Una capa de invisibilidad por 150 dólares.

 

Un físico cuántico ha decidido experimentar con su hijo de 14 años la construcción de mecanismos de invisibilidad óptica con materiales baratos, y lo ha conseguido. John y Benjamin Howell han creado tres dispositivos baratos, con los que es posible ocultar objetos grandes.

John Howell, profesor de Física en la Universidad de Rochester (EEUU), con la ayuda de Benjamín, su hijo de 14 años, ha construido tres dispositivos de camuflaje óptico simple y eficaz con materiales de bajo coste. En total, unos 150 dólares.

En varios laboratorios ya se han conseguido capas de invisibilidad a frecuencias específicas con materiales especiales llamados Metamateriales.

La novedad de los tres dispositivos de Howell y su hijo es que demuestran que se puede conseguir la invisibilidad óptica, barata y para objetos grandes. Aunque, eso sí, unidireccional. Esta es su mayor limitación, que solo funcionan en una dirección de observación.

En un artículo que han publicado recientemente en Arxiv, explican las ventajas y limitaciones de los tres métodos que utilizan.

El primer dispositivo es de plexiglás, el segundo utiliza cuatro lentes de 3 dólares, y el tercero, típico de los magos aficionados, utiliza un conjunto de espejos baratos, como se ve en el vídeo que han grabado para mostrar su funcionamiento.

Según Howell, que normalmente se dedica a la investigación en física cuántica, el dispositivo, aunque tiene algunos inconvenientes, es «claramente escalable a grandes dimensiones».


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Fuente: SINC

Wilt de Tom Sharpe.

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No hay ningun escritor ingles de humor mejor que Tom Sharpe. Bueno, tal vez si. Leer a Tom Sharpe es como retomar las historias de Guillermo, de Richmal Crompton. En realidad se parecen mucho pero Tom habla de sus alumnos de la escuela Politecnica donde da clases de literatura a Carniceros, Yeseros, Carpinteros… Me resultan tan cercanos… ¿ Como vas a evitar partirte el culo de reir ? 

Tom-Sharpe

—¿Sí? El inspector Flint desconectó la grabadora y miró a Wilt.—¿Sí qué? —dijo Wilt.—¿Es ella? ¿Es la señora Wilt? Wilt asintió.—Me temo que sí —dijo.—¿Qué quiere decir con eso de que teme que sí? Esa condenada mujer está viva. Debería estar usted contento. Y en vez de eso, todo lo que dice es que teme que…Wilt suspiró.—Pensaba sólo en el abismo que separa a la persona tal como la recordamos e imaginamos y la realidad de lo que es. Empezaba a tener recuerdos agradables de ella y ahora…—¿Ha estado usted alguna vez en Waterswick? Wilt movió la cabeza.—Jamás.—¿Conoce al vicario de ese lugar?—Ni siquiera sabía que hubiera allí un vicario.—¿Y no tiene idea de cómo pudo llegar allí su esposa? 

—Ya la ha oído usted —dijo Wilt—. Dijo que había estado en un barco.—Y usted no conoce a nadie que tenga un barco, ¿verdad?—La gente de mi círculo de amistades no tiene barcos, inspector. Quizá tengan uno los Príngsheim. El inspector Flint consideró la posibilidad y la rechazó. Habían comprobado en los registros y los Pringsheim no tenían ninguna embarcación; y tampoco habían alquilado una. Por otra parte, la posibilidad de que hubiera sido víctima de algún fraude gigantesco, un plan complicado y premeditado para presentarle como un imbécil, empezaba a adquirir forma en su mente. Instigado por aquel Wilt infernal, había ordenado exhumar una muñeca hinchable y había sido fotografiado contemplándola lívido en el instante mismo en que cambiaba de sexo. Había ordenado una requisa de pasteles de cerdo sin precedentes en la historia del país. No le sorprendería nada que los dueños de la fábrica iniciaran un proceso exigiendo una indemnización por los perjuicios que les había causado todo aquel asunto. Y, por último, había retenido a un hombre, al parecer inocente, para interrogarle durante una semana y le considerarían, sin duda, responsable de los retrasos y de los costes adicionales de la construcción del nuevo edificio administrativo de la Escuela. Habría, muy probablemente,otras consecuencias estremecedoras a tener en cuenta, pero bastaba ya con eso.Y no podía echarle a nadie la culpa. El único culpable era él. O Wilt. Le miró venenosamente. Wilt sonrió.—Ya sé lo que está pensando —dijo.—No —dijo el inspector—. No tiene usted ni idea.—Que todos somos fruto de las circunstancias, que las cosas nunca son lo que parecen, que hay más de lo que…—Eso ya lo veremos —dijo el inspector. Wilt se levantó.—No creo que me quiera usted para nada más —dijo—. Así que me voy a casa.—No hará tal cosa. Usted vendrá con nosotros a recoger a la señora Wilt. 
 
