Una bella mujer se desnuda y con su pelirroja melena al viento se transforma en un querubín que asciende a los cielos volando con sus hermosas alas. Se posa en la terraza de un rascacielos donde entra en una exclusiva galería de arte donde descuelga algunos cuadros para robarlos.
Cuando se hace con las lienzos, comprueba que los marcos, hechos con cristal de espejo con biseles en diagonal, como en una mala caricatura de los 70’s, contienen una sustancia que oscurece y destruye la pinturas al mínimo movimiento.
Los guardias de seguridad están llegando. Las alas son de mentira y no funcionan. Va a tener que improvisar…
La pasión del protagonista de esta historia, Manuel Aguilera Sanz, son los buitres y a ellos les ha dedicado su vida . De colegial hacia novillos para observarlos, ahora es un reputado experto en buitres y presidente de Fondo Amigos del Buitre.
Sabíamos que es posible acompañarle en alguna de sus actividades, después de varios intentos contactamos con él y nos citamos un sábado por la mañana en el bar de un camping de la sierra de Guara en Huesca. Manuel es una persona afable, seria y rigurosa, mientras tomábamos un cortado me referí a los buitres llamándoles “bichos”, rápidamente me hizo saber que si había allí algún bicho éramos los humanos y no los buitres, me di por enterado.
El plan era acompañarle a un muladar en la pedriza de Santa Cilia de Panzano y poder ver de cerca los buitres que él alimenta regularmente. El grupo lo formábamos 2 holandeses, 4 ingleses, Montse, yo, Manuel y un ayudante con su perro.
Dar de comer a los buitres no es fácil, Manuel conducía un coche familiar con remolque, en el remolque llevaba despojos de animales, que previamente había recogido de un matadero. Después de aproximarnos con los coches hasta donde permite la carretera, hubo que pasar los despojos a 2 carretillas (que llevaban él y su ayudante). Caminar por el monte y subir por una pedriza cargado con una carretilla es duro. El perro se quedó junto a los coches para evitar el conflicto con los buitres.
Manuel nos explicó que no debíamos temer a los buitres ya que estos se alimentan solo de animales muertos pero que cuando estuviéramos entre ellos nos quedáramos agrupados, sentados en el suelo sin movernos demasiado y nada de intentar tocarlos si no queríamos perder algún dedo.
A medida que nos acercábamos, empezaron a sobrevolarnos buitres leonados, quebrantahuesos y alimoches, sabían que llegaba la comida, ojalá fuera cierto que solo comen carne muerta, cuando Manuel empezó a tirarles la comida nosotros nos sentamos y pronto estuvimos rodeados, el espectáculo era total, Manuel que se había puesto un impermeable rojo, iba lanzando trozos de carne y los buitres iban a por ellos, muchos por el suelo y otros desde el aire, la lucha era feroz, también les tiraba algunos huevos que desaparecían apenas se estrellaban contra el suelo.
Después de acabarse la comida fue cuando los buitres empezaron a observarnos con más interés, cuando alguno de nosotros se acercaba para buscar una buena foto, ellos, inmóviles te miraban con intensidad.
Al final, Manuel, nos invitó a que nos fuéramos alejando despacio, entonces vimos y oímos cómo se despedía de ellos, “adiós Pinto, adiós Negro…”. Recuerdo que Manuel nos contó que durante muchos años un viejo buitre le esperaba al principio del camino, todos los días que tocaba visita.
Acabamos la mañana en Santa Cilia de Panzano visitando el Centro de Interpretación y Museo del Buitre, donde aprendimos algo más sobre los buitres. Nuestro objetivo estaba cumplido, visitar un muladar y ver de cerca buitres, quebrantahuesos y alimoches, tan de cerca los vimos que ya no pienso que sean feos, pienso que son unas magníficas aves.
No hay ningun escritor ingles de humor mejor que Tom Sharpe. Bueno, tal vez si. Leer a Tom Sharpe es como retomar las historias de Guillermo, de Richmal Crompton. En realidad se parecen mucho pero Tom habla de sus alumnos de la escuela Politecnica donde da clases de literatura a Carniceros, Yeseros, Carpinteros… Me resultan tan cercanos… ¿ Como vas a evitar partirte el culo de reir ?
