Una terrible amenaza se cierne sobre la ciudad de Barcelona. Su sola presencia, provoca un pavor sin precedentes. Ante ellos, la sociedad indefensa corre a refugiarse. Son los Skaters.
Se reunen en conciliábulos urbanos en plazas duras de la ciudad donde practican sus artes secretas con sus herramientas infernales, los skateboards. Cuentan que existe una plaza en el Raval, famosa mundialmente, donde, en los alrededores de un museo de arte moderno, se juntan en aquelarres a los que acuden estos seres desde todos los barrios de la ciudad.
Si los veis, debeis alejaros de ellos antes de que os contagien sus lacras. Mantened a vuestros hijos alejados, no sea que caigan atrapados en sus redes y se unan a su secta secreta.
Son, en estos momentos, la principal causa de preocupación de la sociedad catalana y sobre todo son estos individuos los que hacen que nuestro consistorio, dedique ingentes recursos a su persecución y control.
La magnifica ciudad turistica donde vivimos en la que no existen problemas. Herencia de nuestra iniciativa olímpica y del magnifico foro del 2004. Donde sus ciudadanos disfrutan de un inmejorable nivel de vida. Donde la pobreza, la miseria, la indigencia, el paro, la enfermedad, la delincuencia y la drogadicción han sido erradicadas vive ahora atemorizada por estos individuos.
Por suerte, el cuerpo de la guardia urbana, armados con el ultimo modelo de camara digital pagadas generosamente con nuestos impuestos recoge las pruebas necesarias para multar a estos indeseables.
Ahí vemos la ímproba labor que nuestros cuerpos de seguridad ciudadanos realizan. Multar con 1120 € a un skater por deslizarse en la noche con su skate y confiscarle la herramienta infernal, son una de las medidas heroicas promovidas por nuestro ayuntamiento.
Perseguir y controlar la proliferación de estas actividades tan peligrosas para nuestra comunidad, requieren un esfuerzo constante.
Dedicar a todos los funcionarios necesarios a este grave problema es sin duda una prioridad perfectamente entendida por nuestra sociedad, dada la grave alarma social generada.
Reformar las plazas para impedir su uso por estos individuos es otra de las inteligentes medidas surgidas de las bienpensantes mentes de nuestros proceres del ayuntamiento.
Una vez mas, la rapida y contundente respuesta de nuestros dirigentes municipales, con el excelentísimo Alcalde sr Hereu a la cabeza, convierten nuestra ciudad en un modelo de convivencia donde los valores de nuestra sociedad y un modo de vida son salvaguardados.
La primera regla del Club de la lucha es: Nadie habla sobre el Club de la lucha.
Somos toda parte del mismo montón de desechos.
palabras en sus últimos momentos. Estas y otras muchas frases, leidas en la infancia y adolescencia, conforman al fín y al cabo nuestro bagaje cultural.
Por la noche le dí otro impulso y en el vuelo de regreso, la finalicé cuando ya las luces de la ciudad se veian, brillantes contra el cielo nocturno, a pocos minutos de aterrizar.