Salieron al patio y subieron a un coche policial. Mientras cruzaban las zonas residenciales, pasaban ante las gasolineras y las fábricas y cruzaban luego los pantanos, Wilt iba hundiéndose en el asiento trasero del coche con la sensación de que aquella libertad de que había disfrutado en la comisaría de policía se esfumaba. Y, a medida que recorrían los kilómetros, iba reduciéndose más, y se reafirmaba la áspera realidad de la elección, de tener que ganarse la vida, del aburrimiento y de las interminables discusiones mezquinas con Eva, de las partidas de bridge de los sábados por la noche con los Mottram y los paseos en coche los domingos con Eva. A su lado el inspector Flint, sepultado en un hosco silencio, perdía su atractivo simbólico. No era ya el mentor de la seguridad de Wilt en sí mismo, el contrapeso de su incongruencia; se había convertido en un camarada de sufrimiento en el trajín constante de la vida, casi en una imagen especular de la propia nulidad de Wilt. Y delante, después de aquel paisaje liso y lúgubre con la tierra sombría y los cielos nublados, estaba Eva y una vida entera de intentos de explicaciones y contraacusaciones. Wilt consideró un momento la idea de gritar “Pare, pare el coche. Quiero bajarme”, pero el momento pasó. Fuese lo que fuese lo que el futuro le deparara, aprendería a afrontarlo. No había descubierto el carácter paradójico de la libertad sólo para sucumbir de nuevo a la servidumbre de Avenida Parkview, a la Escuela y a los entusiasmos triviales de Eva. Era Wilt, el hombre de la mente de saltamontes.
 
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Dia Japones en el Maremagnum.

 

Rios de japoneses o tal vez mejor Asiaticos inundaban ayer los aledaños del Maremagnum. El dia era esplendido y por fín la luz de un dia de Junio en Barcelona lo inundaba todo. Paseamos por los mercadillos y a punto estuve de adquirir una Olympus PEN analogica(japonesa) con mas de 50 años a sus espaldas al modico precio de 60, 50 o 45 € para empezar una colección de camaras retro. Vimos tres y las tres funcionaban. Es curioso.

Todavia en aquella época de los 60’s del siglo pasado, la obsolescencia programada no inundaba los talleres de las multinacionales. Por cierto, despues de exactamente dos años de garantia, el reproductor de blu-ray LG HR550 (Corea del sur) me ha dejado de funcionar y no tengo ningunas ganas de arreglarlo.

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Age of Empires II HD Edition

 

Es curioso como un juego de 1999, todavia colea y se reedita con un notable éxito a pesar de los bugs, lags y demas fauna que arreció en el arranque de este juego en steam, el mes pasado. ¿Cual fué la razón para que la misma compañia que nos maravilló con este juego en el 1999, pergeñara aquella infausta versión 3 que era una pura bazofia? Hubieron varios juegos parecidos pero ninguno jamas igualó al original y a su gran y completa actualización, The Conquerors.

Un juego para niños que se emocionaban cuando los aldeanos sacrificaban a las ovejitas virtuales. Un juego que te llevaba al paroxismo en partidas salvajes en modo imperial contra desconocidos contrincantes de internet. Un modo edicion que era una delicia. Unas civilizaciones que nos enseñaron el valor de las reliquias, la historia de William Wallace o la ventaja de aquellos arqueros ingleses y sus formaciones de batalla.

No hubo nada mas adictivo hasta que llegaron las primeras versiones y expansiones de tanques de Call of Duty. Ahora mismo, miedo me da instalarlo y caer victima de las partidas multiples con las nuevas posibilidades de 500 unidades, mapas HD y un monton de freakis del steam, adolescentes alimentados por el power gainer, zombies del Counter Strike y del LoL que crecieron con este juego en el viejo pc del apartamento del suegro que siempre guardó una copia del viejo The Conquerors.  