—¿Sí? El inspector Flint desconectó la grabadora y miró a Wilt.—¿Sí qué? —dijo Wilt.—¿Es ella? ¿Es la señora Wilt? Wilt asintió.—Me temo que sí —dijo.—¿Qué quiere decir con eso de que teme que sí? Esa condenada mujer está viva. Debería estar usted contento. Y en vez de eso, todo lo que dice es que teme que…Wilt suspiró.—Pensaba sólo en el abismo que separa a la persona tal como la recordamos e imaginamos y la realidad de lo que es. Empezaba a tener recuerdos agradables de ella y ahora…—¿Ha estado usted alguna vez en Waterswick? Wilt movió la cabeza.—Jamás.—¿Conoce al vicario de ese lugar?—Ni siquiera sabía que hubiera allí un vicario.—¿Y no tiene idea de cómo pudo llegar allí su esposa?
—Ya la ha oído usted —dijo Wilt—. Dijo que había estado en un barco.—Y usted no conoce a nadie que tenga un barco, ¿verdad?—La gente de mi círculo de amistades no tiene barcos, inspector. Quizá tengan uno los Príngsheim. El inspector Flint consideró la posibilidad y la rechazó. Habían comprobado en los registros y los Pringsheim no tenían ninguna embarcación; y tampoco habían alquilado una. Por otra parte, la posibilidad de que hubiera sido víctima de algún fraude gigantesco, un plan complicado y premeditado para presentarle como un imbécil, empezaba a adquirir forma en su mente. Instigado por aquel Wilt infernal, había ordenado exhumar una muñeca hinchable y había sido fotografiado contemplándola lívido en el instante mismo en que cambiaba de sexo. Había ordenado una requisa de pasteles de cerdo sin precedentes en la historia del país. No le sorprendería nada que los dueños de la fábrica iniciaran un proceso exigiendo una indemnización por los perjuicios que les había causado todo aquel asunto. Y, por último, había retenido a un hombre, al parecer inocente, para interrogarle durante una semana y le considerarían, sin duda, responsable de los retrasos y de los costes adicionales de la construcción del nuevo edificio administrativo de la Escuela. Habría, muy probablemente,otras consecuencias estremecedoras a tener en cuenta, pero bastaba ya con eso.Y no podía echarle a nadie la culpa. El único culpable era él. O Wilt. Le miró venenosamente. Wilt sonrió.—Ya sé lo que está pensando —dijo.—No —dijo el inspector—. No tiene usted ni idea.—Que todos somos fruto de las circunstancias, que las cosas nunca son lo que parecen, que hay más de lo que…—Eso ya lo veremos —dijo el inspector. Wilt se levantó.—No creo que me quiera usted para nada más —dijo—. Así que me voy a casa.—No hará tal cosa. Usted vendrá con nosotros a recoger a la señora Wilt.
Salieron al patio y subieron a un coche policial. Mientras cruzaban las zonas residenciales, pasaban ante las gasolineras y las fábricas y cruzaban luego los pantanos, Wilt iba hundiéndose en el asiento trasero del coche con la sensación de que aquella libertad de que había disfrutado en la comisaría de policía se esfumaba. Y, a medida que recorrían los kilómetros, iba reduciéndose más, y se reafirmaba la áspera realidad de la elección, de tener que ganarse la vida, del aburrimiento y de las interminables discusiones mezquinas con Eva, de las partidas de bridge de los sábados por la noche con los Mottram y los paseos en coche los domingos con Eva. A su lado el inspector Flint, sepultado en un hosco silencio, perdía su atractivo simbólico. No era ya el mentor de la seguridad de Wilt en sí mismo, el contrapeso de su incongruencia; se había convertido en un camarada de sufrimiento en el trajín constante de la vida, casi en una imagen especular de la propia nulidad de Wilt. Y delante, después de aquel paisaje liso y lúgubre con la tierra sombría y los cielos nublados, estaba Eva y una vida entera de intentos de explicaciones y contraacusaciones. Wilt consideró un momento la idea de gritar “Pare, pare el coche. Quiero bajarme”, pero el momento pasó. Fuese lo que fuese lo que el futuro le deparara, aprendería a afrontarlo. No había descubierto el carácter paradójico de la libertad sólo para sucumbir de nuevo a la servidumbre de Avenida Parkview, a la Escuela y a los entusiasmos triviales de Eva. Era Wilt, el hombre de la mente de saltamontes.
