Mientras disfrutábamos de un agradable paseo por nuestro barrio de Gracia tomando el solete en este caluroso mes de Octubre nos topamos con un evento desconocido, ni más ni menos que el Horror Market. Esta reunión de amantes del terror se localiza en el Espai Jove La Fontana, Gran de Gracia 190, muy cerca del metro de Fontana en Barcelona. Si os gustan los temas de terror, gore, gótico y demás zonas oscuras aún estáis a tiempo de acercaros, se acaba hoy a las 21:00 horas. La entrada cuesta 0,50 euros. El personal es variopinto y la mayoría van con equipos muy acorde con el tema que nos ocupa, impera el buen rollo y la simpatía. Si os gustan los objetos curiosos seguro que algo encontrareis. Nosotros nos hemos premiado con una estupenda mano zombie. Como no iba preparado las fotos están tomadas con el móvil pero sirven para ilustrar el post.
Y cito: Para muchos, entre los años 2000 y 2004 se da lo que se considera la Edad de Oro o Golden Age del Street Art en Barcelona. Artistas de todo el mundo llegaban a la ciudad mediterránea para dejar la firma sobre sus paredes y contribuir al enorme caudal creativo que florecía en muchos barrios convirtiendo lo que antes eran simples muros aburridos en activos lienzos en donde se daban cita desde el escritor de tags al más virulento creador de imágenes, el que se sumaba con su logo o los esténcils lúdicos o contestatarios, stickers, fotos, textos o simples esbozos con rotuladores.
El fenómeno fue tal que poco a poco muchos rincones de la ciudad y gran parte del mobiliario urbano, se fue cubriendo a diario con las múltiples expresiones del arte callejero, lo que promovió que el ayuntamiento de Barcelona en el 2006 implantase una ley cívica para intentar frenar el fenómeno a base de multas y restricciones.
Por otro lado, la ciudad misma, concretamente el casco antiguo o barrios como Poble Nou se hallaban en procesos de reconversión urbanística impulsados esencialmente por la tristemente famosa “burbuja inmobiliaria” que generó una fuerte especulación, compra y ventas desmesuradas y un sinfín de calamidades tanto para ingenuos propietarios como para desafortunados inquilinos barceloneses. Por tal motivo, no era raro encontrar edificios vetustos y antiguas fabricas que, a la espera de derrumbes o acciones de renovación, propiciaron espacios en donde el Arte Callejero pudo manifestarse a sus anchas. En esta ciudad en metamorfosis se crearon sitios emblemáticos como el muro que rodeaba la construcción de lo que hoy es la Universidad de Barcelona, en la calle Montalegre, o la Rambla de Raval, convirtiéndolos en cita obligada para descubrir en sus mutaciones diarias el pulso del fenómeno, o la llegada de un nuevo artista a la ciudad.
Como vecino del barrio del Raval experimenté esta explosión de colores in situ, aprendiendo a disfrutar del ingenio y la expresividad de las diversas voces que cubrían la piel de mi barrio. Y también como tantos otros, comencé a fotografiar parte del material con la que los artistas no sorprendían día a día. En el 2006, invitado por la comisaria Rosa Pera, participé con un montaje audiovisual mostrando parte de este material en la exposición colectiva Terme Raval en La Capella. Ese mismo año surgió la propuesta de una exposición con actividades vinculantes en la recién inaugurada Biblioteca Jaume Fuster, proyecto que no pudo llevarse a cabo debido a las reticencias del Ayuntament con el Arte callejero y, supongo, la manera en que planificábamos plantear la actividad. Y ahí quedó todo. Salvo ocasionales exposiciones en bares de la ciudad, este material, en su casi totalidad analógico, jamás se dio a conocer. Y si bien es cierto que parte de su valor reside en su carácter testimonial, personalmente siempre lo he visto como un personal acercamiento fotográfico al fenómeno del Street Art y no como un simple método de minutario. Una manera de retratar (y rescatar) el arte en el arte callejero.
Por supuesto, Bcnwalls es un proyecto documental de aquellos gloriosos días pero también un sincero homenaje a artistas como Miss Van, Faile, Cyrus, DR Hoffman, Evil toys, Xupet Negre, Savage Girl, Jace, Rodriguez Gerada, Karls Toon, Tofu, Mysterius Al, Limbo, Bunone, D*Face, Saru, Space Invaders, Buff Monster, Kelzo, Boris Hoppek, The London Police, Lolo, Kode, Kenor, El Chico del Rombo, Zombie, Controlzeta, Birdie, Pez, Skum, Etron, Dr Mabuse, Microbio, Elik, Btoy, Neor, Dune, Rica, Jloca, Sperm, The Ape, Ripo, Megan, y tantos otros que compartieron su creatividad y talento, y sin los cuales estás fotografías no serían posibles.
D. Narváez
Por mi parte, esta mañana en la Rambla del Raval, conocí al autor de Bcn Walls y departiendo de como la fotografía digital lo cambió todo, he comprado un par de fotillos de monos, jeje. He escaneado la que mas me gusta, y aquí os la dejo. Todos los derechos son suyos. Y tiene muchas más que valen mucho la pena.
Desde aquellas cámaras analógicas que pueblan nuestros recuerdos. Hasta baules por restaurar. Tal vez aquella figurita de Godzilla que no pudistes conseguir. Todo se da cita en el mercado de Lost & Found en Barcelona.
Hoy acudimos a la plaza del Mar en la Barceloneta, al final del Paseo Borbon para recorrer las innumerables paradas de ropa de todo tipo, cachivaches de cualquier color y condición y un monton de gente simpática que se da cita regularmente en una Barcelona donde todo cabe entre el bullicio, la aglomeración y la alegría de revender el armario de la abuela.