Tal vez un dia de estos me atreva a bajármelo y a recordar aquellas músicas, aquellos sonidos, rescatados de la era de las soundblasters, que dieron forma a nuestras mentes cuando vivíamos peligrosamente, en las postrimerias de la década, salvando al planeta del efecto 2000.

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Paradigma.

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El término paradigma significa «ejemplo» o «modelo». En todo el ámbito científico, religioso u otro contexto epistemológico, el término paradigma puede indicar el concepto de esquema formal de organización, y ser utilizado como sinónimo de marco teórico o conjunto de teorías. En los tiempos modernos, este concepto fue originalmente específico de la gramática; en 1992 el diccionario Merriam-Webster definía su uso solamente en tal contexto, o en retórica para referirse a una parábola o a una fábula. En lingüística, Ferdinand de Saussure ha usado paradigma para referirse a una clase de elementos con similitudes.

El término tiene también un significado en el terreno de la psicología refiriéndose a aceptaciones de ideas, pensamientos, creencias incorporadas generalmente durante nuestra primera etapa de vida que se aceptan como verdaderas o falsas sin ponerlas a prueba de un nuevo análisis.

El término paradigma se origina en la palabra griega [parádeigma] que a su vez se divide en dos vocablos [pará] («junto») y [deigma] («ejemplo», «patrón») . Originariamente significa patrón, modelo. En arquitectura, «modelo» (maqueta) o «plano» de un edificio y también es utilizado por escultores y pintores de manera semejante.

En Platón, los paradigmas son los modelos divinos a partir de los cuales están hechas las cosas terrestres. A su vez tiene las mismas raíces que «demostrar».

En términos generales se puede definir al término paradigma como la forma de visualizar e interpretar los múltiples conceptos, esquemas o modelos del comportamiento en todas las etapas de la humanidad en lo psicológico y filosófico,(y en diversas diciplinas, como el trabajo social), que influyen en el desarrollo de las diferentes sociedades así como de las empresas, integradas e influenciadas por lo económico, intelectual, tecnológico, científico, cultural, artístico, y religioso que al ser aplicados pueden sufrir modificaciones o evoluciones según las situaciones para el beneficio de todos.

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Adivinanzas en la Familia Real.

 

Según se cuenta, la Familia Real tiene por costumbre, después de la cena, jugar a las adivinanzas, bajo la dirección de Doña Sofía.

El dia de la pedida, los novios pasaron juntos el día y, fieles a esta entrañable costumbre, decidieron jugar para que Letizia se fuera familiarizándose.Asi que empezaron de la siguiente forma:

Sofía : Bien, vamos a empezar el juego. Primera adivinanza : Larga y afilada cual estilete, por la punta saca y mete, y por detrás lleva el ojete.

Letizia : Eso debe ser una polla, ¿no?.

Sofía : Por Dios, es una aguja. Felipe, el bolso de la señora que doña Leticia se va.

Felipe : Mamá, discúlpala que ella no entiende de protocolo. Poco a poco irá aprendiendo.

Sofía : Está bien, le daré otra oportunidad. Segunda adivinanza : Grande la quisiera, que entre las piernas no me cupiera.

Letizia : Eso sí es una polla, ¿no?.

Sofía : ¡Por todos los Santos! Es una yegua. Felipe, el bolso de la señora que doña Leticia se va.

Felipe : Mamá, por favor, discúlpala, que viene de TVE y allí son muy blasfemos. Dale otra oportunidad.

Sofía : Está bien, le daré otra oportunidad, pero ya me empieza a cansar.
Tercera adivinanza: Entra duro, sale blando y además chorreando.

Letizia : ¡Ejem!, ¿no es una polla?.

Sofía :¡Dios del Amor Hermoso! Es un churro. Felipe, el bolso de la señora que doña Leticia se va.

Felipe : Mamá, por favor, discúlpala, que está nerviosa. Dale la última oportunidad.

Sofía : Está bien. La última, pero ninguna más. Cuarta adivinanza :
Cimbel matutino, con forma de pepino, que por delante escupe gotas y por detrás le cuelgan dos pelotas.

Letizia : Felipe, dame el bolso que me voy, pero ,¡eso es una polla como una olla!

 

Fuente:  http://graciasychistes.blogspot.com.es/2…