«El sol estaba cerca del horizonte. Las criaturas de vida más corta de todo el Mundodisco eran las cachipollas efímeras, que apenas si duraban veinticuatro horas. Dos de las más viejas zigzagueaban sin rumbo fijo, sobre las aguas de un arroyo de truchas, discutiendo acerca de historia con algunos de los miembros más jóvenes de la nidada vespertina.
—En estos tiempos, el sol ya no es el que era —dijo una de ellas. —En eso no te falta razón. En las horas de antes sí que había un sol como debe ser. Era todo amarillo. No como esa cosa roja. —Y también estaba más alto.—Es verdad, tienes razón. —Y las ninfas y las larvas te mostraban un poco de respeto. —Muy cierto, muy cierto —asintió la otra cachipolla efímera con vehemencia.
Las cachipollas más jóvenes escuchaban con educación.
—Recuerdo —prosiguió una de las moscas viejas— cuando todo lo que abarcaba la vista eran praderas.Las cachipollas jóvenes miraron a su alrededor. —Siguen siendo praderas —aventuró una de ellas tras un cortés intervalo. —Recuerdo cuando eran praderas mejores —replicó bruscamente la vieja. —Sí —asintió su colega—. Y también había una vaca. —¡Es verdad! ¡Es verdad! ¡Me acuerdo de esa vaca! Estuvo justo allí durante…, oh, durante cuarenta o cincuenta minutos. La recuerdo bien, era marrón. —Ya no hay vacas así en estas horas. —Ya no hay siquiera vacas. —¿Qué es una vaca? —preguntó una de las jovencitas. —¿Lo ves? —replicó la cachipolla vieja en tono triunfal—. Así son las moscas modernas. —Hizo una pausa—. ¿Qué estábamos haciendo antes de empezar a hablar sobre el sol? —Zigzaguear sin rumbo fijo sobre las aguas —dijo una de las moscas jóvenes.
No estaba del todo segura, pero era una suposición con visos de probabilidad.
—No, antes de eso.—Eh…, nos estabas hablando sobre la Gran Trucha. —Ah, sí. Eso. La Trucha. Bueno, veréis, si has sido una buena cachipolla efímera, si has revoloteado bien arriba y abajo… —… prestando atención a los ancianos, que saben más que tú… —… si, prestando atención a los ancianos, que saben más que tú, entonces, al final, la Gran Trucha…Clop.Clop. —¿Sí? —inquirió una de las moscas más jóvenes.No recibió respuesta. —¿Qué pasa con la Gran Trucha? —quiso saber otra mosca, nerviosa.
Contemplaron la larga serie de anillos concéntricos que se expandían en el agua.
—¡El signo sagrado! —exclamó una cachipolla—. ¡Recuerdo que me hablaron de eso! ¡Un Gran Círculo en el agua! ¡Ése será el signo de la Gran Trucha!
La más vieja de las cachipollas jóvenes contempló el agua, pensativa. Empezaba a darse cuenta de que, al ser la mosca de más edad entre las presentes, le correspondía el privilegio de revolotear más cerca de la superficie.
