Pues si, no pude evitar la tentación y me compré la ultima edición de la saga de La Guerra de las Galaxias de George Lucas, en blu-ray. La comencé a ver hace unas dos semanas, cuando completé las tres primeras partes. El episodio I, II y III. Y finalizandola, este fin de semana, cuando hemos visto los episodios IV, V y VI.
La calidad es espectacular, y ya sé que Lucas ha añadido un grito por aqui, y alguna cosa mas por allá, pero que quereis que os diga, me ha encantado otra vez. Al finalizar, he desempolvado mis viejos sables laser y no he podido evitar liarme a mandobles con cualquier Sith que andara cerca.
Vistas asi, en el orden correcto, entiendes mejor las tres primeras partes. El drama que vive Anakin Skywalker, su caida a los infiernos, victima de si mismo, del emperador, y del inmenso poder que le da la Fuerza. Su tragedia se une a la de su amor, la princesa Amidala que no puede evitar dejarse morir, destruida por la tristeza que le produce el cambio de Anakin.
Al final, ya no te fijas en la gran calidad de los efectos, de las imagenes o el sonido, sino que te dejas llevar por una aventura épica, de tintes homéricos que supera con creces a los tres siguientes episodios (los que primero se realizaron), en mi opinion mas ligeros y sin la pasión que encontramos en el joven Anakin y su amor por la princesa Amidala. Para mi, el verdadero heroe protagonista que con su caida a los infiernos nos rompe el corazon en mil pedazos.
Como os decia, he desempolvado mi sable laser y cada vez más siento que la fuerza me acompaña.
Nuestro reportero estrella, Anselmo Fumat enviado de urgencia a la isla de el Hierro para cubrir la rabiosa actualidad de las ultimas horas, entrevista al profesor de fisica Dr Beneharo, que nos confirma la terrible noticia. El hierro se hunde.
Anselmo: – Profesor o doctor Beneharo. ¿Como prefiere que me dirija a ud?
Profesor Beneharo: – Como ud prefiera, profesor es correcto.
Anselmo: – Profesor, confirmenos la noticia que acabamos de recibir. El hierro se hunde. ¿Es cierto? ¿Que podemos hacer al respecto?
Profesor Beneharo: – Cuando un cuerpo está sumergido (total o parcialmente) en el agua, parece que pesara menos. Eso se debe a que el agua aplica una fuerza dirigida hacia arriba (se la conoce como empuje) que hace que el peso del cuerpo parezca menor.
El empuje es el responsable, entre otras cosas, de que los barcos permanezcan a flote en la superficie. Si el empuje es menor que el peso el cuerpo se hunde, mientras que si el empuje es mayor que el peso el cuerpo es impulsado hacia arriba. En el caso de que el empuje y el peso tengan igual valor, el cuerpo permanece en equilibrio.
Hace muchísimos años Arquímedes ya sabía que cuando un cuerpo se sumerge en un líquido sufre una fuerza de empuje hacia arriba igual al peso del líquido desalojado. Si esta fuerza de empuje es mas pequeña que el peso del cuerpo (la fuerza con que es atraído por la Tierra), éste se hundirá hasta el fondo. Debido a que la densidad del hierro es mayor que la densidad del agua, entonces este tiende a hundirse.
Anselmo: – Profesor, ante esta noticia que nos coge por sorpresa, que podemos hacer para mitigar las consecuencias de este terrible suceso.
Profesor Beneharo: – Nada. Porque el «principio de Arquímedes» es válido dado que «todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta un empuje vertical y hacia arriba igual al peso del volumen de fluido que desaloja». De ahí que si lo que introducimos es un globo en agua, no se hunde, porque el peso del agua es de densidad 1 y el globo es de una densidad mucho menor. Del mismo modo, un barco, hueco flota.
Y del mismo modo, un hierro en agua se hunde, porque su densidad 7,9 frente a la densidad 1 obliga al agua a cederle paso hasta llegar al fondo. Pero si sumergiéramos el hierro en una balsa de mercurio con densidad 13,6, se produciria el efecto contrario. El fluido «empujante» es el mercurio y empuja hacia arriba con más fuerza que la capacidad de hundirse que tiene el hierro.
