ello, quité los dos platos cromados y de paso limpié el visor y aluciné con el sistema que impide hacer fotos sin luz y que muestra esa lengua roja en el visor. Tras ello, lijé todo el orín, y forré absoluta y precisamente todo el contorno de las partes a pintar con cinta de carrocero y procedí a dar varias capas de pintura en spray Felton brillante.
Tras veinticuatro horas, ya estaba seco pero no totalmente duro. Aquí os recomendaría no tocar nada hasta pasados dos o mejor aun, tres días completos. Otra cosa que yo no hice y que podría darle un toque maestro, es aplicarle unas manos con el spray de laca endurecedora, también de la casa Feltón. (No cobro nada por la publicidad. Después de informarme mucho, sé que Felton es una marca de calidad. Ahora bién, si os dedicais al grafiti, Montana es vuestra pintura.)
Bueno, yo tenia una misión que cumplir y era probar la cámara. Y tras un dia de secado, la saqué a pasear con otro carrete ilford xp2 400 asa que me quedaba. Las fotos de ese dia por las calles del centro de Barcelona, todavía están en el laboratorio y dependiendo del resultado, tal vez no las veais nunca, pero si os dejo con las fotos de la restauración donde se puede apreciar la preciosidad de la mejor ingeniería japonesa de los años 60’s del siglo pasado.