—Se dice —empezó la cachipolla que volaba en la parte superior de la zigzagueante multitud— que, cuando la Gran Trucha viene a buscarte, vas a una tierra donde abunda…, abunda… —Las cachipollas efimeras no comen. No sabía cómo seguir—. Donde abunda el agua —terminó como pudo. —Debe de ser verdad —asintió la mosca más vieja —Pues allí se debe de estar muy bien —siguió la joven. —¿Sí? ¿Por qué? —Porque nadie ha querido volver aquí. »
En Inglaterra una persona estaba siendo juzgada por asesinato.Había evidencias indiscutibles sobre la culpa del imputado, pero el cadáver no aparecía. Casi al final de su alegato oral, el abogado, temeroso de que su cliente fuese condenado, recurrió a un truco:
– «Señoras y señores del jurado, señor Juez, tengo una sorpresa para todos» -dijo el abogado, mirando hacia su reloj- «Dentro de dos minutos, la persona que aquí se presume asesinada, entrará en la sala de este Tribunal.»
Luego el abogado se quedó mirando hacia la puerta. Los miembros del jurado, el juez, todos ellos sorprendidos miraban también llenos de ansiedad.
Transcurrieron dos largos minutos y nada sucedió. El abogado, entonces, finalizó diciendo:
– «Realmente, dije eso y todos ustedes miraron hacia la puerta con la expectativa de ver a la supuesta víctima. Por lo tanto, quedó claro que todos tienen dudas en este caso, de que alguien realmente haya sido asesinado. Es por ello que les ruego que consideren a mi cliente inocente, ya que ante la duda el mismo debe ser declarado inocente». (In dubio pro reo).
Los jurados, visiblemente sorprendidos, se retiraron para la decisión final. Algunos minutos después, el jurado volvió y pronunció su veredicto:
– ¡ CULPABLE !
– «¿Pero cómo?» – preguntó el abogado – «Yo vi a todos ustedes mirar fijamente hacia la puerta. ¡ Es evidente que estaban con dudas! ¿Cómo condenan con duda ?»
Y el juez aclaró:
– Sí, todos nosotros miramos hacia la puerta, menos su cliente….
Moraleja: No sirve de nada ser un buen abogado si el cliente es un gilipollas.
Canción del disco Cantes de la Tierra Adentro de José Antonio Labordeta (1976), que narra las desventuras de Lamberto que supuestamente fué decapitado por centuriones del imperio romano.
Domingo 1ro de Enero de 2012 Hoy estaba saliendo de mi casa cuando vi en el jardín un pequeño hueco. Mientras esperaba a mi papá, noté que había un insecto que salía constantemente a dejar pequeñas bolitas de barro. Me acerqué más y noté que era una hormiga, pero era gigantesca (para ser hormiga, claro). Ahí empecé a ver un montón de hormigas aladas muertas por el jardín, y ahí me di cuenta que ésta que hacía el hueco fuera probablemente una reina.
Traje la pala y un frasco de mermelada, y cuando salió de nuevo, clavé la pala para cerrarle el paso y lo metí en el frasco. Luego llené otro frasco con la misma tierra de su hormiguero y la pasé ahí. De ahí me fui a investigar cómo cuidar una reina, y bueno, hice lo que pude, unos huecos en la tapa del frasco, un algodón húmedo, un lugar oscuro y listo. Para este momento ya había empezado a cavar en el frasco. Siempre quise tener una colonia de hormigas, espero que me vaya bien con esta.
Lunes 2 de Enero de 2012 Hoy me puse a investigar en internet, y por lo que he leído, es una reina de Atta (cephalotes?). Ya que es grande, como de 2.5 cm, y se parece mucho a las imágenes que he visto de estas, además aquí son bien comunes, las llamamos cepes.
Durante la noche continuó cavando, llegó hasta el fondo del frasco y cavó una cámara bastante amplia. Tapó la entrada a la cámara, pero por suerte la misma está bien pegada al frasco, por lo que la puedo ver, pero cuando la saco del armario y le da la luz, se pone a caminar por toda la cámara, como si se pusiera nerviosa, así que la he dejado tranquila.
Martes 3 de Enero de 2012 Hoy me puse a investigar y llegué desde un post de taringa a un foro (este foro, jejeje), en el me registré y obtuve bastantes concejos e información. Hoy cuando revisé al medio día a la Reina, vi que había puesto algo blanco pegado a una de las paredes del frasco. También noté que esta vez no se movía de su lugar, aún cuando saqué el frasco y lo iluminé con una linterna, parece muy afanada cuidando lo que sea que es eso blanco.