Nos costó llegar cruzando la ciudad, cuando la Guardia urbana se confabuló para impedir el paso a los vehículos particulares. La Gran Via cortada por una aglomeración de miles de Harleys por el evento de la plaza España. El paralelo cortado en los dos extremos. Los basureros del Raval, haciendo la ronda a las doce del mediodía y un cabreo subdural que se respiraba en todo aquel primo que hubiese cogido su vehiculo.
Pero al fin llegamos y disfrutamos del sol, la playa y los puestos repletos de chucherías, ropa de segunda y primera mano y grandes y pequeños tesoros a precios irrisorios por descubrir. Y con las cervezas a dos euros !!.
Hoy nos fuimos al Cotolengo del Padre Alegre en el Carmelo. Esta institución, cuenta con nuestras donaciones de ropa, desde tiempo inmemorial, tal vez era una tradición familiar. En cualquier caso, el tema se ha complicado cuando hemos comprobado que una gran valla nos cerraba el camino a la antes amable institución. Una persona con bata blanca, que nos recordaba al personal medico de la siempre apreciada novela del Cuco, nos salió al paso. Con un tono cansino, como dudando si paralizarnos con su hipnotico discurso para engrosar las huestes del Asilo, nos explica que no aceptan ropa en Domingos y festivos. Giramos y huimos. Parecia que hoy no tendríamos la oportunidad de ejercer nuestra caridad.
Ya la cosa apuntaba mal cuando enfilábamos las cuestas de la plaza Sanllehy…, Antes había arboles aquí. Ahora solo queda un muro circular, como si de un pequeño Chernobil tapiado de los ojos de los vecinos se tratara y creciera en medio de la indignación palpable. ¿Tal vez el arquitecto de la plaza Lesseps, se enseñorea con la parte alta de la ciudad y repite fechorías auspiciado por un Trias desbocado? El caso es que nadie sabe que se esta construyendo allí. Tal vez quieran ocultar alguna amenaza inminente, algún GodZilla particular que no quieran enseñar a los mansos turistas que por allí discurren a cientos, subiendo al concurrido parque Güell.
En cualquier caso, y deambulando por el barrio de los socavones de la calle Llobregos, hemos subido a su montaña, cual moiseses de ciudad para contemplar el panorama gris que nos cobija, amigable y canalla como pocas, nuestra querida Barcelona. Y allí, encontramos sotomonte, vegetación, arboles, arbustos y flores y acordándome de mi cámara decido probar el modo Macro. Mas allá de las vistas del horizonte catalán, contemplo la ginesta en su magnifico esplendor. Mirad y llorad.
Y si quereis ver mas fotos en color y un gran slideshow, no dudéis de darle al más…
Varias ideas me asaltan. Continuar con un post de la categoría «que hacer un domingo en Barcelona» últimamente abandonada, o tal vez desarrollar un proyecto de mecenazgo de arte en un bonito edificio abandonado o colgar una foto del Moma en la sección de Arte o tal vez buscar donde venden cámaras Ricoh GR en Barcelona o también arrancar una comedia porno donde la buena música tuviera un papel preponderante y el look fuera muy cosmopolita.
Todo eso son opciones que se abren en el poco tiempo que se sucede viendo una intrascendente serie o realizando un zapping matinal, cuando uno se siente fresco y relajado después de unos días de vacaciones. Al final pocas de esas opciones llegarán a realizarse pero empezar con una y abandonar las otras requiere un esfuerzo de concentración. De enfocarse en lo plausible y realizable y abandonar lo que esta fuera de mi alcance de momento. Todas esas ideas se perderán como lágrimas en la lluvia.
Pero están ahí y alguien, tal vez uno de mis otros yos debería perseguirlas en alguna de mis otras vidas en esos universos paralelos que pululan por doquier. De momento, las apuntaré en esta molesquine para futuras consultas.
Rios de japoneses o tal vez mejor Asiaticos inundaban ayer los aledaños del Maremagnum. El dia era esplendido y por fín la luz de un dia de Junio en Barcelona lo inundaba todo. Paseamos por los mercadillos y a punto estuve de adquirir una Olympus PEN analogica(japonesa) con mas de 50 años a sus espaldas al modico precio de 60, 50 o 45 € para empezar una colección de camaras retro. Vimos tres y las tres funcionaban. Es curioso.
Todavia en aquella época de los 60’s del siglo pasado, la obsolescencia programada no inundaba los talleres de las multinacionales. Por cierto, despues de exactamente dos años de garantia, el reproductor de blu-ray LG HR550 (Corea del sur) me ha dejado de funcionar y no tengo ningunas ganas de arreglarlo.
En el barrio de la Ribera, se enclava el MEAM, el Museu Europeu d’Art Modern en el edificio del antiguo Palacio Gomis, en la calle Barra de Ferro, al lado del museo Picasso, en la esquina de las calles Montcada y Princesa de Barcelona.
Viendo las colas del museo Picasso, uno se pregunta sino es mejor opción cambiar el rumbo y dirigirse a este museo que concentra una extensa colección de pintura i escultura figurativa contemporanea, que incluye 230 obras de gran formato de artistas vivos, que han realitzado su trabajo en el siglo XXI.
La entrada solo cuesta 7 € lo cual es todo un detalle y os puedo asegurar que vale mucho la pena. La visita os puede deparar unas horas de solaz y estético disfrute en un entorno, el modernista palacio Gomis, restaurado y reconvertido en uno de los museos mas interesantes que encontrareis en Barcelona.
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Y dado que todavia tengo paredes que rellenar, he pensado en hacer unos posters gigantes de un par de fotos un pelo alteradas de las obras del Meam. A ver que os parecen. En casa he notado cierto mar de fondo. Me piden color. Ahora que les doy color…