Con ello se eleva el hierro que queda flotando en el mercurio. También si tomamos una botella de PVC y la llenamos de agua salada y la metemos en agua dulce (sin burbujas de aire) se hundirá. Si eso mismo lo hacemos al revés, la llenamos de agua dulce y la metemos en agua salada, flotará. Poco, porque la densidad es de 1 para el agua dulce y 1.030 aprox para la salada. En definitiva pasa lo mismo con los globos llenos de aire caliente: pesan menos que el aire (fluido en el que están) y tienden a flotar.
Un torii es un arco tradicional japonés que suele encontrarse a la entrada de los santuarios Shinto (Jinja), marcando la frontera entre el espacio profano y el sagrado. Consisten en dos columnas sobre las que se sustentan dos travesaños paralelos, frecuentemente coloreados de tonalidades rojas o bermellonas. Algunos poseen tablas escritas montadas entre las barras horizontales. Tradicionalmente, los torii eran de madera o piedra, pero recientemente se han comenzado a hacer en acero o acero inoxidable.
Sorprendentemente tras la explosión de la segunda bomba atómica de 1945 en Nagasaki y tras el terremoto y el tsunami de 2011, los torii de la foto permanecieron en pie.
Si fuera el mismo torii, pienso que debería enterarme como lo construyeron …..
Van recorriendo vastas regiones tribus nómadas que no logran saciar su hambre, que viven de un puñado de “ dura » cruda y de un poco de la leche de sus flacas cabras. Cuando se les acaba la “ dura «, matan a las cabras y se las comen, después se aprietan el cinto, en espera de la muerte.
Simplemente inhumanas son las consecuencias de esta miseria material, de este hambre secular, “ Los hombres del desierto, escribe Rebeaud, se hallan en estado de guerra permanente. La guerra es una necesidad cotidiana. En un país semejante el mínimo aumento de población tiene un solo significado : el hambre. Cada niño que nace tiene que hacer desaparecer a un hombre. El que mata en la tribu vecina aumenta las posibilidades de vida enla propia.
No exagero y doy las pruebas de lo que digo. La costumbre de estas regiones, especialmente en el desierto sómalo, establece que un joven, para tener el derecho de casarse, debe haber matado por lo menos a un hombre. He indagado las razones de esto, y se me ha contestado, con la mayor sencillez: Hay demasiadas familias. Para fundar una familia nueva, es preciso, en primer lugar, hacer desaparecer otra vieja.»
Las mismas observaciones hizo el doctor Collombet. “ Con frecuencia se ven en las aldeas sómalas guerreros que ostentan en el brazo brazaletes de cobre o de plata. Cada uno de estos adornos representa un hombre muerto o asesinado. Un somalí se gloriará siempre de haber matado niños, mujeres, viejos, individuos indefensos ajenos a su tribu. Los jóvenes deseosos de casarse encontrarán con mayor facilidad una novia cuanto mayor sea el número de los asesinatos que hayan cometido.En este país el asesinato voluntario y premeditado está elevado al grado de institución».
Este estado de guerra permanente perpetúa y agrava usos crueles, costumbres repugnantes, que nuestra mentalidad no logra ni siquiera concebir o querría confinar en elmundo de lo fabuloso. En cambio, pertenecen al mundo de la exploración y de la ciencia. He aquí la atestiguación de un famoso explorador, Wilfred Thesiger. Hijo de un empleado de la legación británica en Abisinia, dedica a ese país un interés hereditario. En el invierno 1933-34 realizó una excursión en el país de Aussa, entre los Dankalos, en busca del misterioso río Auash, del cual se sabe que no llega al mar.
En una conferencia pronunciada en la Real Sociedad Geográfica de Londres, y publicada en el Geographical Journal de enero de 1935, Thesiger narra las vicisitudes de su expedición, dándonos un cuadro tanto más impresionante, en cuanto se presenta muy medido y sereno, de las condiciones ultra bárbaras que reinan en algunas zonas de la Abisinia, y en las que el gobierno de Addis Abeba no ha introducido el más mínimo tono de vida civilizada.