Al principio pensé que eso eran huevos, pero ahora no estoy seguro, tal vez sea su hongo, además, por lo que he leído, lo lógico es que sea el hongo. Además le puse dos pedacitos de hoja, pero como tiene tapada la salida de su cámara, no creo que tenga intenciones de recolectar alimento.
Miércoles 4 de Enero de 2012 Al medio día revisé a la reina y noté que la tierra estaba bastante seca, sobre todo al fondo del frasco, que es donde está ella. Por suerte la cámara parecía más húmeda que el resto del sustrato. Las hojitas que le puse no las tocó. De hecho no salí de su cámara. A la noche compré unas jeringas, cambié el algodón por otro, pues este estaba un poco amarillo, y como encima no esterilicé la tierra, no pretendo que se forme ni un poquito de hongos en este.
Coloqué el nuevo algodón bien húmedo y rocié un poco el resto del frasco con agua de una jeringa. Espero no haberme excedido. Durante todo el proceso ella se quedó quietecita con su hongo. El hongo sigue igual de tamaño no ha crecido.
Jueves 5 de Enero de 2012 Hoy a la mañana la volví a revisar, me pareció que había como un trocito de hongo que ayer no estaba, aunque este era amarillo, y no blanco. Y por primera vez en dos días, la Reina no estaba manipulándolo, sino que estaba ampliando el tamaño de la cámara, o al menos eso parecía pues tenía una bolita de barro en su boca.
Al medio día habrí un momento la puerta y la vi muy afanada haciendo algo, pero como no la pienso revisar hasta la noche, la dejé tranquila, en la noche voy a revisar la humedad y veré si hay novedades con el hongo.
Martes 17 de Enero de 2012 Estas hormigas tienen un desarrollo muuuy lento, por lo que en este tiempo no han habido casi novedades.
La reina sigue viva. Se ha mantenido en su cámara, a la cual ella misma ha tapado la entrada. La pelotita de hongo y huevos ahora ya está bastante grande, y se nota claramente algunas secciones amarillas, que es el hongo, y otras secciones blancas, que son los huevos. Según lo que he investigado, deben ser huevos tróficos.
Al parecer la tierra no le agrada mucho para cultivar el hongo, pues lo ha puesto y lo mantiene pegado a la pared del frasco, y mantiene los alrededores bien limpios de tierra. Tal vez el hecho de que no esterilicé la tierra tenga algo que ver, pero no puedo estar seguro. Además a Sogtulakk, con sus Acromyrmex le ha pasado algo semejante.
El sistema que utilizaba para abastecer de humedad el sustrato era una bola de algodón completamente humedecido, colocado sobre al tierra, el cual iba dejando pasar la humedad de él al sustrato de forma lenta. Este algodón lo humedecía una vez al día con 5 ml de agua. y la humedad se mantenía bien.
Sin embargo el martes pasado intenté hacer otro sistema, algo más «sofisticado», con un tubo con una de las salidas tapada con un algodón bien apretado, y la ta otra con un pequeño tapón de goma.
Pero otra vez se comprueba que cuando algo funciona, es mejor dejarlo así. Ese nuevo arreglo dejó pasar demasiado rápido el agua a la tierra, lo que produjo un exceso de humedad. en cuestión de 20 minutos se había vaciado el tubo (de 5 ml también). Se comenzaron a condensar gotitas de agua en la pared del frasco, dentro de la cámara de la reina. no le volví a colocar humedad. Pasaron 4 días sin que desaparezcan las gotitas. ya el domingo no tenía gotitas, supongo que hoy o mañana volveré al sistema del algodón. Por suerte no sucedió nada desastroso.
Tengo algunas fotos de la hormiga y del frasco en el que está, y un video en donde se la ve trabajando, sin embargo no tengo el cable de mi cámara para pasarlos a la compu. Espero mañana comprar uno. En cuanto lo tenga les aseguro que las subo.
