Varias ideas me asaltan. Continuar con un post de la categoría «que hacer un domingo en Barcelona» últimamente abandonada, o tal vez desarrollar un proyecto de mecenazgo de arte en un bonito edificio abandonado o colgar una foto del Moma en la sección de Arte o tal vez buscar donde venden cámaras Ricoh GR en Barcelona o también arrancar una comedia porno donde la buena música tuviera un papel preponderante y el look fuera muy cosmopolita.
Todo eso son opciones que se abren en el poco tiempo que se sucede viendo una intrascendente serie o realizando un zapping matinal, cuando uno se siente fresco y relajado después de unos días de vacaciones. Al final pocas de esas opciones llegarán a realizarse pero empezar con una y abandonar las otras requiere un esfuerzo de concentración. De enfocarse en lo plausible y realizable y abandonar lo que esta fuera de mi alcance de momento. Todas esas ideas se perderán como lágrimas en la lluvia.
Pero están ahí y alguien, tal vez uno de mis otros yos debería perseguirlas en alguna de mis otras vidas en esos universos paralelos que pululan por doquier. De momento, las apuntaré en esta molesquine para futuras consultas.
Una viejecita fue un día al Banco del Comercio «Bancomer» llevando un bolso lleno hasta el tope de dinero…
Insistía ante la ventanilla, solicitando que quería hablar única y exclusivamente con el Presidente del Banco para abrir una cuenta de ahorros, para lo cual decía: «Comprenda Ud., es mucho dinero».
Después de mucho discutir, la llevaron ante el Presidente del Banco, respetando el concepto de que el cliente tiene siempre la razón.
El Presidente del Banco inquirió: -¿Cuál es la cantidad que Ud. desea ingresar?
Ella dijo: USD$165.000,00 -y automáticamente vació su bolso encima de la mesa.
El Presidente, naturalmente, sintió una gran curiosidad por saber de dónde habría sacado la viejita tanto dinero y le preguntó: -Señora, me sorprende que lleve tanto dinero encima, realmente es mucha cantidad… -y acto seguido le preguntó: -¿Cómo lo ha conseguido?
La viejecita contestó: -«Es simple, hago apuestas»..
-Apuestas? -preguntó el Presidente- ¿qué tipo de apuestas?
La viejecita contestó: -«Bueno, todo tipo de apuestas; por ejemplo le apuesto a Ud., USD$25.000,00 a que sus pelotas son cuadradas!»
El Presidente soltó una carcajada y dijo: -«Esa es una apuesta estúpida… Ud., nunca podrá ganar una apuesta de ese tipo».
La viejecita lo desafió.
-Bueno ya le dije que hago apuestas; está Ud., dispuesto a aceptar mi apuesta…?
-Por supuesto -respondió el Presidente: -Apuesto USD$25.000,00 a que mis pelotas no son cuadradas…
La viejecita dijo: -«De acuerdo, pero como hay mucho dinero en juego…., ¿puedo venir mañana a las 10:00 AM con mi abogado para que nos sirva de testigo?
-Por supuesto -respondió el Presidente, teniendo en cuenta que se apostaba dinero.
Aquella noche, el Presidente estaba muy nervioso por la apuesta. Pasó largo tiempo mirándose sus pelotas en el espejo; volviéndose de un lado para otro, una y otra vez. Se hizo un riguroso examen y quedó absolutamente convencido de que sus pelotas no eran cuadradas y que ganaría la apuesta.
A la mañana siguiente a las 10:00 en punto, la viejecita apareció con su Abogado en la Oficina del Presidente. Hizo las pertinentes presentaciones y repitió la apuesta de USD$25.000,00 a que las pelotas del Presidente son cuadradas.
El Presidente aceptó nuevamente la apuesta y la viejecita le pidió que se bajara los pantalones para mostrar sus pelotas.
El Presidente se bajó sus pantalones y la viejita se acercó y miró sus pelotas detenidamente y le preguntó tímidamente si las podía tocar; expresando: -Tenga Ud., en cuenta que es mucho dinero y debo cerciorarme.
-Bien, de acuerdo -dijo el Presidente convencido que USD$25.000,00 es mucho dinero: -y comprendo que quiera estar absolutamente segura.
La viejita se acercó al Presidente y agarrándole empezó a palpar sus bolas; paralelo a lo cual el Presidente se dio cuenta de que el Abogado estaba golpeándose la cabeza contra la pared.
El Presidente preguntó a la viejita: -Y ahora que le pasa a su Abogado?
Ella contestó: -«Nada, sólo que he apostado con él USD$100.000,00 a que hoy a las 10:00 de la mañana tendría las pelotas del Presidente de Bancomer en mis manos».
