Se necesita «probador de playas».

Si busca las mejores playas para este verano y no acaba de fiarse de las agencias de viajes, quizás deba consultar con el “probador de playas”, un puesto de trabajo de nueva creación para el que una revista sueca busca candidatos. El único requisito es pasarse cuatro semanas tumbado al sol en la arena de cuatro lugares del mundo. Por desgracia, en temporada baja.

Pocos podrán darle mejores consejos sobre playas que el que consiga este nuevo puesto de trabajo, aunque sólo sea porque antes habrá pasado un duro criterio de selección. El anuncio deja muy claras las condiciones: “Entre los cometidos del empleo está salir de marcha, tirarse en las tumbonas de la playa, beber vino en las tabernas locales y otro tipo de actividades propias del ambiente de una playa.

Y no sólo eso. Los candidatos tienen que saber nadar y tener la capacidad para “pasarse demasiado tiempo sin hacer nada”, y asumir que “en algunos casos se les requerirá para hacer horas extras probando las bebidas locales”.

El anuncio de este nuevo puesto de trabajo lo publicó la revista sueca femenina “Amelia”, y recibió un centenar de solicitudes en apenas unos minutos. La directora de la publicación, Åsa Lundegård, aseguró al diario The Local que la respuesta “fue enorme” pese a que un principio se pensó que era una broma y que la convocatoria sólo estuvo activa en la red unos días.

“El anuncio es totalmente real, aunque es cierto que su redacción es algo provocativa. De hecho, buscábamos que la gente pensara que la propuesta era demasiado buena para ser cierta”, señaló Lundegård.

Lundegård dijo que la idea del “testador de playas” surgió como una manera de cubrir la multitud de peticiones que recibía la revista de parte de lectores interesados en conocer los mejores destinos turísticos. “Rara vez las atendemos, porque no tenemos reporteros para enviar sobre el terreno. Por eso hemos pensado que era importante crear este trabajo».

Viajando por Colombia: El Valle de Cocora.

En un país lleno de paisajes espectaculares, rodeado de brumosas montañas y escarpados picos, el Valle de Cocora se lleva la palma y nunca mejor dicho. Nos rodean por todas partes las palmas de cera del Quindío (Ceroxilon quindiuense) , llamadas así porque su tronco cilíndrico y liso esta cubierto de cera para protegerse de insectos y hongos. En buenas condiciones de crecimiento alcanza alturas de hasta de 70 metros, y es la más alta del mundo.

Es una palmera de imponente belleza, extraordinaria fortaleza y gran longevidad. Es una palma nativa de los valles altos andinos del Parque Nacional Natural Los Nevados, en los departamentos de Quindío, Risaralda y Tolima, al noroeste de Colombia.

La palma de cera fue escogida como árbol Nacional de Colombia por la comisión preparatoria del III Congreso Suramericano De Botánica, celebrado en Bogotá en 1949. Fue adoptado oficialmente como símbolo patrio por la ley 61 de 1985.

Durante la mañana hicimos una excursión por el valle hasta un refugio de montaña donde vimos gran numero de colibrís, llegamos a unos 2.800 metros de altura y la subida fue bastante dura, debido en gran parte a lo enfangado del terreno. El esfuerzo fue bien empleado porque el entorno es extraordinario, naturaleza en estado puro.

La grandeza de este valle y su palma, inspiró al poeta Luis Vidales, quien dedica a la palma un breve pero magistral poema:

 

A la palma del Quindío le conté mi sueño un día.

Era la palma, era, era la palma de cera, la palmera, la palma del sueño mío.

Cohete que sube al cielo y estalla en el estrellío.

Y cuando pasan los vientos la palma se vuelve río…

Oid el ruido del aire, el río…., la palma del niño mío.

Aquí la palpo guardada, aquí en el pecho, al lado izquierdo del alma en donde llevo al Quindío.

Como 2011. Hermosas vistas.

Viaje estresante, atrapado en los contubernios de Iberia en Barcelona. Me pregunto porque todos los vuelos de Iberia en Barcelona deben ser servidos por la compañia mas infame, vueling. El aeropuerto de Barcelona debe ser de segunda clase, dado que pagando un vuelo normal, siempre acabas en una low cost. Spanair, Ryanair, Vueling, son todas compañias donde se trata a los clientes como ganado.

Donde la distancia entre asientos esta recortada con respecto a cualquier estandar Europeo. ¿Acaso hemos vuelto, en alguna clase de tunel del tiempo, al medievo donde la altura media era 1m 50cm? Señores de vueling… , ¡¡ no me caben las rodillas, ni las piernas en ese asiento de tortura que ud’s han pergeñado en sus aviones !!. ¡¡ Es tan penoso el trato que nos dispensan y que encima, ahora se permitan la libertad de tutearnos !!

Señor Piqué, el servicio que ofrece su empresa es de lo mas záfio que se puede recibir de una compañia aerea Europea. Y aunque, me sorprenda a mi mismo, ¡¡No!!. No quiero que alguien que me está maltratando, me tutee.

Una vez superados los malos momentos en el avión, y tras un par de horas de autocar, llegamos al lago Como donde tuve la oportunidad de realizar esta pocas fotos durante los brakes de rigor.

Tambien disfrutamos de la gastronomia del lugar, cenando en Salice Blu en Bellagio. Donde su chef Luigi Gandola nos deleitó con una cena de cinco platos más postre, a cual mas espectacular.

Duro trabajo fué, hacer justicia a aquel menú descomunal. Entre la nutrida sopa de pescado y la faraona, nos pusieron un helado de sorbete para desengrasar…

Viajando por Colombia: El Parque Arqueológico de San Agustín.