Martes 7 de Febrero de 2012
Cómo ya he dicho en otras oportunidades, estas hormigas se toman su tiempo. No ha habido realmente novedades hasta hace dos días. Durante todo este tiempo, vigilaba la labor de la Reina cada dos días, y excepcionalmente dos o tres días seguidos.
Como ya había comentado, no esterilicé la tierra en la que puse a la reina. Esto hiso que hace unos días, cuando la saqué para observarla, notara que estaba creciendo una planta por encima del sustrato. Probablemente sea un trébol. Mi primera intención fue quitarla, pero no lo hice por dos motivos. El primero es que al arrancarla, las raíces removieran la tierra y ocasionaran un derrumbe en la cámara de la Reina, cosa que podría haber sido desastrosa para el desarrollo del hongo. El segundo es que así, cuando nazcan las obreras, tendrán comida fresca, jejeje. El supuesto trébol lo único que hace es alargar su tallo más y más, no creo que nunca se “abra”, pues como está siempre a oscuras, debe estar buscando algo de luz.
El crecimiento del hongo era lento pero constante. Sin embargo el domingo, cuando la saqué para observarla me llevé una tremenda desilusión, porque, como si hubiera tenido un ataque de ira, el hongo estaba deshecho, y habían restos de él por todo el piso de la cámara. Primero pensé que estaba mudándolo por algún motivo. Pero me quedé observándola y vi cómo agarraba un pedacito de los que estaban por el piso y lo llevaba al mismo lugar donde siempre estuvo el hongo.
No sé qué pudo haberla motivado a deshacer el hongo, pero evidentemente ya lo estaba rehaciendo. Mi mayor miedo era que hubiera aparecido otro hongo, y que ella hubiera tratado de llevar el suyo más lejos. (Sí, el fantasma de no haber esterilizado la tierra siempre está presente).
Hoy cuando la volví a revisar noté que ya había vuelto a armar el hongo, que quedó un poco más pequeño que antes, o al menos esa es la impresión que me da. Ya no quedan restos de él por el piso, aunque probablemente los que quedaban se hayan muerto y por eso no se los ve.
Aprovecho a comentarles que hace una semana más o menos llovió, y el clima se puso bien húmedo. Y cuando saqué la reina para revisarla, noté que el vidrio estaba empañado por dentro, y que la tierra brillaba por el agua condensada en su superficie. Es la segunda vez que tengo exceso de humedad en el frasco. Tengo que tener más cuidado.
Miércoles 8 de febrero de 2012
NOTICIAS!!!!! Hoy al sacar el frasco al medio día, vi tres pequeñas hormigas que habían nacido. Fue como si naciera el hijo de algún amigo, jejejeje, esa fue la emoción. Parece en todo caso que el “ataque de ira” que tuvo el domingo tuvo algo que ver, tal vez estaba separando las pupas del hongo, no lo sé, porque el frasco no permite ver muy bien.
Tampoco sacar fotos, porque el flash se refleja en el vidrio y no se ve nada. Pero lo cierto es que ya tiene nurses.
Tengo que empezar a pensar que voy a hacer del hormiguero, porque si bien las que nacieron ahora son jardineras, que no van a salir del hormiguero, en cualquier momento van a nacer obreras más grandes, de las que cortan y llevan hojas, y el frasco es muy pequeño como para alimentarlas ahí mismo.
Esta historia proviene del foro de lamarabunta.org ,una web donde encontrareis toda una comunidad internacional en lengua hispana apasionada por el mundo de las hormigas. En concreto, este «Diario de mi primer colonia«, esta escrito por rojobad un muchacho de Santa Cruz en Bolivia al cual le enviamos un cordial saludo. Su diario me ha parecido muy interesante y se extiende mas alla de los dias que os copio. No dejeis de seguirlo.
La unica pega que encontré fue pasar el chaptca del registro. Despues de 7 u 8 intentos ya no me dejó intentarlo mas. Espero tengais mas suerte.