El explorador pone eficazmente de relieve la naturaleza de estas poblaciones dankalas y el género de vida que llevan :« La gran ambición de todo dankalo consiste en reunir mayor número de trofeos que su vecino. Castran, siempre, a los muertos, a los moribundos y a los prisioneros. No hay peligro de exagerar la importancia que los dankalos atribuyen a esta práctica de guerra. Se llevan a cabo expediciones con el solo objeto de reunir trofeos, pues la posición de un hombre en la tribu depende únicamente del número de sus trofeos.
Cuando un dankalo ha llegado a tener diez trofeos, se ha ganado el derecho de llevar un brazalete de hierro. Un complicado sistema de condecoraciones revela sus hazañas a los contemporáneos y una fila de piedras ante su sepulcro trasmite su fama a la posteridad.« El método más usado para registrar los homicidios es el de colgar del puñal o del fusil un pedazo de cuero, envuelto en lata, por cada trofeo.
Nadie puede ostentar una cintura de colores, ni peine en los cabellos, ni puede decorar su puñal hasta que no haya matado por lo menos a un enemigo. Cuando haya matado dos, podrá perforarse las orejas. Para ser exacto, yo no he visto que ninguno llevara los testículos de sus víctimas colgados al cuello, como Nesbitt asegura que acostumbran hacer. Ellos niegan esta costumbre. Y no creo que la nieguen por pudor, dado que no tienen dificultad en reconocer que son capaces de despanzurrar a una mujer encinta para mutilar al hijo que lleva en el vientre. Pero los he visto llevar en torno de los pulsos los testículos de los animales muertos por ellos. Se persignan en la frente con la sangre de un animal degollado. Probablemente hacen lo mismo con la sangre humana ».
Gertrude Stein fué una figura clave del ambiente artístico y literario de su tiempo. A través de un estilo marcado por repeticiones de palabras quiso traducir a la literatura el cubismo de la pintura abstracta. Sin embargo, críticos como Ernest Hemingway le reprocharon haber rehuido el esfuerzo de corregir minuciosamente sus textos y de posteriormente mejorar su calidad literaria. Con sus escritos, Stein pertenece al movimiento vanguardista del siglo XX. Su frase «Rose is a rose is a rose»(traducida habitualmente como «una rosa es una rosa es una rosa», parte del poema «Sacred Emily» contenido en el volumen «Geography and Plays», de 1913) acuñó su propio estilo, llamado «Litismo», una especie de tautología verbal.
Residente en Francia desde 1903, su casa se convirtió en centro de reunión de los movimientos de vanguardia con mayor influencia en las artes y las letras del siglo XX. En 1925 obtuvo notoriedad con Ser norteamericanos. Su obra, que abarca el ensayo, la autobiografía, la poesía y el teatro, se caracteriza por un alto nivel experimental y se la considera una renovadora del género memorialístico por textos como la Autobiografía de Alice B. Toklas (1933), y la Autobiografía de todo el mundo (1937). Fue una mujer de fuerte personalidad, feminista y lesbiana, que convivió más de 25 años junto a su pareja Alice B. Toklas (30 de abril de 1877 – 7 de marzo de 1967).
El Retrato de Gertrude Stein (1906, Metropolitan Museum, Nueva York) marca el final del período rosa y el comienzo de una nueva época. Picasso lo había iniciado en primavera, pero no estaba satisfecho con él y, después de más de ochenta sesiones, lo dejó inconcluso. Tras las vacaciones de verano, pasadas en Gósol (Lleida), inesperadamente y sin modelo, modificó el rostro y lo dio por concluido. La dureza de los rasgos de la cara de Gertrude Stein en este retrato marca la transición de la época rosa hacia el incipiente cubismo. Parece que Picasso recibió muchas críticas por este cuadro, pero su respuesta se ha hecho célebre: «Todos creen que no se parece en nada a su retrato; pero no os preocupéis, al final logrará parecerse exactamente a él.» Lo que quería decir Picasso es que el arte modifica los hábitos perceptivos, siendo la familiaridad con el código de representación lo que permite establecer una identidad entre la imagen y su modelo. La anécdota ilustra las palabras de Apollinaire cuando afirmaba: «Los poetas y los artistas determinan de común acuerdo el aspecto de su época, y el porvenir dócilmente se amolda a sus deseos.» Efectivamente, hoy nos resulta difícil no reconocer en el cuadro a Gertrude Stein.