Las culturas prehispánicas de América más importantes son La Inca, La Maya, y La Azteca. Sin embargo, existen también otras culturas precolombinas mucho menos conocidas pero que merecen atraer la atención por la grandeza y belleza de sus vestigios. Tal es el caso de la cultura de San Agustín, cuya milenaria herencia de piedra podemos hoy admirar en Colombia dentro del departamento del Huila.

Cerca de los paramos donde nacen juntos los ríos Magdalena, Cauca, Patía y Caquetá, montañas frías habitualmente cubiertas de neblina y azotadas por la llovizna, se encuentran los monumentos de la civilización de San Agustín.

Allí vivió un pueblo que solo conocemos por sus restos arqueológicos y que desarrolló una cultura que si, por un lado, ha sido un misterio, por otro nos aclara muchas realidades sobre la antigüedad del hombre en América, sobre las vías que pudo seguir la inmigración asiática a este territorio y sobre el grado que pudo lograr en su cultura espiritual.

Las rocas volcánicas lanzadas a gran distancia por los volcanes cercanos, actualmente extinguidos, fueron una tentación irresistible para los escultores del lugar, más de 500 estatuas salpican las verdes montañas que rodean San Agustín. Muchas de ellas son figuras antropomórficas; las hay muy realistas y otras que parecen monstruos enmascarados. Otras representan animales sagrados como el águila, el jaguar y la rana.

Poco más se sabe sobre los antiguos pobladores de San Agustín. No tenían un lenguaje escrito y habían desaparecido siglos antes de la llegada de los europeos.

Cuando se produjo la Conquista, los monumentos funerarios que siglos atrás habían sido hechos en el valle que domina el primer curso del río Magdalena, yacían abandonados por circunstancias que todavía no se conocen bien. Una densa vegetación poco a poco, había cubierto de bosques el territorio ancestral que durante milenios, fuera el hábitat de una de las culturas prehispánicas más importantes de Colombia.

Los sitios donde anteriormente se había erigido los centros ceremoniales dedicados a culto funerario, o los lugares de habitación y los campos de cultivo, desaparecieron por la acción incontrolada de la naturaleza especialmente feroz en este medio.

Esa misma naturaleza nos obsequio con un pequeño diluvio cuando visitábamos el parque arqueológico. Mientras esperábamos que escampara, Jorge, nuestro guía en el parque, nos contó sobre los OVNIS que visitan la zona desde tiempo inmemorial. También nos hablo sobre la energía y el misterio que envuelve a San Agustín que atrae cada año a muchos seguidores de lo mágico y sobrenatural. Por ultimo conocimos la posibilidad que teníamos de hacer nuestro viaje astral particular si tomábamos un potente alucinógeno (ayahuasca), que  podíamos  encontrar en la zona.

Nieva en el Mont Blanc Hotel Village.

En febrero 2006 estuve en el Mont Blanc Hotel Village y se pasó dos dias nevando con una furia inusitada. Supongo que es lo normal en febrero en el Valle d’Aosta al pie del Mont Blanc. Recuerdo un lugar encantador, con todas las comodidades para pasar unos dias alejados de la ciudad. Donde poder practicar cualquier deporte relacionado con el montañismo y la nieve o simplemente, disfrutar de una buena mesa observando como la tormenta lo cubre todo con su manto blanco.

Las vistas eran impresionantes aunque aquellos días no fueron los mas propicios. Definitivamente, mi camara digital del 2006 no daba mas de si y el clima no acompañaba. Ademas de trabajar duramente, 🙂 realizamos una excursión en motos de nieve, que nos llevó a un refugio de montaña donde compartimos mesa con los guias del lugar. El plan previsto era bajar del refugio sin las motos, realizando un trekking nocturno, pero las condiciones no eran las adecuadas y aquella opción quedó descartada.

Al día siguiente, dejamos la montaña y fuimos a visitar Arona en el Lago Mayor, y disfrutamos del tipismo de Novara y de su gente. Si teneis la oportunidad de estar por allí,  no dejeis de comprar queso parmesano en cualquiera de las muchas tiendas que encontrareis.

 

  • Toraja
 Mont Blanc Hotel Village

Que frio hacía. Se impone llevar ropa tecnica adecuada para la nieve y botas de montaña. Estuvo 2 dias nevando sin parar y el cielo era oscuro y gris.

 Arona Novara

En Arona se puede pasear, hacer shopping y comprar esas magnificas especialidades italianas. Todo la ciudad esta pensada para que no te vayas sin haber dejado tus euros.

Viajando por Colombia: Los indios guambianos y el mercado de Silvia.

Silvia es un pueblo de montaña, situado a unos 53 km al noroeste de Popayán, es el centro del territorio guambiano. Los guambianos es uno de los grupos indígenas más tradicionales de Colombia, conservan y obedecen sus milenarias leyes que datan del período pre-incaico, la comunidad entera suma unas 23.000 personas.

Hablan su propia lengua, la educación es bilingüe; visten sus ropas tradicionales, tanto hombres como mujeres llevan sombreros, faldas y botas, y aún usan técnicas de cultivo rudimentarias. También son excelentes tejedores.

Los martes, día de mercado, se desplazan a Silvia a vender sus frutas, verduras y artesanía; es, sin dudad alguna, el mejor día para visitar el pueblo.

Los guambianos son una comunidad muy bien organizada y prospera. En la reforma de la constitución colombiana en 1991 se les concedió autonomía sobre su territorio. Ellos tienen su propia jurisprudencia y quien vive en territorio guambiano debe vivir según las normas guambianas.

El mercado empieza al amanecer y se prolonga hasta la tarde. No es un mercado turístico, predominan las frutas y verduras, la carne cruda, la ropa y los zapatos baratos.