En nuestra visita a Asturias el pasado Junio, hicimos una parada en Logroño para ver el Museo Würth, un original y excelente museo situado en un polígono industrial. Su existencia se debe al mecenazgo de un empresario alemán, suena a fantasía pero es real, un empresario que destina parte de sus beneficios a alegrar la vida de los demás.
El Museo Würth La Rioja sorprende tanto por el valor de las obras que expone como por la singularidad de su propuesta cultural. Un centro de arte contemporáneo integrado en unas instalaciones empresariales situadas en el Polígono Industrial El Sequero a 14 kilómetros de Logroño. Las zonas de exhibición comparten espacio con las de trabajo mediante paredes de cristal, de modo que los visitantes pueden pasear entre obras de arte y al mismo tiempo observar a los empleados en sus oficinas. Lo que equivale a decir que el entorno laboral de estos empleados es a la vez un museo, en el que tienen ocasión de disfrutar de pinturas, esculturas e instalaciones de artistas internacionales de primer nivel.
Se trata de una de las iniciativas culturales del coleccionista privado y mecenas artístico Reinhold Würth, dueño de la multinacional industrial alemana Würth y apodado informalmente el rey de los tornillos, como parte de su política de responsabilidad social, y se suma a otras similares llevadas a cabo en una decena de países. El Grupo posee una de las colecciones privadas de arte contemporáneo más importantes de Europa, y en la actualidad está constituyendo una colección específica para España. El museo de La Rioja exhibe fondos de la Colección Würth y organiza exposiciones temporales, que han contado hasta la fecha con obras de Robert Jacobsen, Jaume Plensa, Manolo Valdés, Tony Cragg, Miquel Barceló, Jean Arp, Eduardo Chillida, Hans Hartung, José de Guimarães o Gao Xingjian, entre otros.
El propio edificio del museo es una obra notable de hormigón blanco con vistosas escalerillas rojas, provista de una enorme cubierta de cristal y de un bonito jardín exterior con esculturas y elementos naturales de piedra, madera y agua. Además de las oficinas y las salas de exposición, la sede alberga un auditorio para 300 personas y una sala de proyecciones, y está provista de tienda, cafetería, comedor privado y una bodega que remeda los calados o cuevas tradicionales riojanas.
La pieza emblemática de la Colección Würth España es Lillie (2006) una escultura monumental en madera del artista Manolo Valdés, que se ha convertido en el signo identitario del museo.
La entrada es gratuita y existe un servicio de transporte también gratuito desde el centro de Logroño, con varios trayectos al día. El museo abre de lunes a sábado en horario ininterrumpido de mañana y tarde, y los domingos por la mañana.