¿Que mas se puede pedir? Tres colegas que se juntan en una cena y hablan de cámaras fotográficas. Compañeros que estudiaron imagen y sonido siglos atrás, la disciplina maldita. Una vocación que en mi caso nunca pude ejercer profesionalmente pero que siempre me ha deparado grandes alegrías. Como la de esa noche, compartiendo una afición que sigue siendo una de nuestras pasiones.
En un momento dado, después de la cena, mientras hablábamos de filtros de paso bajo y cuotas de mercado, apareció una cámara réflex de Pentax, una K-50, blanca y preciosa como pocas.
Y mientras nuestro anfitrión nos la mostraba, subió un cubo a la mesa, abrió una botella de agua y sin mas preámbulos, roció la cámara como si fuera una chancleta llena de arena y estuviéramos en cualquier playa del litoral.
El grito que pegamos fué unánime. Tal vez algo se había aflojado en la mente de mi colega o el vino tenia un efecto perverso, mas allá de lo esperado. Pero no. Tras el baño, la cámara seguía funcionando y aquello era una demostración que los representantes de Pentax realizan constantemente para mostrar las bondades de estas cámaras.
Por algo será que Pentax inventara y patentara en 1952 con su asahiflex el pentaprisma que hoy llevan todas las SLR’s del mundo.
Si alguien tiene alguna duda sobre la robustez y calidad de estas cámaras, miraros el video que os pego abajo, desde las arenas del desierto de Afganistán, donde el soldado Alex Jansen, tortura una K-5 y una K-7 y a continuación, siguen funcionando como si nada. ¿Habeis visto alguna Nikon o Canon pasando por esto? Ahí lo dejo…
Por fin me llegaron las pilas desde USA por 16 € (4) para mi Olympus 35 RC que sustituyen a las antiguas baterías de 1,35 V de mercurio que ya no se fabrican.
Con el voltaje correcto se acabaron los cálculos para preveer el desajuste del fotometro sobrealimentado. Ahora ya podré dedicarme en cuerpo y alma a esta pulsión analógica que me invadió este año con todas las garantías.
Estas pilas son las adecuadas para un montón de cámaras y dispositivos famosos allá en los 60’s y 70’s del siglo pasado, cuando eramos unos críos y estos aparatos eran muy caros para nuestros bolsillos adolescentes.
Ahora, nada nos impide devolverlos a la vida y volver a hacer fotografía como aprendimos entonces. Seleccionando velocidad, diafragma, enfocando a mano y disparando sin ver el resultado final. Sin poder repetir cada toma tropocientas veces. Solo confiando en la magia de los haluros de plata, su grano y sensibilidad.
Cuando apareció la fotografía digital me sentí liberado de los laboratorios, el papel, el coste y las esperas. Ahora, me reencuentro con cámaras que nunca pude comprarme a unos precios ridículos pero de una calidad incuestionable.
Y bueno, sin imprimir nada, el revelado, el escaneo y el carrete de 36 fotos me salen en conjunto por unos 15 € que tampoco me parece desorbitado. Ahora estoy probando un nuevo laboratorio que espero colme mis expectativas. Ya os contare…;-)
Usos mas populares:
Bolex – H8/H16 Reflex/Non-Reflex exposure meter
Canon – Original F-1, FT, FTb, FTbn
Gossen – LunaSix III, LunaPro Cds, Super Pilot Cds/SBC
El miércoles por la mañana, mi informador local, me advertia de la llegada de un huracán ¿?. Un huracán con acento alemán es algo que no había oído nunca y al principio me costó entenderlo, luego lo llamó big storm y ya comprendi a que se referia.
Las noticias locales del jueves, me mostraban a un hombre del tiempo y su croma lleno de agudas isobaras de color rojo amenazante llegando a las costas alemanas. Aquello no presagiaba nada bueno y como últimamente también pasan cosas en los aeropuertos alemanes, mi preocupación aumentó ante el riesgo de cierre de mi aeropuerto.
Durante el dia, los vientos aumentaron y aunque todo parecía normal, mi inquietud seguía en aumento. Temperaturas de uno o dos grados y una lluvia pertinaz dabán el toque dramático a un jueves víspera de festivo en el que tenia que volar si o si, de vuelta a mi país. Mientras tanto Hamburgo cerraba sus pistas ante el temporal por los fuertes vientos.
La alternativa no era una opción y llegados al aeropuerto nada hacia presagiar problemas. El embarque fue a su hora y la lluvia no debía ser un impedimento en un aeropuerto donde la nieve no supone mas que un pequeño retraso. Por fin enfilamos la pista y alzamos el vuelo y la maniobra de despegue fue relativamente bien, sino tenemos en cuenta los bandazos y traqueteos que sufrimos hasta alcanzar la altura de cruzero.