– «Doctor, ¿cuántas autopsias ha realizado usted sobre personas fallecidas?» – «Todas mis autopsias las realicé sobre personas fallecidas»
– «Cada una de sus respuestas debe ser verbal, ¿de acuerdo?» «¿A qué escuela fue usted?» – «Verbal» (Risas y comentarios jocosos en la sala)
– «¿Recuerda usted la hora a la que examinó el cadáver?» – «Sí, la autopsia comenzó alrededor de las 8:30 p.m.» – «¿Mr. Dennington estaba muerto en ese momento?» – «No, estaba sentado en la mesa preguntándose por que estaba yo haciéndole una autopsia.» (El Sr. Juez tiene que imponer orden en la sala, el alboroto es tremendo, se escuchan carcajadas por todas partes)
Le dispararon en medio del follón?» – «No, me dispararon entre el follón y el ombligo.»
– «Doctor, ¿antes de realizar la autopsia, verificó si había pulso?» – «No» – «¿Verificó la presión sanguínea?» – «No» – «¿Verificó si había respiración?» – «No» – «¿Entonces, es posible que el paciente estuviera vivo cuando usted comenzó la autopsia?» – «No» – «¿Cómo puede usted estar tan seguro, Doctor?» – «Porque su cerebro estaba sobre mi mesa, en un tarro» – «¿Pero podría, no obstante, haber estado aún vivo el paciente?» – «Es posible que hubiera estado vivo y ejerciendo de abogado en alguna corte.»
– ¿Puede usted describir al individuo? – Sí, era alto y usaba barba. – ¿Y era hombre o mujer?
– ¿Como terminó su primer matrimonio? – Por la muerte. – ¿Por la muerte de quién?
– ¿Alguna vez durmió con él en Nueva York? – Me rehuso a contestar esa pregunta. – ¿Alguna vez durmió con él en Chicago? – Me rehuso a contestar esa pregunta. – ¿Alguna vez durmió con él en Miami? – No.
– Esta «miastenia gravis», ¿afecta de alguna forma su memoria? – Sí. – ¿Y de qué forma la afecta? – Olvido cosas. – Olvida cosas. ¿Puede darnos un ejemplo de algo que se haya olvidado?
– Agente, cuando detuvo a la acusada, ¿tenía las luces azules y rojas encendidas? – Sí. – ¿Y la acusada dijo algo cuando salió del auto? – Sí. – ¿Qué dijo? – «¿En qué discoteca estoy?»
– Entonces la fecha en que su bebé fue concebido es el 8 de agosto. – Sí. – ¿Y qué estaba haciendo usted en ese momento? – Dijo que las escaleras bajaban hacia el sótano, ¿correcto? – Sí. – Y esas escaleras, ¿también subían?
Preguntas sagaces
– «¿Estaba usted presente cuando le tomaron la foto?» – «¿A qué distancia estaban uno del otro los vehículos en el momento de la colisión?» – «Usted estuvo allí hasta el momento en que salió, ¿es eso cierto?» – «Entonces, ¿cuántas veces ha cometido usted suicidio?» – «¿Es cierto, doctor, que cuando una persona muere en el momento del sueño, no llega a saberlo hasta la mañana siguiente?» – «¿Estaba usted solo, o era el único?» – «¿Fue usted, o su hermano menor, quien murió en la guerra?» – «¿El le mató a usted?» – «Estuvo allí hasta que se fue, ¿no es así?»
Ultimamente los libros de Zombies están de moda. Despues de los publicados por Max Brooks, con Guerra mundial Z y su Guia de supervivencia Zombie, ya comentados por aqui, siguen apareciendo nuevos títulos a los que hincar el diente.
Me pregunto que es lo que nos lleva a sumergirnos en este subproducto de literatura de terror, donde ingentes masas de humanos putrefactos y hambrientos de tu carne fresca se enseñorean por los despojos de la civilzación occidental.
Tal vez sea el hecho de que los protagonistas siguen sin ninguna esperanza luchando por su supervivencia armados con cualquier arma a su alcance. Día tras día, como hacemos todos, luchan por sobrevivir un poco más en un universo de locos.