La caja de negativos nos trae cosas como esta. Uno de aquellos taxis que corrian en Barcelona por los 50’s y 60’s. Recuerdo que llevaban un asiento abatible de madera colgando del respaldo del asiento del conductor.
Pequeñas joyas de tiempos preteritos que iremos rescatando del olvido conforme los vayamos escaneando. Esperemos que no tardemos demasiado tiempo, aunque tampoco tenemos ninguna prisa.
Desde tiempos inmemoriales, mis hermanos y yo atesoramos una caja llena de negativos de cuando mi padre se dedicaba a hacer fotos a todo lo que se movía, alla por el siglo XX. La dichosa caja rondó por nuestro antiguo piso hasta que lo vaciamos todo tras la muerte de nuestra madre.
Era una caja de madera, no muy grande, sujeta con un viejo cordón y llena a rebosar de pequeñas cajitas de cartón conteniendo antiguos negativos de los años 50’s y 60’s. Contenía tambien retorcidas copias en papel de fotos de mi familia, un curioso exposimetro universal de cartón y algunos sobres más de negativos en blanco y negro y color. Todo ello componia un inestimable legado fotografico de 50 años atras.
Ya hacia tiempo que pensaba en escanear los miles de negativos pero la ingente tarea y tambien el precio de los escaners de negativos me echaban para atras. Otro miedo me atenazaba. La caja estaba guardada en una vieja maleta tambien de los años 50. De aquellas que usaban los emigrantes que llegaban a Catalunya en aquellos años de la posguerra, con las cantoneras de metal. Esa maleta, olvidada en un altillo tal vez ubicada al lado de los tubos de la calefacción podria haber sufrido daños. Y los negativos, muy sensibles al calor, haber sido destruidos sin remisión.
Claro que esto no lo comentaba demasiado, tal vez a mis hermanos no les hiciera mucha gracia saber que el archivo fotografico familiar se habia perdido victima de la calefacción central de mi casa. Cabe señalar que diapositivas de los años 80’s que guardaba tambien en ese altillo habian sufrido daños, no se si por el calor o tal vez por la fragilidad de aquellos negativos. El caso es que despues de encontrar este post de altfoto. Pensé en hacerme con algun dispositivo que me permitiera escanear los negativos o al menos efectuar algunas pruebas para ver si valía la pena una mayor inversión.
Y buscando alguna fuente de luz difusa con la que aplicar encima de los negativos y escanearlos mediante mi escaner normal, se me ocurrió la idea de utilizar el ipad con la aplicacion linterna y dandole todo el brillo posible, tal vez consiguiera rescatar algo visible. Hoy, despues de explorar el altillo durante un par de horas. Tras abrirme paso por un bosque de cajas de ordenadores, placas base, tarjetas de video y aquellos pongos malditos que viven su destierro ajenos a todo, encontré la maleta y en ella la caja de marras, llena de cajitas de carton, rebosantes de negativos de las vidas pasadas. De las vidas pasadas de mis padres.
He visto cosas increibles. Los negativos estan en perfecto estado. Ojo, todo lo bien que pueden estar tras 50 años de polvo y arañazos. Os pongo alguna muestra de las pruebas. El invento o sisale, funciona de cine. Aunque dada la enorme cantidad de material y el tiempo requerido, se impone comprar un scaner de negativos de verdad. Ahora bien, si solo teneis que escanear alguna tira o carrete suelto la solución es aceptable. Estoy escaneando con un hp photosmart c4100 series a 1200 ppp aunque podria llegar hasta los 4800. Al ipad quitadle la funda y conseguireis que los negativos esten planos contra el escaner. Luego, solo teneis que positivar, recortar y retocar a vuestro gusto con el programa de edición preferido.