Todos nos relajamos y el vuelo transcurrió sin contratiempos. Escapamos por los pelos de la tormenta del siglo y pudimos disfrutar del puente de la constitución. Un viaje mas y también un viaje menos de los que me resten. Una simple anécdota que contar el lunes en la oficina. Aun asi, no dejo de sorprenderme por la magnitud del fenómeno atmosférico. Y me pregunto, ¿Cuál habrá sido el desencadenante?
Nelson Mandela ha muerto. Desaparece un hombre legendario y universal que ayudo a mejorar el mundo, pero ante todo desaparece un hombre bueno (perdonó el horror del apartheid a la minoria blanca) que dedico su vida a la libertad de su pueblo a costa de perder la suya. Ojala que su memoria mantenga la lucha por la igualdad racial en Sudáfrica y en todo el mundo. Hoy lloramos su pérdida, descanse en paz.
Nelson Rolihlahla Mandela nació el 18 de julio de 1918 en Mvezo, un poblado de 300 habitantes cerca de Umtata en el Transkei. Pertenecía al clan Madiba de la etnia xhosa, conocido en su país, Sudáfrica, como Madiba, (título honorífico otorgado por los ancianos del clan de Mandela, también era llamado Tata), abogado y político, fue el primer presidente de Sudáfrica elegido democráticamente mediante sufragio universal así como el líder del Umkhonto we Sizwe, el brazo armado del Congreso Nacional Africano (CNA).
En 1962 fue arrestado y condenado por sabotaje, además de otros cargos, a cadena perpetua. Permaneció prisionero durante 17 años en precarias condiciones en la isla de Robben, fue el prisionero número 466/64. Posteriormente pasaría otros 10 años más en otras dos prisiones diferentes, sumando una pena total de 27 años. El gobierno de Sudáfrica rechazó todas las peticiones de que fuera puesto en libertad. Mandela se convirtió en un símbolo de la lucha contra el apartheid dentro y fuera del país, una figura legendaria que representaba la falta de libertad de todos los hombres negros sudafricanos.
Tras su liberación el 11 de febrero de 1990, Mandela lideró a su partido en las negociaciones para conseguir una democracia multirracial en Sudáfrica, cosa que se consiguió en 1994 con las primeras elecciones democráticas por sufragio universal. Mandela ganó las elecciones y fue presidente desde 1994 hasta 1999, su prioridad fue la reconciliación entre blancos y negros. En 1993 recibió el Premio Nobel de la Paz.
Nelson Mandela dijo:
«Durante toda mi vida me he dedicado a esta lucha del pueblo africano. He peleado contra la dominación blanca, y he peleado contra la dominación negra. He buscado el ideal de una sociedad libre y democrática, en la que todas las personas vivan en armonía»
“Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, o su origen, o su religión. La gente tiene que aprender a odiar, y si ellos pueden aprender a odiar, también se les puede enseñar a amar, el amor llega más naturalmente al corazón humano que su contrario”.
«El perdón libera el alma, elimina el miedo. Por eso es una herramienta tan poderosa».
«La muerte es algo inevitable. Cuando un hombre ha hecho lo que él considera como su deber para con su pueblo y su país, puede descansar en paz. Creo que he hecho ese esfuerzo y que, por lo tanto, dormiré por toda la eternidad»
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INVICTUS, el hermoso poema de William Ernest Henley (1849 -1903), dio fuerzas a Mandela durante miles de noches para no perder la esperanza, para mantener despiertos sus sueños e ideales, para no morir.
También hay I+D en la mendicidad. Si Sevilla creó al gorrilla, Pensacola ha creado el perro-flauta bitcoinero, lo último en subsistencia en plan americano.
Tras pasar la noche en una iglesia, el vagabundo Jesse Angle comienza la jornada sentado en la acera con su portátil (recuérdese que son pedigüeños de Florida) en una plaza con WiFi gratis, donde pasará el día, aparentemente sin pegar golpe. Conclusión precipitada.
El caso lo contaba la revista Wired en septiembre. El sin techo Angle se saca al día unas milésimas de bitcoin con su portátil y su teléfono. En su jornada laboral a la intemperie mira vídeos en Youtube. Por cada uno que ve recibe 0,00004 bitcoin en el sitio BitcoinGet, que se encarga de dirigir tráfico a ciertos clips comerciales que pagan por visitas (ignoran que son del vagabundo, entre otros).
Angle se ve 12 vídeos diarios con lo que gana 0,00048 bitcoins. No es mucho, pero completa su bote virtual con la aplicación para smartphones Bitcoin Tapper, donde consigue otros 0,000133 apretando una y otra vez sobre el icono de la pantalla (ese icono publicitario también paga por tráfico).