Desde las peliculas de George A. Romero, y todas las secuelas que vinieron despues, somos fans de cualquier cosa que huela a resucitados no muertos con el cerebro medio descompuesto y ávidos de carne humana. Jeje, es lo que hay. 😉
La novela que comentamos hoy es entretenida. No llega a ser tan buena como Guerra mundial Z pero tampoco es aburrida. Se trata de conseguir medicamentos a cualquier precio, alla donde estén. En este caso en la isla de Manhattan.
Tambien aparece una nuevo personaje en forma de zombie inteligente capaz de liderar a las huestes de resucitados contra lo que queda de una humanidad diezmada.
Todavia no he llegado al final pero me parece que me va a gustar esta incursión en la isla de Manhattan, destruida por hordas ingentes de Zombies. Abatirlos no es facil pero nuestros protagonistas cuentan con el mejor ejercito posible en forma de adolescentes jihadistas somalies.
Le doy una valoracion de 6,5 en una escala de 10. Habrá que leer los otros 2 libros que componen la trilogia, Zombie Nation y Zombie Planet para ver como acaba todo.
Nuestro reportero mas dicharachero Anselmo Fumat nos trae en primicia las primeras palabras de Dominique Strauss-Kahn (DSK para los amigos) desde la conocida prisión de Rikers Island en Nueva York, un enorme complejo de 162 hectáreas cuadradas localizado en una isla del río East y que actualmente alberga a unos 14.000 reos.
Anselmo: – Sr Kahn, cuentenos como ocurrió todo.
DSK: – Bueno, yo salí de la ducha, como siempre, con aquella tumefacción… ya sabe y bueno, la camarera estaba allí. En los hoteles de Europa, cuando pagas una suite de 3000 €, esto no pasa. Normalmente las camareras siempre están incluidas en el precio de la habitación. A veces, mas de una. Debió de haber algun malentendido con mi secretario. De todas formas no pasó nada porque en esos momentos estaba comiendo con mi hija.
Anselmo: – ¿Es cierto que forcejeó con la camarera de color durante varios minutos y que intentó practicar sexo oral y anal en esas circunstancias?
DSK: – En realidad estábamos practicando juegos de rol. Ya sabe usted que tienen muy mala fama, pero en realidad son completamente inofensivos. Yo hacía de Arkano Mayor y mientras ejecutaba pases con mi bastón magico, la doncella conseguía huír de las mazmorras del castillo. Muy típico.
Anselmo: – La prensa francesa ha desempolvado el caso, algo confuso, de la escritora y periodista Tristan Banon, que le acusa de haberla querido forzar sexualmente en 2003. ¿Cuales son sus declaraciones al respecto?
DSK: – Habladurias. Su madre, Anne Mansouret, mi colega en el Partido Socialista, es íntima amiga mia y ya me advirtió en su momento que su hija sufría ataques de histeria. Le concedí la entrevista e inmediatamente, entre pregunta y pregunta, quiso seducirme y yo naturalmente, por respeto a su madre, a la Francia libre y al partido me negué.
Anselmo: – Sus colaboradoras de partido y del FMI, afirman que su líbido desaforada perjudica seriamente sus relaciones laborales, lo cual las obliga a, en ningun caso, quedarse a solas con usted. ¿Nos puede ampliar esta información?
DSK: – Nunca había tenido problemas de este tipo hasta ahora y dado mi cargo, me veo siempre en la obligación de satisfacer a mis admiradoras. Dado que soy un padre y marido modelo, continuamente debo rechazar ofertas de toda índole. Uds no saben como es esto, siendo el director del FMI las oportunidades son variadas. Berlusconni es colega mio.
Anselmo: – ¿Que es lo que va a pasar ahora con los planes del FMI?
DSK: – Esta claro que todo esto es un complot de la CIA para proteger al dolar y perjudicar al euro. Como ud sabe, tras los rescates de Grecia y Portugal, y con una Europa en recuperación, debíamos proceder a devaluar el dolar y abandonarlo como moneda internacional dado el inmenso déficit que arrastra la economia americana. Pero, con mi detención, todas estas iniciativas se perderán. ¿Tiene una maquinilla de afeitar? ¿En su periodico…., tienen reporteras?
Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.