Mi padre utilizaba una camara Regula de aquella epoca. La foto del tren es un escaneado de una pequeña copia en papel, dado que no he encontrado el negativo. Hay unos 60 rollos a 36 fotos cada uno, son unas 2160 fotos. Luego estan los negativos sueltos de la otra maleta… paquetes y paquetes de aquellos librillos con tiras de negativos. Tenemos trabajo para la jubilación.
Viendo, estos dias de agosto, enseñorearse a la cabeza visible de la Iglesia católica, entre todas las jerarquías del pais y estas a su vez rendirle pleitesia, no puedo mas que recordar la historia de la tragedia de los moriscos de 1609. Su expulsión fué instigada por la iglesia catolica de la epoca, por el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición y por un rey Felipe III que prefirió cargar a los moriscos con las culpas de la crisis que, ya en aquella epoca, azotaba al imperio.
Os recomiendo que veais el documental y os hagais una idea de la magnitud del genocidio cometido y de las consecuencias para la España de la epoca. El debate posterior, también muy interesante, nos devuelve de golpe a nuestros dias.
El mundo esta lleno de lugares paradisíacos, pero el mundo es grande y la mayoría de esos lugares nos pillan lejos de casa, ademas, nunca están a pie de aeropuerto lo que en muchos países hace que llegar hasta ellos sea muy difícil. Aunque, siempre hemos sabido que alcanzar el paraíso no es cosa fácil.
El Chocó es uno de esos sitios, llegamos en avioneta, a un sencillo aeropuerto que recibe un par de vuelos regulares por día. Hemos de tomar una camioneta que por una carretera muy enfangada nos llevará hasta la costa Pacifica, aquí llueve mucho, es uno de los lugares más húmedos del planeta.
Nos alojamos en un hotel de El Valle, playa Almejal Unas cabañas sencillas pero agradables con el gran plus añadido del entorno, el paraíso del que hablaba al principio.
Aquí la jungla llega hasta el mar, es una zona salvaje, virgen, prohibido adentrarse en la jungla sin un guía, no hay carreteras a lo largo de la costa, el barco es la única posibilidad para desplazase por la región.
Cuando brilla el sol, hace mucho calor para moverse con prisas, y cuando llueve, lo que ocurre casi a diario, nadie quiere salir a mojarse. La vida transcurre aquí con lentitud.
Las excursiones en barca, los baños, los paseos por playas desiertas, las sabrosas comidas de pescado fresco, los atardeceres, ver por la noche a las tortugas desovar en la playa, cervezas, lectura y charlas, así pasamos tres días en El Chocó.
El Pacifico es famoso por la observación de ballenas. Entre julio y octubre llegan cetáceos desde puntos tan lejanos como la Antártida para parir y amamantar a sus crías, se las puede avistar a lo largo de todo este litoral, y en algunos lugares se acercan tanto a tierra que es posible verlas desde la playa, nosotros las vimos desde el bar del hotel tomando unas cervezas.
Atardecer en el Chocó.
Al comenzar este relato decía que llegar al paraíso no es fácil, pero salir tampoco lo es. Al aeropuerto José Celestino Mutis lo llaman «sal si puedes» porque, debido a las intensas lluvias, los aviones a veces no pueden despegar. Y eso fue lo que nos ocurrió, una fuerte tormenta nos obligó a pasar una noche más.
Teníamos dos opciones. Una. Volver a dormir a nuestro hotel, para lo que debíamos recorrer la infernal carretera, empeorada tras la tormenta, con posibilidad de ser engullidos por el fango más la obligatoria vuelta al día siguiente.
Dos. Ir a Bahía Solano,el pueblo más cercano al aeropuerto e intentar encontrar un hotel. Esta fue la opción elegida, y ya de noche, nos alojamos en el Hotel Bahía, un hotel básico y destartalado, como podéis ver en la foto, pero que nos evitó un largo camino de ida y vuelta.
A la mañana siguiente nuestra avioneta pudo llegar y volamos sin incidentes.