La actividad digital, en el sentido más amplio de la palabra, le da a Angle para una comida diaria, que completa con el subsidio social. Desde que empezó en esto hace cuatro meses, el vagabundo ha obtenido pacientemente unos 5 bitcoins, que así parece poco, pero que si se multiplica por su actual valor, resulta que tiene, según el oscilante cambio, entre 3.000 y 4.000 euros.
Una odisea esta siendo esta restauración. Y por motivos ajenos a mi voluntad. Hace un par de findes, la saqué a pasear por el barrio gotico y los aledaños de la plaça Sant Jaume, fotografiando con una cámara de hace 40 años que adquirí en un rastrillo. Y nos lo pasamos muy bien haciendo un photowalk con un carrete de 36 fotos en blanco y negro.
Ahora bien, a partir de ese momento todo fué a peor. Llevé el carrete a Fotoprix para revelarlo y para que me hicieran un CD. Todo por 10,05 €. Tras unos días de espera recibí un cd que solo me sirve de posavasos. Lo probé en varios ordenadores sin conseguir leerlo en ninguno. A continuación miré los negativos y un odio cerval a los laboratorios fotográficos que creía olvidado en la noche de los tiempos, resurgió en todo su esplendor.
Los macacos del laboratorio, me habían cortado los negativos en tiras de cuatro sin respetar las fotos ni sus espacios. Simplemente, por donde mejor les pareció, cortaron en absurdas diagonales que estropeaban cualquier toma que estuviera a su alcance. Indignado para siempre con una compañía que teóricamente debe dar un servicio profesional, solo pude darle mi feedback al chaval de la tienda y despedirme de él para siempre jamas.
No he hecho un titular, porque los franquiciados y sus negocios, no tienen ninguna culpa de los desaguisados de su laboratorio y en la tienda a la que iba, siempre me trataron muy bien. No puedo entender como alguien puede tratar un soporte tan delicado como son los negativos fotográficos con tan poca profesionalidad y rigor. Del CD, para que hablar…
Dispuesto a no dejarme desmotivar por la adversidad, monte de nuevo el escanner de negativos que esperaba no tener que usar más, de lo harto que acabe hará ya un par de años. A continuación os pongo los resultados. El scanner arrastra la suciedad de cientos de carretes del siglo pasado y resalta las ralladuras, imperfecciones y polvo que abundan en la atmosfera de mi habitación resultando una tarea frustrante y tediosa, el escanear un solo carrete.
En realidad esta aventura analógica, tiene para mí el objetivo de obtener los magnificos resultados que la Ricoh GR obtiene en blanco y negro pero a un precio irrisorio, a la vez que rescato viejas y bellas cámaras del ostracismo de décadas. Ahora creo haber descubierto un laboratorio en el barrio de Gracia que tal vez colme mis expectativas, ya os contaré. De momento, mirad las fotos. (Otro approach, podría ser configurar mi E-pl2 para conseguir lo mismo, pero seguramente me perdería entre los recovecos de los menus. Ya probaré.)
En general, las pruebas no son tan nítidas como las de la Olympus 35 RC que os mostré hace unos días y enfocar de forma precisa tiene más dificultades al no disponer de telémetro. También, al solo tener dos velocidades, 1/40 s ó 1/200 s, la cámara no es la mejor para tomas instantáneas en condiciones inciertas. Viendo las muchas fotos movidas o desenfocadas, no puedo dejar de admirar el gran trabajo que realizaba mi padre, usando una cámara Regula que algún dia habré de rescatar.
Aun asi, la cámara se ha portado estupendamente, los sellos que puse han hecho su trabajo. Los automatismos van finos y es una cámara perfectamente funcional. No se puede pedir mas por 25€ que me costó. 😉
Si crees que los sioux, apaches y cherokees llevaban flecos en sus vestimentas simplemente porque eran muy chulos, estas equivocado.
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Se ha descubierto recientemente que los flecos en las chaquetas de eso, de flecos, no son puramente ornamentales sino que responden a una utilidad: sirven para que el agua resbale por ellos y la prenda permanezca seca más tiempo.
De forma casual, en los últimos tiempos han llegado a mis manos varios retratos antiguos, fotos, en sepia o blanco y negro deterioradas por el paso del tiempo, fotos de militares, escolares y familias.
Fotos que después de años olvidadas en una caja, al desaparecer sus propietarios abandonan el círculo familiar y salen a la luz para contento de los coleccionistas de objetos antiguos.
Son como túneles del tiempo que muestran, atrapados en papel, instantes fugaces de vidas pasadas.
Recomiendo clicar sobre la foto de los militares y observar con atención sus caras, en ellas vemos hambre, ignorancia, tristeza y mucho miedo. Algunos parecen saber que no volverán de la guerra.
Igualmente interesantes son las caras de los escolares, también algunos de ellos aparentan estar más dispuestos que otros a navegar con éxito por la vida.